Por Eugenia Victoria [1]
Mientras aumentan las manifestaciones en solidaridad con la población de la Franja de Gaza, el Gobierno de Hollande sostiene su apoyo al Estado de Israel y busca impedir que se expresen las muestras de solidaridad con el pueblo palestino.
Este miércoles una nueva movilización en Paris reunió a decenas de miles de personas bajo las consignas “Israel asesino, Hollande renuncie”, “Viva Palestina, viva la resistencia”.
Mujeres, niños, jóvenes y ancianos denuncian la complicidad del gobierno del Hollande-Valls con el Estado de Israel, así como el avance del Partido Socialista en criminalizar la protesta. La prohibición en sí de este evento fue también lo que alentó a la gente a salir a las calles, indignada por el escándalo de la represión que se desató durante la manifestación del 15/7, que sólo sirvió para salir con mayor fuerza bajo la consigna “Israel asesino, Hollande cómplice!”.
La posición del gobierno abrió una importante brecha en el PS. Luego de criticar la manifestación en solidaridad con palestina del sábado pasado, unos treinta eurodiputados socialistas se sumaron a la que se desarrolló el día de ayer en Paris. Antes de unirse a la movilización explicaron mediante un comunicado su postura diciendo que “juntos, tenemos la responsabilidad de usar nuestra libertad de expresión y nuestro derecho a la protesta pacífica”.
El 19/7 en Toulouse, el alcalde Moudenc y su policía declaró ilegal la manifestación en la Plaza del Capitolio, donde habían quedado confinados por la policía. Luego de varias rondas, los jóvenes manifestantes decidieron de forma espontánea no hacer caso a la prohibición y movilizarse. La policía se vio desbordada y los manifestantes lograron atravesar las calles del centro de la ciudad gritando “Palestina vive, Palestina vencerá”, “Israel asesino, Hollande cómplice!” y “Gaza, Gaza, Gaza, Toulouse está con vos!”. La única organización política que desafió la prohibición y no abandonó las denuncias de complicidad entre Francia e Israel fue el Nuevo Partido Anticapitalista, del cual son parte nuestros compañeros de la Corriente Comunista Revolucionaria que vienen participando de las movilizaciones en París y Toulouse. Por este motivo el NPA fue acusado por un dirigente del Consejo Representativo de las Instituciones Judías en Francia (CRIJF), o por la autoproclamada Oficina Nacional de Vigilancia contra el Antisemitismo (ONVCA).
Frente a esta situación el gobierno de Hollande por un lado habla de su indignación con el Estado de Israel, pero no dice ni una sola palabra sobre la Liga de Defensa Judía, organización de extrema derecha que ataca físicamente a aquellos que se manifiestan en apoyo al pueblo palestino. Por el contrario, habla de un “antisemitismo que toma una nueva forma” y dice que no va a tolerar ningún acto, ninguna palabra que haga resurgir el antisemitismo y el racismo.
Las organizaciones que representan al movimiento obrero deben estar en la primera línea del combate contra la política imperialista del Estado de Israel en Palestina, enfrentándose contra el Gobierno del PS cómplice y su tentativa de criminalizar el apoyo a nuestros hermanos palestinos.
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