Desde que el Gobierno y la patronal lanzaron la Reforma Laboral, miles de empresas están aplicando ajustes salvajes. La receta incluye fortísimas rebajas salariales, pérdida de conquistas, miles de despidos y también algunos cierres de empresa. Estos ataques se están llevando adelante también en grandes empresas, algunas de ellas emblemáticas, como Panrico o Coca Cola. Sin embargo, la patronal se está encontrando con importantes luchas de resistencia.
En el caso de Coca Cola, se están realizando huelgas indefinidas en varias plantas desde los primeros días de febrero, contra el plan de cierre de 4 plantas en todo el Estado español. La empresa ha presentado un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) que le permitiría dejar en la calle a 1200 trabajadores, aún cuando en el último año ha tenido grandes beneficios, más de 900 millones de euros. Los trabajadores de Coca Cola acompañan la huelga indefinida con un llamado al boicot a la marca, que ha provocado una caída en las ventas de la empresa. En el caso de Madrid los trabajadores han organizado manifestaciones masivas, concentraciones frente a la embajada norteamericana, y han participado en numerosas actividades de otros trabajadores en lucha, bajo el lema de que es necesario “socializar y colectivizar las luchas”. Recientemente han participado junto a trabajadores de Panrico en el acto de lanzamiento de las marchas del 22M, manifestaciones organizadas por decenas de colectivos sociales, sindicales y políticos que llegarán a Madrid desde diversos puntos del país. La lucha de Coca Cola tiene un epicentro en Madrid, junto con otras regiones como Asturias y Alicante.
5 meses de huelga indefinida en Panrico
Una de las huelgas más duras de todo el Estado español, expresión de esta nueva resistencia obrera, es la de los trabajadores y trabajadoras de PANRICO en Cataluña, que ya se ha transformado en un emblema de lucha y resistencia en todo el Estado español.
La empresa comenzó anunciando 2.000 despidos y una rebaja de entre el 30 y el 40%. Para sembrar miedo decidió no abonar el salario de septiembre y anunciar un pre-concurso de acreedores. Ante esto, los trabajadores y trabajadoras de Panrico respondieron con un lema que ya es histórico: ¡0 despidos, 0 recortes! Decidieron enfrentar el plan de la empresa, convocando una huelga indefinida y que todo se decidiera en la asamblea de trabajadores. Desde los primeros días organizaron una caja de resistencia (fondo de lucha) que comenzaron a pasar por empresas, mercados, facultades. Fueron a apoyar a otras empresas en lucha, como Alupu, y otras luchas populares como la de la Plataforma Anti Desahucios. La idea de la solidaridad y el apoyo mutuo fue tempranamente entendida por decenas de obreros y obreras que estaban haciendo su primera gran experiencia de lucha.
Poco después llegó la traición sindical, cuando en la Comisión Negociadora los representantes de los sindicatos (todos los de UGT y 3 de CCOO) aceptaron el ERE propuesto por la empresa, que implica el despido de 745 trabajadores en las plantas del Estado español y una rebaja de un 15% el salario.
Sin embargo los trabajadores y trabajadoras de Cataluña estaban más convencidos que nunca de que debían luchar hasta el final, y emprendieron una nueva etapa de su lucha en todos los frentes. Durante semanas estuvieron bloqueando el reparto de los productos traídos de otras fábricas. Al mismo tiempo sacaron el conflicto hacia afuera, desplegando la solidaridad entre trabajadores y dando a conocer el conflicto, visitando otras empresas de la zona, acudiendo a las puertas de empresas en lucha como Coca Cola o ALSTOM, dando numerosas charlas, montando mercadillos solidarios, haciendo manifestaciones por sus reclamos o participando de otras como las manifestaciones contra la nueva Ley del Aborto del PP.
También la solidaridad internacionalista se ha hecho carne en los valientes trabajadores y trabajadoras de Panrico. Así es que más de 30 compañero/as estuvieron presentes en un Acto frente al consulado de Argentina en Cataluña, en solidaridad con los trabajadores petroleros de Las Heras; o enviando videos de solidaridad con las luchas de Liliana o Kromberg en Argentina. Porque para las compañeras y compañeros de Panrico, el lema “la clase obrera es una y sin fronteras” no sólo es para cantar en las manis, sino para practicarlo.
Junto a esta gran experiencia de lucha, se desarrolló el Grupo de apoyo a la lucha de PANRICO, una institución que ha sido clave en el apoyo hacia los trabajadores. En la práctica, un comité integrado por diferentes asociaciones de vecinos, movimientos sociales y organizaciones políticas y sindicales, y que día a día ha permitido generar una mayor amplitud a la lucha de los trabajadores, actuando como una herramienta más de la lucha de PANRICO. Las compañeras y compañeros de Clase contra Clase y de Pan y Rosas tenemos el orgullo de participar desde el primer día en esta heroica lucha que está realmente haciendo historia.
Un conflicto que puede y merece triunfar
Hasta ahora CCOO no ha movido ni un dedo para fortalecer la caja de resistencia, realizar acciones de solidaridad en otras empresas del Vallés o el ramo de la alimentación, o impulsar la coordinación con el resto de fábricas en lucha donde también dirige CCOO, más allá de algunos gestos aislados. Pero a pesar de esto, los compañeros y compañeras de Panrico siguen firmes con su lucha y su reclamo del “0,0”.
El 20 de marzo tendrá lugar el juicio de impugnación al ERE de Panrico en la Audiencia Nacional. Ese día los trabajadores de Panrico viajarán casi 800 km hasta Madrid para estar presentes y convocan a todas las organizaciones solidarias a acompañarlos. Los trabajadores de Coca Cola ya han comprometido su apoyo, con el lema de que “Panrico y Coca cola, la lucha es una sola”.
La lucha de Panrico puede triunfar y puede transformarse en un polo de coordinación para el resto de luchas en curso tanto en Catalunya como en el resto del Estado. En esa perspectiva ponemos todo nuestro esfuerzo.
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