Este lunes 1 de septiembre ha entrado en funciones Réna Dourou, del partido de la izquierda reformista griega Syriza, en la región de ática. Esta región clave, la más grande de Grecia donde se concentra el 40% de su población, se convierte en el campo de experimentación con el poder de esta gran formación de la izquierda griega.
Rena Dourou había sorprendido a todos al ganar el 25 de mayo, con el 50,8% de los votos por delante del presidente saliente, un socialista que contaba con el apoyo del Gobierno de coalición del conservador Antonis Samarás.

Su triunfo en una región como la ateniense tiene una enorme importancia simbólica, en la medida que desalienta a la clase burguesa y aumenta la crisis de su hegemonía política.
A su vez, ha despertado importantes expectativas en los trabajadores y sectores populares, en el marco de que Syriza, frente a la debacle del gobierno actual, llama a elecciones legislativas anticipadas. Esto podía apreciarse en la alegría y la conmoción de los residentes de Ano Liosia, una zona muy popular de la periferia ateniense donde en un acto en un gimnasio común cuidadosamente elegido prestó juramento el pasado miércoles 27.

Pero después de la jura y a días de asumir, esta dirigente de la izquierda griega ya empezó a mostrar la gran precaución con que se apresta a administrar el gobierno regional. En el tema del desempleo, por ejemplo, mientras que el 30% de la fuerza laboral está desempleada en ática, la nueva presidenta regional recordó: “Yo nunca prometí que iba a resolver el desempleo. Yo dije que iba a tratar de asignar fondos de la Unión Europea para proyectos que no agraven el desempleo. Esto muestra a qué nivel pongo la barra... Yo sé que este discurso poco romántico ha desestabilizado a una parte de mi formación, pero he trabajado trece años en el sector privado y soy realista." Y por si no fuera claro, concluyó: "Voy a trabajar respetando mis valores de izquierda, pero a la cabeza de la región, uno tiene que ser pragmático". Una muestra más de la rápida socialdemocratización y giro a la derecha de Syrisa, con sus cada vez más frecuentes y cálidas reuniones con la Asociación de Patrones Industriales de Grecia.

Cuando en varios países europeos, en especial en el Estado español se hacen enormes ilusiones con la posibilidad de que las nuevas formaciones de la izquierda reformista, como es el caso de PODEMOS ganen varias municipalidades, es bueno ver el ejemplo avanzado griego para ver lo limitado de estas políticas. Mientras la burguesía no duda en hacer descargar la crisis brutalmente sobre los trabajadores, como lo muestran los retrocesos brutales que han tenido Grecia y el Estado español desde que comenzó la crisis, la nueva izquierda reformista solo ofrece medidas totalmente timoratas que no van a solucionar ninguno de los padecimientos de la población.