¡Si los obreros gobiernan las fábricas, pueden gobernar el país!
Expresamos nuestra solidaridad con los trabajadores en lucha de la imprenta Donnelley en Buenos Aires, quienes la han ocupado después de su cierre ilegal y la han puesto a producir bajo control obrero.
Enviamos también nuestro apoyo a los obreros de LEAR que luchan por su reincorporación.
Los trabajadores de Neupack organizamos la huelga más larga en la historia reciente de Alemania. Durante nueve meses luchamos contra la precarización en nuestra empresa, los bajos salarios, los contratos precarios, la división entre el personal permanente y los trabajadores temporales y por un convenio colectivo.
En mi contra la empresa promovió despidos sin preaviso y presentó una denuncia de lesión corporal – acciones que han sido rechazadas por la justicia. Sin embargo la justicia legitimó la contratación de carneros y restringió los piquetes.
Hemos recibido la solidaridad desde Argentina. Sabemos qué significa la solidaridad internacional con los trabajadores que defienden sus derechos. A partir de nuestra lucha, y la solidaridad internacional que hemos recibido, pudimos alcanzar algunas de nuestras demandas.
Seguimos la evolución de lo que está pasando en Argentina. Condenamos la colaboración abierta entre el SMATA y los patrones de Lear Corp. contra los trabajadores clasistas. La readmisión de trabajadores y la comisión interna fue respaldada por varias medidas de lucha. LEAR y SMATA no pueden actuar de manera arbitraria.
¡Basta de represión a los trabajadores!
Los trabajadores de Donnelley han presentado una salida ante los despidos masivos, poniendo a producir la fábrica sin patrones, bajo su control. Apoyamos las medidas que en Argentina el PTS (Partido de los Trabajadores Socialistas) realiza demandando en el parlamento y en las legislaturas la expropiación de toda fábrica y empresa que cierre y despida, bajo control de los trabajadores.
Cada triunfo en la Zona Norte del GBA – donde transcurren las luchas de LEAR y Donnelley – y en Argentina es un triunfo de toda la clase obrera mundial. La clase obrera mundial unida es invencible, porque el poder real no es de los capitalistas, sino de los trabajadores.
Murat Güneş – delegado del comité de empresa de Neupack, Alemania
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