Más de 80 mil estudiantes y trabajadores volvimos a las calles este 21 de agosto. Masivas marchas coparon las principales arterias de importantes ciudades del país en reclamo por la gratuidad educativa. Dos mil personas en la ciudad de Antofagasta, en el norte, cuatro mil en Temuco y tres mil en Concepción, en el sur.
Las cifras son irrefutable indicador que el movimiento estudiantil chileno continúa siendo un movimiento de masas en su lucha por una educación gratuita y estatal, demanda implantada en las movilizaciones del 2011.
La movilización fue convocada por la Confederación de Estudiantes Universitarios (CONFECH), la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) y los docentes organizados en el Colegio de profesores.
Las demandas fueron nuevamente contra la precariedad laboral docente y contra la educación de mercado, expresando también un fuerte descontento con la reforma educativa promovida por la presidenta Michelle Bachelet.
Esta convocatoria estuvo antecedida por la protesta de los estudiantes secundarios que ocuparon siente establecimientos educacionales en contra de la ley que criminaliza las “tomas” en los liceos de la comuna de Santiago.
La prensa chilena hablo de masivas marchas, diversos enfrentamientos con la policía y fuertes criticas a la reforma educacional propuesta por el gobierno. Fue a la luz de todos los medios, una nueva demostración de fuerzas del movimiento estudiantil que a cuatro años de las masivas movilizaciones del 2011 siguen levantando las banderas de su histórica lucha.
|