No hubo mejor momento para lanzar el libro “Mujer, Estado y revolución” en Brasil. En un contexto de huelgas obreras y manifestaciones, rescatar los debates más profundos que los revolucionarios y la clase obrera rusa llevaron adelante será fuente inagotable de lecciones para la clase obrera brasilera, en especial las mujeres.
El informe presentado por la historiadora norteamericana Wendy Goldman, un estudio inédito y brillante, señala las bases materiales y científicas que confirman la tesis marxista de que la emancipación de las mujeres pasará necesariamente por una revolución obrera, abriendo espacio para la lucha incesante contra toda forma de opresión y explotación.
Los derechos que los bolcheviques proporcionaron a las mujeres no se dieron ni en las más avanzadas democracias burguesas. Fue el Partido Bolchevique el que abolió el casamiento religioso reconociendo las uniones “de hecho” con igualdad de derechos para todos los hijos; garantizó el derecho al divorcio y al aborto; instauró la educación mixta; eliminó la persecución a los homosexuales y a las mujeres en situación de prostitución; socializó las tareas domésticas con guarderías, lavanderías y comedores comunitarios. Muchos intentar negarlo, pero lo cierto es que la lucha por la emancipación de las mujeres no fue un aspecto secundario, sino una tarea central de la revolución proletaria, en medio de la guerra civil y de todo tipo de ataque de los países imperialistas contra la revolución.
Lenin decía que era necesario conquistar la igualdad no solamente frente a las leyes, sino frente a la vida. Y Trotsky, el gran revolucionario ruso junto a Lenin, decía que incluso con los avances logrados después de la toma del poder, el Estado obrero aún no había garantizado una “vida feliz” a las mujeres rusas, había aún mucho por delante. La toma del poder era solamente el comienzo de un proceso de “metamorfosis interna” de la revolución, que necesitaría avanzar a nivel internacional, y luchar internamente para poner fin a todo tipo de opresión y explotación.
Esta gran experiencia se vio afectada por el proceso de burocratización, frente al aislamiento de la revolución, encabezado por Stalin. El libro de Goldman, también incluye datos e informaciones que demuestran el derrumbe de los ideales revolucionarios a partir del ascenso de Stalin, y el retroceso que tiene lugar en el ámbito de la mujer.
Con esta nueva publicación, es tarea de los revolucionarios extraer las lecciones más profundas de la experiencia rusa y poner en pie un gran movimiento revolucionario de mujeres. Es por eso que el grupo de mujeres Pan y Rosas impulsa esta publicación a partir de las Ediciones ISKRA, en asociación con Boitempo Editorial.
Esta semana se realizaron las presentaciones y el lanzamiento del libro en la Universidad de Campinas, la Universidad de San Pablo y la Universidad Federal de Río de Janeiro reuniendo a más de 600 jóvenes y trabajadores, donde se desarrollaron ricos debates sobre la lucha revolucionaria de las mujeres, con la presencia de distintas corrientes políticas, un debate sin precedentes. Nunca se había hecho en Brasil un debate de tan profundo en relación a la lucha de las mujeres.
También el grupo de mujeres Pan y Rosas y Ediciones ISKRA tuvieron la iniciativa de invitar a Brasil a Andrea D’Atri, especialista en estudios sobre la cuestión de la mujer, fundadora de la agrupación de mujeres Pan y Rosas con presencia en Argentina, Chile, México, Bolivia, el Estado español, además de Brasil y dirigente nacional del PTS. Además de los lanzamientos organizaremos un seminario de formación para militantes de la Liga Estrategia Revolucionaria y de las agrupaciones que impulsamos con cientos de independientes (Movimiento Nuestra Clase, Pan y Rosas y Juventude As Ruas)
Los invitamos a leer y debatir el libro “Mujer, Estado y revolución” y a participar de los próximos debates y lanzamientos en universidades locales y lugares de trabajo. ¡Exigimos nuestro derecho al pan, pero también a las rosas!
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