El pasado domingo 16 de marzo se llevó a cabo el plenario de fundación de la Juventud Revolucionaria Internacionalista (JRI) compuesta por estudiantes y trabajadores de la educación. Esta nueva organización surge sobre la base de ricos debates alrededor de las discusiones que plantea el Manifiesto Por un Movimiento por una Internacional de la Revolución Socialista (Cuarta Internacional) impulsado por la FT-CI a partir de su última Conferencia Internacional en Agosto de 2013. Y surge también como síntesis de una experiencia de práctica política común, tanto en el Movimiento Estudiantil, como alrededor de la gran huelga docente del año pasado y las actividades realizadas contra el creciente giro represivo que viene tomando el gobierno del FA.
Las jornadas de fundación de la nueva organización estuvieron enmarcadas en la discusión a partir de dos documentos nacionales que analizaban la situación política uruguaya, un balance a 9 años del Frente Amplio en el poder, las lecciones de la huelga docente; y las perspectivas de cara al próximo periodo marcado por la coyuntura electoral para este año, y las tendencias a desajustes económicos en la región a partir de la crisis capitalista internacional, así como los desafíos que se nos presentan a los revolucionarios.
Hoy cuando la juventud trabajadora uruguaya se encuentra precarizada en los trabajos, criminalizada y perseguida por las políticas represivas del Frente Amplio, mientras es testigo del desfinanciamiento y desmantelamiento de la Educación Pública, queremos avanzar en poner en pié una organización revolucionaria, tanto trabajadora como estudiantil.
Esto lo hacemos en contraposición a los proyectos que desde el reformismo se le propone a la juventud: como las juventudes frenteamplistas (UJC, JSU, Jóvenes del MPP, etc.) que buscan construir una militancia juvenil ligada a las prebendas y la gestión estatal, o formar cuadros para el funcionariado político del estado. Los discursos más “radicales” en esta modalidad (como la Juventud Comunista) llaman a la utópica idea de “redistribución de la riqueza” y la "justicia social" dentro de los marcos del régimen burgués, y lejos de cualquier meta revolucionaria son parte de un gobierno que desde 2005 garantiza los negocios capitalistas. Por otra parte, a la izquierda del Frente Amplio, corrientes como la Juventud del PCR, o la del Movimiento 26 de Marzo proponen el modelo chavista de conciliación de clases sin romper en absoluto con la estrategia del reformismo uruguayo. Contra todas estas variantes es que se levanta la Juventud Revolucionaria Internacionalista en lucha por la construcción de un partido revolucionario de la clase obrera en Uruguay.
Esta Juventud Revolucionaria Internacionalista pretende retomar las banderas de quienes han caído luchando por una sociedad sin explotados ni explotadores: desde los héroes de la Comuna de París, pasando por las grandes revoluciones del siglo XX, y las mejores tradiciones de unidad obrero-estudiantil en nuestro país; y los mártires y torturados por la dictadura uruguaya. Nos fundamos reivindicando la obra y el legado teórico-político y estratégico de los clásicos del marxismo como Marx, Engels, Luxemburgo, Lenin y Trotsky.
Este pequeño pero importante reagrupamiento revolucionario creemos que demuestra las potencialidades del llamado a construir un Movimiento Por una Internacional de la Revolución Social basado en un balance común de los grandes acontecimientos de la lucha de clases, apelando al método de la fusión revolucionaria. Son muchas las tareas y los desafíos para los jóvenes revolucionarios en Uruguay. Con gran emoción y coraje ponemos manos a la obra en la perspectiva de lucha por alcanzar una sociedad comunista, donde no haya clases ni estado, y donde seamos realmente libres.
Como juventud revolucionaria creemos que la revolución obrera y socialista es internacional. En este sentido, una conclusión importante de los plenarios fue la adhesión al Manifiesto por un MIRS-CI en lucha por la construcción del estado mayor revolucionario de la clase obrera internacional.
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