Terminada la huelga de cinco días de los trabajadores del subterráneo de San Pablo, desde La Verdad Obrera entrevistamos a Marília Rocha activista de la gran huelga y militante de la LER-QI (grupo hermano del PTS) y una de los 42 trabajadores despedidos por la empresa, con el apoyo del gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin.
¿Cómo fue la huelga del subte de San Pablo?
Esta huelga fue una de las más importantes de la historia del subte. El mayor conflicto había durado seis días, a finales de la década del 1980 y la actual huelga duró cinco días.
Aunque los trabajadores no solo se enfrentaron con la empresa, sino con el gobierno de Geraldo Alckmin del Partido de la Social Democracia (PSDB) y una fuerte campaña desde los medios para poner a la población en contra del conflicto, la huelga se mantuvo fuerte desde el inicio hasta el final.
La huelga retomó métodos históricos de los trabajadores, haciendo actos para ganarse el apoyo de la población, repartiendo volantes, realizando piquetes para fortalecer la medida, que fueron respondidos por el gobernador Alckmin con la represión policial. En un momento clave de la huelga propusimos hacer un piquete fuerte en la estación Ana Rosa, una estación que es importante para el funcionamiento del subte y que liga conexiones de líneas, que fueron reprimidos por la policía de Alckmin y, que durante el último día de huelga terminó en la detención de decenas de activistas, siendo 13 los quedaron demorados en la comisarías durante varias horas.
En ese contexto, la huelga fue muy fuerte, mostraba una gran capacidad de lucha de los trabajadores en una situación difícil, de gran represión, a pocos días de la Copa del Mundo.
¿Cuál fue el impacto de los despidos?
El gobierno se endureció y empezó a enviar telegramas de despidos a los trabajadores para atemorizarlos. La empresa esperó a que la justicia declarase ilegal la huelga para abrir un precedente para los despidos. El domingo 8 mientras que la justicia declaraba ilegal la huelga y en medio de declaraciones contra el derecho de lucha de los trabajadores, la empresa y el gobierno aprovecharon para anunciar los despidos con un claro carácter de persecución política.
En total fueron 42 despidos. El impacto entre los trabajadores, y las vacilaciones del sindicato, llevaron a que la huelga finalizara el lunes pasado y no se retomara.
Entre los despedidos hay muchos dirigentes del sindicato, y ataques especialmente a corrientes como el PSTU y la Liga Estrategia Revolucionaria - Cuarta Internacional (que impulsa la agrupación Metroviários desde las Bases), ésta última con 7 compañeros/as despedidos.
Frente a la importancia nacional que tuvo la huelga, los despidos son un intento de Geraldo Alckmin de atacar a los trabajadores del subte para dar un ejemplo contra las movilizaciones y huelgas, intentando desmoralizar a la vanguardia de este sector, que estuvo al frente de la huelga, y de conjunto a los trabajadores en lucha en Brasil.
¿Cuál ha sido la política del Partido de Trabajadore (PT) y de Dilma en el conflicto?
La presidenta Dilma Rousseff ha tenido una política contra las movilizaciones en general, una política reaccionaria para mantener intacta las condiciones de una “Copa tranquila”, llegando a decir en su última declaración nacional “viva la paz”, en clara alusión a la crisis generada por las huelgas y las manifestaciones.
Así, durante el conflicto, el PT tuvo una línea de intentar presionar para finalizar de cualquier manera el conflicto. El mismo Lula, con el objetivo de hacer demagogia y desarmar la posibilidad de volver a la huelga por la reincorporación de los despedidos el día de apertura de la Copa, llegó a declarar que pensaba que deberían ser reincorporados. El PT de Dilma y el PSDB de Alckmin se unieron para derrotar completamente la huelga, y evitar movilizaciones de los trabajadores del subte durante el Mundial.
¿Cómo sigue la campaña contra los despidos impuestos por el gobernador Alckmin?
El gobernador Alckmin está aislado en estas medidas completamente autoritarias, generando posicionamientos contrarios de distintos sectores de la sociedad, incluso de sectores ligados al PSDB y al PT.
Recibimos apoyo de distintos sectores de trabajadores en Brasil, de la juventud y también internacionales. Acá los trabajadores de la Universidad de Sao Paulo han sido un ejemplo de solidaridad, teniendo distintas iniciativas y llegando a cortar calles por la reincorporación de los despedidos.
Internacionalmente, los compañeros de Francia, por iniciativa de la Corriente Comunista Revolucionaria, especialmente los ferroviarios en lucha, han tenido una serie de demostraciones de solidaridad. Y también de otros países como del Estado Español y de México, donde los compañeros de la Fracción Trotskista (FT) impulsaron acciones de solidaridad; en Argentina el PTS tuvo un rol destacado, trabajadores del subte y estatales, de fábricas y otros sectores obreros fueron enviando fotos de apoyo a través de las redes sociales, y el apoyo de los diputados del PTS en el Frente de Izquierda, Christian Castillo y Nicolás del Caño.
Todo ese apoyo ha sido muy importante y esperamos intensificar la campaña democrática por la reincorporación, junto a actos, como el del jueves 12 en el que pretendemos poner con fuerza, en la apertura de la Copa, la lucha por la reincorporación de los despedidos. Como decíamos en las asambleas, “nadie se queda en el camino”.
Es necesario que las centrales sindicales y las organizaciones de izquierda (PSTU, PSOL, Conlutas e Intersindical) pongan todos los esfuerzos al servicio de impulsar una fuerte campaña democrática por la reincorporación de los despedidos.
ULTIMO MOMENTO
Este miércoles 11/6 a la noche se realizó la asamblea en la cual la dirección mayoritaria del sindicato (PSTU) votó no continuar con la huelga y realizar una gran campaña por la reincorporación de los despedidos. En este momento nuestros compañeros de la agrupación Metroviarios desde las Bases, están junto a los activistas realizando un balance sobre cómo continuar la lucha por la reintegración de los despedidos, y mañana publicaremos en el sitio de la FT un primer balance de esta huelga y las lecciones que debemos sacar para seguir adelante.
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