En la madrugada del martes 5 de agosto miembros del colectivo London Palestine Action pusieron cadenas en la entrada de la fábrica UAV Engines Limited y se subieron al techo en protesta por los ataques contra Gaza forzando de hecho al cierre de las instalaciones.
Ubicada en Shenstone, cerca de Birmingham, UAV es propiedad de Elbit Systems, la empresa de armas más grande de Israel. Durante las 40 horas que duró la acción los activistas emitieron comunicados desde el techo denunciando que UAV fabrica motores para vehículos aéreos no tripulados, o drones, y plataformas para misiones únicas de este tipo de vehículos que se exportaron a Israel en 2010, 2011 y 2012 y que son empleados para el ataque contra la población civil en la masacre actual.
Las demandas exigían el cierre de la fábrica y el fin de todo tipo de comercio y cooperación militar con Israel, además, como parte de la protesta en el techo de la fábrica han desplegado dos pancartas con los mensajes: “Elbit arma – Israel mata” y “Reino Unido: Basta de armar a Israel”. Según Amnistía Internacional los motores que se producen en estas fábrica fueron utilizados para atacar a la población civil en Gaza en 2008 en la operación Plomo fundido [1] .
Además de esta medida, los activistas desplegaron la bandera “Reino Unido: Basta de armar a Israel” en el Puente de Westminster a unos metros del parlamento británico, como parte de la campaña de protesta por el apoyo directo brindado por el gobierno de Gran Bretaña a Israel.
En el polo opuesto del espectro político, la oposición a los ataques al pueblo palestino llegó de la mano de la renuncia de la baronesa Sayeeda Warsi, que era la segunda después del Primer Secretario de Estado para los Asuntos Exteriores (Ministro de Asuntos Exteriores). Warsi, de origen musulmán paquistaní y del distrito de Yorkshire, con fuerte presencia de la comunidad musulmana., dijo que su renuncia se debía a que no podía seguir apoyando la política del gobierno en Gaza. En el momento del nombramiento de Warsi, el primer ministro David Cameron presumió de contar entre su equipo con una mujer de origen musulmán. Además de la renuncia de esta alta funcionaria, la alianza conservadora- liberal demócrata atraviesa fricciones debido a que algunos miembros del partido Liberal, entre ellos su lider Nick Clegg, vienen ejerciendo presión para que se imponga un embargo de armas a Israel.
Por su parte, el jefe de la oposición, Ed Miliband, tímidamente empezó a separarse de la política de apoyo a Israel – luego de 20 días de ataques y más de 1,800 muertos y miles de víctimas, la mayoría civiles.
Pero la oposición también se expresa por abajo, en algunas regionales sindicales se votó la moción de impulsar acciones de boicot a productos de Israel. Entre los activistas del sindicato de docentes universitarios se empezó a discutir retomar la política de Boicot a las universidades israelíes por el rol que juegan al brindar apoyo técnico e ideológico para justificar los ataques en Gaza, además muchas de estas instituciones se encuentran construidas en lo que son tierras que pertenecen al pueblo palestino. Por ser receso universitario esta medida no podrá efectivizarse de momento. En otros sindicatos se concretaron lazos de hermanamiento con sindicatos en Palestina.
Gran Bretaña ha estado profundamente involucrada en el destino del pueblo Palestino, en el pasado al ocupar sus tierras y en el presente con su apoyo al estado sionista.
Sin duda, estamos viendo un revivir en el movimiento contra la guerra como lo expresan acciones que seguramente cobrarán un nuevo aliento en la marcha nacional convocada en Londres para el sábado 9 de agosto, la tercera marcha nacional desde el inicio de los ataques de la operación Borde Protector. La marcha se suma a las múltiples acciones de protestas a la política del gobierno que demandan: ¡Alto a los ataques! ¡Fin a la ocupación! ¡No a la venta de Armas! ¡Ruptura de las relaciones comerciales con Israel! Y por ¡Una Palestina Libre!
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