El martes 1/7 unos 2.000 estudiantes secundarios y universitarios en Berlín en Alemania participaron de una huelga en apoyo a los refugiados (inmigrantes sin papeles). Una ex-escuela en el barrio céntrico de Kreuzberg está ocupada por refugiados desde finales de 2012. En el edificio vivían casi 600 personas en condiciones inhumanas. Los ocupantes protestan contra los campamentos para refugiados, ubicados en zonas rurales y aisladas, donde tienen que vivir después de solicitar asilo político en Alemania.
La semana pasada el gobierno del barrio de Kreuzberg, liderado por la alcalde Monika Herrmann del Partido Verde, hizo un primer intento de desalojar a los refugiados. Supuestamente era una mudanza "voluntaria" pero se presentaron 900 policías armados. Bajo esta presión policial, unos cientos de refugiados decidieron salir pero 40 subieron al techo de la escuela y amenazaron con tirarse en caso de ser desalojados.
Durante más de una semana, todas las calles lindantes fueron bloqueadas por casi 2000 policías movilizados de todo el país. Los residentes del barrio sólo podían entrar mostrando su documento. Los negocios tenían que cerrar porque no podían pasar clientes. Fue una de las operaciones policiales más costosas en la historia de la ciudad, gastando millones de euros y violando derechos democráticos elementales.
Los vecinos expresaron una gran solidaridad con los refugiados y el martes 1/7 se sumó la huelga estudiantil, casi 2.000 estudiantes secundarios y universitarios participaron en apoyo a los refugiados. En su marcha desde al ayuntamiento a la escuela, los jóvenes pasaron por la central del sindicato Ver.di (Sindicato Unido de Servicios) reclamando el apoyo a la lucha de los inmigrantes sin papeles. El sindicato se limitó a colocar una pancarta con la leyenda de "refugiados bienvenidos", pero no ofreció ningún apoyo concreto.
En la ciudad de Hamburgo unos 300 trabajadores ilegalizados ingresaron al sindicato, pero la dirección nacional bloqueó su afiliación con argumentos burocráticos. Este sector más explotado de la clase obrera no es "bienvenido" para la burocracia sindical.
Al finalizar la marcha, los estudiantes fueron atacados brutalmente por la policía con porras, gases lacrimógenos y una unidad canina: Uno tenía la nariz rota, otro tiene daños permanentes en un ojo. Justo en ese momento llegó la noticia de que el gobierno del barrio había ordenado el desalojo de los 40 refugiados todavía en la escuela. Durante el resto del día miles de personas bloquearon las calles cercanas y resistieron los ataques de la policía. Después de un día muy tenso el gobierno anunció una salida negociada, según la cual los 40 refugiados podrían permanecer en la escuela, pero prohibiendo el ingreso de nuevas personas.
Al cerrar esta nota, no está claro si los refugiados aceptarán este acuerdo, que no incluye el reconocimiento a su derecho de permanecer en Alemania. Pero su lucha por sus derechos democráticos va a continuar. Los políticos responsables del Partido Verde tienen que renunciar ya, igual que la cúpula policial berlinesa.
La Organización Internacionalista Revolucionaria (RIO según sus siglas en alemán, sección alemana de la FT-CI) impulsó la organización de la "juventud contra el racismo, la guerra y la deportación" junto a otros grupos de izquierda e independientes para organizar dos huelgas estudiantiles (en febrero y ahora en julio) en solidaridad con los refugiados.
También en otras ciudades alemanas hubo concentraciones en apoyo a los refugiados y en la ciudad de Múnich los manifestantes ocuparon la sede del Partido Verde.
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