En el último tiempo, se viene desarrollando un debate en la izquierda sobre el camino para conquistar el reagrupamiento de la vanguardia antiburocrática y combativa del movimiento obrero.

En una reunión del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) llevada a cabo el 25/9 a instancias nuestra, planteamos nuevamente la propuesta de realizar un encuentro o congreso común en base al programa y los métodos del 1° de Mayo. Ese día realizamos un acto unitario entre las corrientes que integramos el FIT y quienes impulsamos el Encuentro del Sindicalismo Combativo (ESC).

El PO insiste en su convocatoria al “Congreso del movimiento obrero y de la izquierda” organizado por ellos solos. Rechazan la propuesta de hacerlo en base al documento acordado por todos el 1° de mayo, insistiendo en que la base debía ser un Manifiesto del FIT del año pasado. Repitieron el planteo por el cual se negaron a impulsar el Encuentro de Atlanta. Proponen que “nos sumemos” sin más a su “Congreso”. Un ultimátum sectario.

Por su parte, Izquierda Socialista (IS) quiere un nuevo ESC, pero en chiquito. En dicha reunión se negó rotundamente a la propuesta que llevamos como PTS. Desde su prensa y en volantes están convocando a una “Nueva reunión nacional del Encuentro Sindical Combativo” para el 25/10. Han resuelto convocarlo en forma unilateral, bajo la denominación del ESC, en algún caso agregando “Atlanta”. Es inadmisible.
Hemos sido respetuosos de todo lo votado luego de Atlanta. También hemos tenido diferencias respecto a la intervención y el apoyo a las luchas. Los compañeros Sobrero y Santillán, por ejemplo, no estuvieron en el importante encuentro de trabajadores en lucha encabezado por Lear, Donnelley y Emfer. Pero estas no impidieron que sacáramos una declaración común frente al paro del 28 de agosto. En los encuentros regionales que organizamos en común (Norte, CABA, Oeste) se votó impulsar un gran encuentro nacional unitario que convoque a todas las corrientes que se reivindican clasistas. Entendemos que esto significa profundizar la unidad lograda el 1° de Mayo, y que en eso debíamos empeñar los esfuerzos. IS está en su derecho de no acordar. Pero si no hay acuerdo nadie puede atribuirse el nombre. Elemental.
El PO, después de muchas vueltas, en su prensa dice que: “De todos modos, si el PTS propone ‘volver al 1° de Mayo’, nosotros respondemos: hagámoslo bien, no en una forma improvisada cuyos resultados conocemos. Que el Frente de Izquierda presente un documento, blanco sobre negro, a la discusión con el conjunto de corrientes interesadas, y se abra una discusión con plazos precisos”.

Nos parece muy bien. Es el método en el que venimos insistiendo. No es lo que han hecho con su “congreso” del 8/11. Avancemos en una convocatoria unitaria a los sectores antiburocráticos (sin corrientes como el MST y el PCR, orgánicas a la conducción de la CTA Micheli), los clasistas y la izquierda, tomando la iniciativa desde el FIT. Que ese encuentro o congreso funcione con plena democracia y sea acordado entre todos, en especial junto a los delegados y comisiones internas que han ganado prestigio en las luchas.

Retomemos el camino bajo las consignas del 1° de Mayo donde se resaltaba la “independencia política de los trabajadores”. Sin dudas, nosotros defendemos la lucha por el gobierno de los trabajadores, pero PO lo quiere poner como “condición” para un encuentro del movimiento obrero combativo en lugar de debatirlo con las eventuales organizaciones convocantes (no figuraba en la convocatoria del 1° de mayo). Es evidente que, para “hacerlo bien”, no “en forma improvisada”, dicho congreso o encuentro no puede ser el del 8 de noviembre, que el PO ha decidido hacer solo.
Si trabajamos seriamente hacia un congreso o encuentro unitario, cada partido o agrupamiento sindical podrá hacer su propio evento, pero dentro de una perspectiva que fortalecerá a los sectores combativos y antiburocráticos del movimiento obrero y al propio FIT.