Sin vender. La planta de Ford, en Pacheco, paró ayer y analiza si el lunes continúa sin producir./REUTERS
Cinco de las seis terminales automotrices que más unidades producen en el país, ayer paralizaron por completo su actividad: General Motors, en Santa Fe, y Fiat en Córdoba suspendieron la producción en el marco de la reducción de jornadas laborales, en tanto otras tres terminales, Ford, PSA Peugeot Citroën y Volkswagen tienen un tema adicional al de la caída de la demanda: no pueden producir porque la autopartista Gestamp, bloqueada por un conflicto gremial, dejó de entregarles piezas.
Ese conflicto en particular fue el centro, ayer, de una reunión que convocó a parte del Gabinete nacional y de la Provincia en la Casa Rosada (ver aparte).
Las perspectivas para la semana próxima, más allá de la evolución del conflicto de Gestamp, no son muy diferentes: Fiat, Peugeot-Citroén y Volkswagen ya anunciaron a sus operarios que el lunes mantendrán la suspensión de tareas.
Ford no hizo el anuncio, pero sus directivos especulaban anoche con que el lunes no podrían recomenzar la actividad hasta normalizar el abastecimiento de piezas.
En General Motors, en tanto, ya tenían programado un día de suspensión por cada semana de junio, tal como ocurrió a lo largo de este mes. Sólo que, de persistir el conflicto de Gestamp, la planta tiene piezas suficientes como para producir hasta el miércoles. Luego, de no poder renovar su inventario, también debería paralizar involuntariamente la producción.
Así, con el parate de la fábrica de camiones Iveco (ver aparte), son casi la mitad de las 11 fábricas que hay en el país las paradas, que dan cuenta de 70% de la producción.
La industria automotriz había alcanzado en 2013 un récord histórico en materia de ventas, en tanto la producción se había acercado también al máximo nivel histórico. Pero en el segundo semestre del año pasado ya venía cayendo con fuerza la demanda desde Brasil, el mercado donde en la última década confluyeron seis de cada diez vehículos producidos en la Argentina. Esa caída de exportaciones se profundizó en el primer cuatrimestre de 2014, con ventas al exterior por 106.000 unidades, contra 130.000 de idéntico período del año anterior. “El mercado se achicó y debemos ajustar la producción a la nueva realidad ”, sintetizó anoche un referente de la industria.
Por ese motivo, prácticamente todas las automotrices están aplicando suspensiones, tanto esporádicas como programadas. Hasta el momento, sólo Toyota no debió recurrir a las suspensiones, ya que la demanda desde Brasil se mantiene firme y tampoco fue afectada por la falta de entrega de piezas. Ford también venía manteniendo un nivel normal de producción, hasta que el jueves debió frenar por falta de las piezas estampadas de Gestamp.
A la caída de la demanda desde Brasil se suma el derrumbe del mercado interno, que explica entre 35% y 45% de las ventas de cada fábrica. En lo que va del año, los patentamientos retrocedieron 18% en comparación con igual período de 2013. Pero la tendencia apunta a una crisis mayor: luego de un mes de abril donde las concesionarias despacharon 30% menos de vehículos, la estadística de mayo arrojaría una caída entre 40% y 45%, según los datos preliminares que manejan las agencias.
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