Tras casi 40 años de reinado, el lunes 2 de junio el Rey de España, Juan Carlos I, anunció que abdicaba el trono en favor de su hijo el Príncipe Felipe de Borbón, generando una enorme conmoción política en el país. En medio de la crisis económica que no cesa, del hundimiento de los partidos tradicionales y el ascenso electoral de PODEMOS en las recientes elecciones europeas (y mientras continúan luchas históricas como las de Panrico o Coca Cola), la renuncia del Rey ha abierto un nuevo proceso de movilización que recuerda al gran movimiento 15M de 2011.
Sin alcanzar aún la masividad de aquél, los manifestantes vuelven a ocupar las plazas de Madrid, Barcelona y decenas de ciudades y se discuten las vías para acabar con la monarquía. Además, existe un vacío legal porque se debe promulgar una ley de sucesión para reemplazar al Rey, heredero del dictador Franco, al que Cristina Kirchner acaba de señalar como “un amigo”.
Entrevistamos a Santiago Lupe, dirigente de Clase contra Clase, organización hermana del PTS en el Estado español sobre esta nueva situación política que se abre en ese país.
¿Qué factores políticos, sociales y económicos son los que empujaron a esta abdicación histórica?
Desde el año 2008 la crisis capitalista está siendo descargada con fuerza sobre los trabajadores, la juventud y sectores populares. Somos junto con Grecia uno de los países con desempleo más alto, por encima del 25%. Los rescates bancarios se están cargando sobre nosotros en forma de brutales recortes en salud o sanidad y los gobiernos del PSOE primero y el PP ahora, están aprobando reformas que buscan liquidar las conquistas obreras.
Sobre este este panorama se desarrolla una profunda crisis de representación y del Régimen político, que tuvo como punto de arranque el movimiento de los indignados (conocido como 15M) hace ahora tres años. Todas las instituciones están tocadas. Los principales partidos capitalistas acosados por casos de corrupción y que vienen de sus peores resultados de la democracia en las pasadas elecciones europeas. El modelo territorial con la emergencia de la cuestión catalana que viene a sumarse a la vasca. Por supuesto también la Corona envuelta en casos de corrupción y que aparece como lo que es, una institución anacrónica y profundamente antidemocrática. Y todo con un telón de fondo de cientos de movilizaciones en las calles por cuestiones democráticas, contra los desahucios (desalojos) de viviendas, de la juventud como vimos estos días en Barcelona, huelgas duras como la de Panrico y CocaCola.
Esta desafección por izquierda con el Régimen surgido en el ‘78 tuvo una expresión electoral el pasado 25M, tanto en el hundimiento de los principales partidos de gobierno como por la emergencia de formaciones reformistas de izquierda nuevas, como PODEMOS que expresa a un sector del 15M y los movimientos sociales o Izquierda Unida.
¿Cuál es la imagen que hay de la monarquía española? ¿Por qué ha quedado tan expuesta y dañada?
La Monarquía española es una pieza clave del actual Régimen. El Rey Juan Carlos fue nombrado heredero a la Jefatura del Estado por el mismo dictador Franco. Fue el monarca el que piloteó la Transición, con la colaboración del Partido Comunista y el PSOE, donde consiguieron desviar el ascenso obrero y popular posterior a la muerte del dictador hacia un régimen democrático con múltiples continuidades con el Franquismo. Llevamos 39 años de reinado del heredero de Franco.
Durante décadas la figura del Rey ha sido intocable. Todos los partidos del Régimen le rendían pleitesía, e incluso los que en su programa reivindicaban la república, la defendían ”en voz baja”. Si criticabas a la Corona o hacías alguna mofa sobre ella te caía todo el peso de la ley. Muchos luchadores han enfrentado juicios penales por simplemente quemar una foto de los reyes.
Esto sin embargo viene cambiando vertiginosamente en los últimos años. La Corona ha entrado en caída libre junto al resto de instituciones y ha hecho méritos para ganarse la desafección de millones. En uno de los momentos más críticos de la crisis de deuda se descubrió que el Rey estaba de cacería de elefantes en Botswana, un rasgo de descomposición muy típico de los Borbones. Otro elemento importante ha sido la implicación de la Infanta Cristina -la hija del rey- y su marido en uno de los tantos casos de corrupción que se están destapando.
Las movilizaciones que vemos esta última semana tras la abdicación del Rey son una muestra patente de estos grandes cambios en la conciencia y de tendencias a la acción directa.
La figura del Rey nos la han vendido como decorativa, sin embargo en el caso español juega un rol fundamental. No sólo como árbitro entre los partidos, sino que es el Jefe de las Fuerzas Armadas y el garante constitucional de la unidad de España. Es decir juega un papel clave para evitar que vascos y catalanes puedan ejercer el derecho de autodeterminación. Además en el exterior los Borbones son los embajadores de oro del imperialismo español. Sus viajes por América Latina o las Monarquías del Golfo han sido claves para la obtención de contratos de expolio en favor de las multinacionales hispanas y su entrada en los procesos de privatización vividos por ejemplo en Argentina en los 90.
Quieren imponer al Príncipe Felipe VI como sucesor. ¿En qué se sustenta esta maniobra y qué posibilidades tiene de imponerse?
Felipe VI es el heredero del heredero de Franco, es decir es la continuidad directa de su padre. La abdicación quiere ser una maniobra de alto nivel para reflotar al Régimen de su profunda crisis y por esa vía apuntalar a la Monarquía. Su reinado pretende inaugurarse con mucha iniciativa política, se habla de que puede impulsar una Segunda Transición. ¿Qué quiere decir eso? Que se preparan para una reforma constitucional por arriba muy controlada, pactada entre la Corona, los partidos del Régimen y tratarán de sumar a la burocracia sindical. Cambiar algo, para no cambiar nada. Es decir un cierre de la actual crisis sin resolver las principales demandas democráticas y sociales que se expresan en la calle.
Por su puesto que la reforma constitucional no va a buscar soluciones para los graves problemas de paro, vivienda, pobreza. Éstos sólo se pueden resolver con medidas para que la crisis la paguen los capitalistas. Lo mismo para demandas democráticas estructurales candentes como el derecho de autodeterminación. De hecho la llegada de Felipe VI tiene como primer reto el desactivar el proceso soberanista catalán que tiene programada una consulta sobre su independencia para el 8 de noviembre.
Hay importantes movilizaciones por un referéndum para elegir entre república o monarquía constitucional, planteo que también toman Podemos e Izquierda Unida. ¿Cuál es la opinión de CcC sobre esto?
Nosotros hemos apoyado y sido parte de estas movilizaciones y la demanda de referéndum, para acabar con la monarquía y como un derecho democrático básico. Para esto es clave fortalecer la movilización social. En nuestra opinión las organizaciones de la izquierda deberían poner todos sus recursos al servicio de generar un gran movimiento democrático. Las direcciones de los sindicatos podrían organizar asambleas, paros, acciones en los centros de trabajo, que preparen el camino para la huelga general en contra de la imposición de Felipe VI.
Este referéndum está enmarcado para muchos sectores de la izquierda y los movimientos sociales en conseguir la apertura de un verdadero proceso constituyente, en contraposición a la reforma cocinada de la Constitución del 78 que prepara Felipe VI. Para nosotros un proceso así no va a ser “otorgado” por los Borbones ni abierto en las actuales estructuras políticas del Régimen del 78. Por eso llamamos a luchar por un proceso constituyente revolucionario, basado en la lucha de los trabajadores y el pueblo, poniendo en pie organismos de auto-organización desde los cuales imponer una Asamblea Constituyente Revolucionaria sobre las ruinas de este Régimen, elegida por sufragio universal de todos los mayores de 16 años, nativos o extranjeros y en una sola circunscripción estatal que garantice que todos los votos valen lo mismo.
Una asamblea de este tipo será la única capacitada para discutir y resolver sobre todas las grandes demandas democráticas y sociales, también el fin de la Corona. Somos parte de la lucha contra la Monarquía Borbónica desde esta perspectiva. Luchamos por una República, pero no de patrones y banqueros sino una República de los trabajadores que resuelva las grandes aspiraciones democráticas, dé solución a los grandes dramas sociales del paro, los desahucios, la pobreza y permita la libre autodeterminación de todas las nacionalidades en una Federación de Repúblicas Socialistas Ibéricas.
Comentanos sobre las últimas movilizaciones en Barcelona contra el desalojo de Can Vies y la actividad que desarrollan desde CcC
La abdicación del Rey y las movilizaciones por el referéndum y la república se dan al mismo tiempo que en Barcelona estamos viviendo una explosión de la lucha juvenil sin precedentes en la que los compañeros de Clase contra Clase estamos participando. El pasado lunes 2 de junio el Ayuntamiento desalojó y derribó un Centro Social Ocupado Can Vies, que era una parte clave de los movimientos vecinales del barrio popular de Sants. Esto provocó desde el primer día movilizaciones muy masivas de la juventud del barrio con el apoyo de los vecinos. La dura represión policial fue respondida desde el principio por la juventud que levantó barricadas y mantuvo a raya a los antidisturbios durante horas. Esto después se extendió a otros barrios y durante toda la semana se reprodujeron los enfrentamientos. Este pasado sábado tuvo lugar una masiva manifestación de apoyo a Can Vies y por la libertad sin cargo de los más de 60 detenidos -dos de ellos ya en prisión preventiva- que trasladó los enfrentamientos al centro de la ciudad. Se trata de una explosión que da cuenta del estado de ánimo entre miles de jóvenes y su disposición a la lucha, aún a pesar de que las medidas represivas están creciendo en intensidad de forma brutal.
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CLAVES
PSOE: Partido Socialista Obrero Español fundado en 1879. Cien años más tarde, en 1979, conducido por Felipe González, rompió definitivamente todo vínculo con el marxismo. Es uno de los partidos tradicionales del Régimen. Junto al PP se alternan en el poder aplicando los planes de ajuste a la medida de los banqueros y empresarios como fue el de Rodríguez Zapatero hasta 2011.
PP: Partido Popular surgido en 1989 de la fusión de varios partidos de la derecha conservadora y cristiana. Es abiertamente pro monárquico y gobierna el Estado español desde 2011 con Mariano Rajoy.
PODEMOS: nueva formación política registrada en marzo de 2014. Su principal figura es el presentador televisivo Pablo Iglesias y se apoya en un discurso contra la casta política, lo que tuvo llegada sobre un amplio sector que participó del movimiento del 15M y con el sentimiento de descontento con los partidos tradicionales. Junto a Izquierda Unida (IU, cuya principal organización es el Partido Comunista de España) es uno de los partidos más grandes de la izquierda española. En las recientes elecciones europeas alcanzaron el 8% de los votos consiguiendo 5 eurodiputados, mientras que IU obtuvo el 10% y 6 eurodiputados.
Régimen de 1978: así se denomina al sistema político que sucedió a la dictadura de Francisco Franco (1939-1975) y a la llamada Transición (1975-1978) que promulgó una Constitución heredera del franquismo. Con la complicidad de la mayor parte de los partidos políticos (la derecha, el PSOE y el PCE entre otros) y de gran parte de la burocracia sindical durante los Pactos de la Moncloa (1977), el nuevo Régimen democrático burgués restableció la monarquía de los Borbones (con el Rey Juan Carlos I) como cabeza del Estado entre otros legados de la dictadura.
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