PSOL recibe dinero de grandes empresas y va en alianzas con los partidos de Dilma y Marina en algunos Estados del país
En estas elecciones el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) de Luciana Genro vuelve a recibir 15 mi reales de la quinta mayor red de hipermercados del país, el grupo Zaffari. Esto no es novedoso. En las elecciones anteriores este partido recibió dinero de la empresa Gerdau, uno de los mayores monopolios de acero de Brasil; de Marcopolo, una de las mayores industrias de fabricación de ómnibus; de Taurus, una de las mayores empresas de armas del mundo y de otras empresas que financiaron la candidatura de Edimilson Rodrigues para la intendencia de Belém en 2012.
Alianza con partidos capitalistas en los Estados
La principal figura parlamentaria del PSOL, el senador Randolfe Rodriguez, que había sido consagrado por el partido como candidato a presidente en esas elecciones y posteriormente cedió su lugar a Luciana Genero, tiene como “feudo” electoral al Estado de Amapá. En este Estado, el candidato del PSOL va como vicegobernador en la lista de Camilo Capiberibe, miembro del Partido Socialista Brasileño (PSB) de Marina Silva, actual gobernador y candidato a la reelección en una coalición con el PT de Dilma.
En Pernambuco, el PSOL va en coalición con el Partido de la Movilización Nacional (PMN) conocido por su apoyo a Collor de Mello. En estas elecciones, el PMN integra la coalición en el plano federal nada menos que de Aécio Neves.
En Alagoas, el PSOL de Heloísa Helena también recibió apoyo del Partido de la Socialdemocracia Brasileño (PSDB). Pero dada la histórica proximidad con Marina Silva, no debería sorprendernos que también reciba de ella alguna ayuda.
Gobierno al servicio de los capitalistas en Macapá
En Macapá, capital de Amapá, el PSOL electo en 2012 en una coalición con el Partido Comunista Brasileño (PCB), el Partido Popular Socialista (PPS), el Partido Verde (PV), el Partido de la Movilización Nacional (PMN), el Partido Renovador Laborista Brasileño (PRTB), el Partido Laborista Cristiano (PLC) con apoyo del partido Demócrata (DEM) y del PSB, gobierna junto a los más variados partidos burgueses, respetando la llamada “Ley de Responsabilidad Fiscal” que es la ley que obliga a los gobiernos a no gastar los recursos públicos en salud, educación, transporte, saneamiento básico y vivienda, con el fin de garantizar esos recursos al pago de intereses y amortizaciones de deudas con los grandes millonarios e inversores internacionales que parasitan al país. Con tal fin, reprimió con la guarda civil municipal a los profesores en huelga por mejoras salariales y en defensa de la educación.
Candidatos reaccionarios
La “frutilla del postre” del PSOL son los candidatos reaccionarios que han tomado estado público en estas elecciones, concentrados curiosamente en la ciudad de Río de Janeiro: la sionista Solage Pachecho que defendió al Estado de Israel frente a las masacres en Gaza; el policía militar Paulo Ramos sobre el cual pesan denuncias de vínculos con grupos de exterminio; y el pastor homofóbico Jefferson Barros.
Desmintiendo el discurso de Luciana Genro
Luciana afirma que su candidatura es “de enfrentamiento con los bancos”, que para ello hará una “auditoría de la deuda pública” y “aumentará los impuestos a las grandes fortunas”. Pero el gobierno del PSOL en Macapó “reza el rosario” del capital financiero y gobierna en armonía con los capitalistas. Luciana dice que no acepta dinero de empresas y multinacionales y defiende el financiamiento público de la campaña. Pero ¿qué son entonces la Gerdau y las empresas que financian la candidatura de Edmilson en Belém? Afirma ser la voz de las manifestaciones de Junio pero la Marcopolo lucra exactamente con el sistema privatizado de transportes. Se posiciona contra el genocidio sobre la juventud negra en las favelas pero tal genocidio es llevado adelante con armas de empresas como la Taurus. Cada centavo que proviene de estas empresas se obtiene de la explotación de sus trabajadores. Afirma estar en contra de la precarización del trabajo pero en el Congreso apoyó la Ley de Supersimples, que autoriza a las pequeñas y medianas empresas a flexibilizar los derechos laborales.
La política de conciliación de clases del PCB de Mauro Iasi
El PCB, que lanza la candidatura de Mauro Iasi en algunos estados se alió al PSOL y/o al PSTU, también busca arrastrar los votos de la juventud y de los trabajadores intentando vender la imagen de un partido “socialista” y defensor de la “revolución social”. Estas palabras no dejan de ser un engaño en un partido que pasó a la historia como sepultero de revoluciones, aliándose a diversos políticos y gobiernos capitalistas como el de Getúlio Vargas, Antônio Ermírio, Moreira Franco, Quércia y Lula. Y que recientemente participó de la coalición electoral con el PSOL y varios partidos capitalistas a la intendencia de Macapá, en 2012, incluso asumiendo una secretaría en el gobierno. En el plano internacional, el PCB apoya al dictador Assad de Siria, así como apoyó al fallecido dictador Kadafi en Libia.
Este partido por más verborragia roja que destile en la TV y en las radios, no puede esconder que mantiene su estrategia conciliadora de búsqueda de “sectores burgueses progresistas”, para construir gobiernos en alianza con la burguesía. Si todavía aparece como de “izquierda”, intentado ilusionar a los jóvenes y trabajadores que se sienten traicionados por el PT y ven el declive del PSOL como un partido integrado al régimen, es por la falta de una verdadera alternativa clasista y revolucionaria.
Ningún voto a los partidos que defienden la conciliación entre trabajadores y patrones
Para el PSOL y el PCB el “socialismo” es solo una palabra de izquierda para encubrir su política de buscar sectores de la burguesía con los cuales puedan gobernar sin romper con el régimen capitalista, sin tocar la propiedad privada, los intereses de los grandes capitalistas y del imperialismo. No dejan de ser expresiones de la estrategia del PT. Por eso, cuando llegan al gobierno como en Macapá, actúan igual que el PT e incluso que los mismos partidos burgueses.
Muchos jóvenes y trabajadores que rechazan votar al PT, al Partido Comunista de Brasil (PCdoB) y a otros partidos capitalistas piensan votar a estos dos partidos como si fuesen alternativas. Sin embargo, por la experiencia ya demostraron que no están al servicio de fortalecer la lucha de la juventud y de los trabajadores. Por el contrario, alimentan la conciliación de clases y el escepticismo frente a la impostergable tarea de organizar y reagrupar una izquierda clasista y revolucionaria. Por eso debemos rechazar el voto a estos partidos.
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