Las trabajadoras y trabajadores de Panrico y Coca Cola están protagonizando las huelgas más importantes del Estado español. El grito de guerra de Coca Cola Fuenlabrada es "ni cierres, ni despidos", un programa de lucha hermanado con el "0 despidos, 0 rebajas" de los huelguistas de Panrico. Si de coordinar o socializar las luchas se trata, estos valientes trabajadores y trabajadoras están haciendo escuela.
La histórica huelga de Panrico lleva hoy seis meses. Como dijo el máximo órgano de dirección del sindicato, el Consejo Confederal de CCOO Catalunya, "es imposible de gobernar". Ciertamente se tornó "ingobernable" para la patronal y el gobierno de la Generalitat, pero también para las maniobras de los dirigentes sindicales vendidos de CCOO y UGT (http://www.clasecontraclase.org/Seis-meses-de-la-ingobernable-huelga-de-Panrico). Estas trabajadoras y trabajadores están mostrando una nueva moral de resistencia, un abandono a la resignación y una firme disposición a luchar.
Mientras tanto, la huelga de Coca Cola, que ha comenzado el 31 de enero, lleva más de dos meses contra el cierre de la planta de Fuenlabrada y los despidos. En el resto del Estado más de un millar de trabajadores se han apuntado al ERE (Expediente de Regulación de Empleo, herramienta legal que facilita los despidos) de la empresa, presionados por la gran ofensiva patronal, una baja o casi nula respuesta de lucha de los sindicatos estatales. Sin embargo las trabajadoras y trabajadores de Coca Cola Fuenlabrada no se rinden; a pesar de que ya se han ejecutado 236 despidos.
¡Panrico y Coca Cola, la lucha es una sola!
Estas dos huelgas están comenzando a verse reflejadas en varias experiencias en común, contra enemigos parecidos: los ataques de dos patronales muy fuertes. En Panrico se están enfrentando a un gigante: un fondo de capital riesgo, el estadounidense Oaktree, propiedad del millonario Howard S. Marks que ha amasado una fortuna de 1.400 millones de dólares con la especulación y compra de empresas en quiebra. Este plan está dirigido por Carlos Gila, especialista en reestructuraciones como fueron Sintel y La Seda. En CocaCola se enfrentan al grupo agroalimentario más importante del Estado, dirigido por Sol Daurella quien controla las 7 embotelladoras de Coca Cola en el Estado español y Portugal, a través de Coca Cola Iberian Partners. La fortuna personal de Daurella superaría los 850 millones de euros, incluyendo 150 millones de patrimonio en una empresa radicada en Luxemburgo. Su marido es un hombre próximo al presidente del gobierno de Cataluña, Artur Mas y su padre fue el primer socio de Coca Cola en España desde 1953. Desde entonces su familia ha estado asociada a la compañía norteamericana. (http://www.clasecontraclase.org/Coca-Cola-un-mundo-in-feliz-para-los-trabajadores)
Pero estas patronales actúan siempre apoyados por sus respectivos gobiernos, que no dudaron en "colaborar" con grandes dispositivos policiales para ayudar a desmantelar las fábricas, mientras sus trabajadoras y trabajadores acampan en sus piquetes. Tampoco hacen nada para defender el derecho a huelga que ambas patronales están vulnerando con el reparto de las mercaderías en Madrid y Catalunya, donde no se están fabricando productos de Coca Cola ni de Panrico respectivamente.
Y la división a nivel estatal de las diferentes fábricas, en las que unas hacen huelga y en otras no, producto de la traición abierta como ha ocurrido en Panrico, por parte de UGT y un sector de CCOO, o en el caso de Coca Cola por parte de USO y UGT en distintas plantas, ha sido desde el inicio un varapalo para dividir la lucha y evitar una respuesta generalizada de las y los trabajadores. La coordinación concreta entre Panrico y Coca Cola es una respuesta ofensiva de los trabajadores en lucha contra esta división impuesta desde arriba.
La jornada de marzo: primeras experiencias de coordinación
Las trabajadoras y trabajadores de Panrico y Coca Cola luchan por los puestos de trabajo en una lucha común, en las calles y donde sea con el resto de trabajadores, la juventud y los movimientos sociales. Han intentado saltar las vallas de la división de los trabajadores buscando la coordinación y un verdadero intercambio de experiencias que ayude a avanzar unos a otros. Una de sus primeras experiencias fue la intensa jornada de lucha común los días 20-21-22 de marzo.
El día 20 de marzo los huelguistas de Panrico se hicieron presentes en la Audiencia Nacional en Madrid ante el juicio que iba a celebrarse contra el ERE de la empresa. Las y los trabajadores de Coca Cola de Fuenlabrada Madrid se solidarizaron con ellos, recibiéndolos junto a otros sindicatos alternativos y de izquierda. Ese día el tan esperado juicio fue aplazado hasta el 6 de mayo por la no comparecencia de uno de los demandados argumentando "motivos de salud", nada más y nada menos que un miembro de CCOO de Valladolid firmante del acuerdo y que ni siquiera ha sido expedientado por la dirección del sindicato. Pero las y los trabajadores de Panrico no estaban solos, y junto a los trabajadores de Coca Cola fueron hasta la sede del sindicato de CCOO a pedir explicaciones, apoyando todos sus reclamos. El mismo día por la tarde, las trabajadoras y trabajadores de Panrico estuvieron en el piquete de Fuenlabrada donde los esperaba una comida para confraternizar e intercambiar experiencias con los trabajadores de CocaCola, y como parte del recibimiento de una de las marchas de la dignidad del 22M que entraba por esta localidad.
Al día siguiente, el viernes 21, se realizó un emocionante Encuentro de mujeres trabajadoras de Panrico y Coca Cola, en el que han hablado e intercambiado experiencias sobre cómo las mujeres trabajadoras viven y sienten la huelga, los ataques patronales. Ha sido un acto muy emotivo, acompañadas por trabajadores de ambas empresas y organizado por el Comité de apoyo a las luchas de Madrid y Pan y Rosas (https://www.youtube.com/watch?v=rMDCbADLSTI). Tanto las mujeres de Coca Cola como las de Panrico han buscado visibilizarse en las huelgas con sus propias reivindicaciones como mujeres y como trabajadoras, se han movilizado en las manifestaciones contra la Ley del Aborto del PP y el 8 de marzo con consignas como "Mujeres trabajadoras, libres y luchadoras", "Nosotras parimos, nosotras producimos, nosotras decidimos" y la ya famosa "Sí se puede! si una mujer avanza ningún hombre retrocede!".
Finalmente el 22M en las Marchas por la Dignidad, los huelguistas de Panrico y Coca Cola fueron parte de un gran cortejo obrero de coordinación de las luchas. Ese día, casi un millón y medio de personas colmaron las calles del centro de Madrid con diferentes cortejos que representaban luchas como la de los afectados por la hipoteca, las mareas contra las políticas de recortes en educación y sanidad, los afectados por las preferentes, los parados, los jornaleros sin tierra, las mujeres, la juventud, los inmigrantes. También distintas luchas de trabajadores: los mineros, de la sanidad, limpieza, enseñanza, EMT, metro, bomberos, jardineros en lucha de Zaragoza. La pancarta de cabecera de la manifestación era llevada por representantes de algunas de estas luchas, entre ella la de las bravas trabajadoras y trabajadores de Coca-Cola y Panrico. La movilización junto con la Columna Extremadura desde Carabanchel Alto hasta Colón, fue el punto culminante de tres intensas jornadas de unidad entre estas dos grandes huelgas, que comenzaron el día 20. Este cortejo se mantuvo toda la manifestación agitando a favor de la unificación de las luchas, la huelga general y otras consignas de unidad entre ambas luchas: "No consumas, Panrico y Coca Cola", "Panrico y Coca Cola sólo entienden un mensaje: boicot, huelga y sabotaje", "Panrico y Coca Cola, la lucha es una sola", "Los puestos de trabajo, no se venden! se defienden!".
La gran jornada del 10 de abril
Este día la Barcelona soleada recibía a los trabajadores de Coca Cola junto a las y los trabajadores de Panrico de la fábrica de Santa Perpetua de la Mogoda para movilizarse juntos a Esplugues de LLobregat, donde se encuentran los edificios de las dos patronales. Fue una mañana de lucha y combativa, de "hermandad" como le llaman los mismos trabajadores. Después de varias horas cantando, gritando, cortando la carretera las y los trabajadores se desplazaron a la fábrica de Coca Cola de Martorelles-Barcelona para explicar a cada trabajador su situación en Madrid. Acompañados por las trabajadoras y trabajadores de Panrico, con megáfono y panfletos en mano, difundieron su lucha y alertaron lo que puede pasar en otras fábricas del Estado. El hambre no se hizo esperar y así subieron todos al "campamento base" de Santa Perpètua donde otro grupo de trabajadores esperaban con una gran comida, en la que pudieron confraternizar, intercambiar experiencias y reflexionar en común las perspectivas de sus huelgas. Cómo hacer la Caja de resistencia, cómo hacer acciones de boicot a los productos, la difusión de cada lucha, consejos contra las diferentes maniobras de la patronal, eran algunas de las reflexiones. Tampoco faltaron las anécdotas y los planes para futuras acciones en común.
Ese mismo día las y los trabajadores de Panrico habían sido convocados por la dirección de la confederación de CCOO en su sede de Vía Laietana, en una asamblea sólo de afiliados a la que no podían concurrir todos los huelguistas. Era otra de las maniobras que semana a semana traen los dirigentes sindicales que vienen intentando, sin lograrlo, que la huelga se levante a pesar de los despidos. Y esta vez este tipo de maniobras tuvo el agregado de una durísima amenaza: suspender el juicio del 6 de mayo si los trabajadores no aceptaban un nuevo acuerdo de la Generalitat que no cambiaba en nada el plan inicial de la empresa. Las y los trabajadores respondieron muy firmes, cada vez más convencidos y fuertes, decididos a no aceptar estas maniobras. Después de un día de lucha junto a los trabajadores de Coca Cola, más de cien trabajadores se acercaron a Vía Laietana con mucha moral y fuerza, concentrándose primero en Plaza Sant Jaume: "Los puestos de trabajo, no se venden! se defienden! y ¡Panrico, luchando acabará ganando!. Era la moral de la unidad de la plantilla, de la fuerza de sus asambleas y de su propia confianza, fortalecida con la fuerza de los trabajadores de Coca Cola después de una gran jornada de coordinación.
Coordinar... socializar las luchas
Los huelguistas de Coca Cola y Panrico siempre buscaron la solidaridad y coordinación de todos los sectores en lucha, de la juventud, de los parados, de los estudiantes. Retomaron la Caja de resistencia: una herramienta olvidada por los dirigentes sindicales, clave para mantener la huelga. En Panrico ésta ha sido posible gracias a esas mujeres que hacen manualidades para las decenas de mercadillos y los "Vermut solidarios, a los grupos que sin descanso fueron a otras empresas, a las universidades. Los trabajadores de Coca Cola también están empezando su Caja de Resistencia, se movilizan y se solidarizan con todas las luchas y participan de todas las movilizaciones que día a día hay en Madrid llamando al boicot. Y cada manifestación tanto de Barcelona como de Madrid, los huelguistas de ambas empresas gritan: ¡Panrico y Coca Cola, la lucha es una sola!
La solidaridad traspasó fronteras con el llamado a una "Campaña internacionalista" de Panrico que recibió apoyo desde México con los trabajadores del SME, de Brasil y los barrenderos en huelga y del metro, de Argentina los trabajadores de los sindicatos combativos y decenas de sectores en lucha, de la fábrica ocupada Zanón, de Francia, de Alemania, Bolivia, Chile. Los trabajadores de Coca Cola también reciben solidaridad internacional, como la de los trabajadores de Coca Cola de Colombia y los de Argentina, donde su comité de empresa está integrado por trabajadores combativos.
Fuenlabrada Coca Cola llama a "socializar las luchas" y Panrico siempre buscó la coordinación con otros sectores de trabajadores en lucha. La experiencia común de ambas huelgas y la búsqueda de coordinación están siendo una verdadera escuela. Su intento de superar las vallas de la división entre los trabajadores es un avance que sienta un precedente para las futuras luchas por venir. Los militantes de Clase contra Clase junto a las jóvenes mujeres de Pan y Rosas estamos apostando a que esta coordinación se extienda y se profundice en la perspectiva de que la clase trabajadora comience a dar respuestas ofensivas contra los durísimos ataques del Gobierno y la patronal.
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