Entrevista con Marília Rocha, trabajadora del Subte y militante de la LER-QI
En el marco de una ola de huelgas y manifestaciones que recorre Brasil a una semana del inicio del Mundial, una asamblea de 2.500 trabajadores del subte de San Pablo votó ir a la huelga por tiempo indeterminado. Se trata de un medio de transporte clave que moviliza a 5 millones de personas por día. Desde La Verdad Obrera entrevistamos a Marilia Rocha trabajadora del subte de San Pablo y dirigente de la Liga Estrategia Revolucionaria-Cuarta Internacional (LER-QI), organización hermana del PTS en Brasil, a propósito de la huelga y el conflicto que se abrió este miércoles en el subte de esa ciudad y el impacto que esta huelga pueda tener en la dinámica de las movilizaciones actuales en Brasil.
¿Cómo empezó y cómo se encuentra la huelga de los trabajadores del subte?
Este miércoles comenzó la huelga luego de la asamblea que realizamos. Hace semanas venimos movilizándonos e intentando negociar, pero la empresa solo estaba dispuesta a dar un aumento del 7,8%, que ni siquiera cubre la inflación del país. Así que luego de varias negociaciones, la empresa ofreció solo el 8,7% y casi ninguno de los otros reclamos, como el plan de carrera (ascensos), la condición de riesgo para los trabajadores de las estaciones, equiparación salarial, semana de 36hs, reincorporación de los despidos de 2007, o sea, un conjunto de reclamos importantes que la empresa se niega a negociar, ofreciendo un aumento muy bajo.
Así, la disposición de los trabajadores de iniciar una gran lucha se hizo enorme, con 2.500 trabajadores en una enorme asamblea votando la huelga. Un movimiento de esta magnitud solo se compara a las huelgas de hace años, por lo menos desde 2007 (los trabajadores de más antigüedad en el subte la comparan con la huelga de 1988). Hubo huelgas menores, como en 2012, pero duraron solo 12hs y no tenían esta fuerza.
También vale decir que esta decisión de lucha tendrá consecuencias en los métodos, en al menos una vanguardia amplia de trabajadores que participan en los piquetes y en las estaciones claves, lo que puede lograr que el impacto de la huelga se haga sentir y afecte a toda la capital en un servicio estratégico.
¿En qué contexto se da esta huelga?
La huelga se desarrolla en un contexto muy interesante para los trabajadores, dando continuidad a la recomposición de las luchas obreras del último período, bajo el estímulo de la triunfante huelga de los garís (barrenderos) de Rio de Janeiro durante el Carnaval, muchos sectores comienzan a pelear por sus demandas, configurando la mayor ola de huelgas en los últimos años, quizá décadas –combinada con acciones de masas de los sin vivienda y los pueblos indígenas, juntamente con las protestas de sectores de vanguardia de la juventud.
Paralelamente, hemos visto estallidos sociales en la periferia de las grandes ciudades, sea por las inundaciones, por la represión policial o la precariedad de los servicios públicos.
La huelga de los choferes de San Pablo, al parar la ciudad por dos días reproduciendo los métodos de organización desde las bases contra la dirección del sindicato (como ocurrió en otras categorías, como choferes de otros estados, recolectores, trabajadores de la construcción civil, etc.), instaló el debate sobre las “huelgas salvajes” en todos los medios, que ponen en evidencia una “crisis del régimen sindical”. Principalmente porque se dan en su mayoría contra las direcciones gremiales y, al ocurrir en algunos servicios estratégicos para el funcionamiento de las grandes metrópolis, ponen a la clase trabajadora y sus reclamos en el centro de la política nacional, con poder efectivo de generar crisis durante la próxima Copa.
Esto es una gran preocupación para el gobierno “progresista” de Dilma Rousseff, ya que el evento no viene generando el entusiasmo de las otras Copas, sin lograr aún un mayor involucramiento de “masas” con el evento; que tiene su contracara en el aumento de la militarización de estos servicios estratégicos, con policías y el ejército intentando de todas las formas posibles intimidar y mantener quieto al movimiento obrero. En ese contexto se da la huelga del subte, en uno de los sectores claves desde el punto de vista de los servicios y ahí radica la importancia de la huelga en el contexto nacional.
¿Qué política plantean para que los trabajadores del subte triunfen?
Hay que partir de que existen aún algunos conflictos en curso, siendo uno de los más importantes en San Pablo la huelga de las universidades estaduales paulistas (Universidad de San Pablo (USP), Universidad de Campinas, Universidad Estadual Paulista, y sectores como los del ferrocarril y los choferes que vienen de realizar huelgas.
La huelga de los trabajadores de USP (con el Sindicato de Trabajadores de la Universidad de San Pablo al frente) es ejemplar organizándose desde las bases, con un comando de huelga con delegados, que debemos implementar acá también para fortalecer nuestra huelga.
Además, debemos ligar nuestras demandas particulares con una solución de fondo para el conflicto, como la campaña que venimos haciendo por la estatización del transporte bajo control de los trabajadores en alianza con los usuarios, que son los más afectados hoy por el caos en el transporte y las condiciones precarias que las empresas ofrecen tanto a los trabajadores como al conjunto de la población.
En ese sentido, dos cuestiones son claves para el conflicto: pensar las distintas formas de levantar una gran campaña de solidaridad con los trabajadores del subte, con las distintas acciones del movimiento obrero y la juventud en los medios y redes sociales, mociones, actos etc.; y, en el mismo sentido, buscar las formas de unificar las luchas en curso (que están fuertes como las universidades estaduales) y convocar a las centrales antigubernamentales como CONLUTAS a que ponga todas sus fuerzas para que este conflicto triunfe, utilizando la próxima reunión de este viernes para votar una exigencia a las centrales de masas por un día de paro nacional, para que esta huelga pueda ser un disparador de los distintos conflictos que la burocracia sindical viene frenando y que sabemos existe la misma disposición de lucha en otras categorías, y lograr un importante triunfo de los trabajadores del subte, fortaleciendo la ola nacional de huelgas en Brasil.
|