La crisis sanitaria en África no es nueva. Las terribles condiciones de vida y la ausencia de un sistema de salud adecuado son las principales causas de la emergencia de epidemias como el ébola, y de la persistencia de enfermedades endémicas que se cobran miles de vidas año tras año. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional son responsables de las políticas de ajuste que impidieron el desarrollo social y económico del continente durante los últimos 30 años.
En la década de 1960, luego de que la mayoría de los países de África conquistaran finalmente su independencia, se abría un período promisorio para este pueblo oprimido durante siglos. Por fin lograban su autonomía y la economía empezaba a avanzar. Sin embargo, el FMI y el BM iban a meter la cola. El desarrollo del África subsahariana quedó truncado, y millones de personas han muerto desde entonces a causa del hambre, la pobreza y las enfermedades prevenibles.
La deuda originaria
Como muestra la investigación del sociólogo OgohAlubo,la economía de los países africanos luego de la independencia continuó en manos extranjeras. La mayoría de las compañías que explotaban los recursos naturales y la fuerza de trabajo pertenecía, luego de 1960, a capitales provenientes de los países que años antes habían dominado el país. Se pasó del colonialismo puro y duro al neo-colonialismo.
Alubo también expone cómoya hacia el año 1985 44 de los 52 países que conformaban la Organización para la Unidad Africana habían tomado créditos del FMI.Para 1990 los 52países estaban endeudados. Atados a los créditos vinieron los planes de ajuste y liberalización de la economía, que incluían recortes en salud y subsidios, desregulación del mercado y devaluación de la moneda. El FMI y el BM no sólo impusieron estos planes, sino que se encargaron de supervisar y controlar los bancos centrales y organismos del estado que los llevaron a cabo.
Las consecuencias
Las condiciones de vida del pueblo africano se deterioraron fuertemente y en muchos países –Algeria, Liberia, Túnez y otros- surgieron protestas contra los ajustes del FMI, que fueron duramente reprimidos. Sólo para dar un ejemplo, en Nigeria y Zaire se duplicó el costo de la comida entre 1986 y 1987, mientras que en Sierra Leona se cuadruplicó.
El deterioro en el sistema sanitario se manifestó en varios aspectos. Por un lado, hubo un desvío hacia el tratamiento de las enfermedades en lugar de orientar los esfuerzos hacia la prevención (algo que implicaba transformar las condiciones de vida de la población). Por otro lado, la dependencia hacia materiales y medicamentos de fabricación extranjera fue un denominador común en todos los países excepto Egipto y Sudáfrica. La atención sanitaria se dirigió a asistir a las élites de gobierno y los extranjeros.
Otras consecuencias de las directrices económicas del FMI y el BM fue que, debido al desfasaje cambiario y a la falta de inversión, la provisión de agua potable se redujo en forma generalizada. Aunque en los años posteriores (sobre todo luego de 1990) se recuperó parcialmente, el porcentaje de la población que hoy tiene acceso al agua potable está entre un 60% y un 75%.
A partir de los años 80 las desigualdades en el ingreso revirtieron su curva descendente. En el cuadro se muestra el coeficiente de Gini-el índice más aceptado para medir las desigualdades- y se ve que luego de una evolución favorable en los ´70s y principios de los ´80s –curva descendente- la liberalización de la economía que comenzó a mediados de los 80s trajo mayor desigualdad.
La crisis sanitaria en África no es nueva. Las terribles condiciones de vida y la ausencia de un sistema de salud adecuado son las principales causas de la emergencia de epidemias como el ébola, y de la persistencia de enfermedades endémicas que se cobran miles de vidas año tras año. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional son responsables de las políticas de ajuste que impidieron el desarrollo social y económico del continente durante los últimos 30 años.
Una política dictada por el capital internacional
El contexto histórico es clave para entender las políticas impuestas por los organismos de crédito internacional. Hacia finales de los 70s la economía capitalista mundial estaba entrando en una crisis de rentabilidad con el agotamiento del ciclo de crecimiento de la segunda post-posguerra. Esto produjo un desvío de capitales de la economía real a la economía ficticia: el mercado financiero. Las ganancias que ofrecían los préstamos marcaron el rumbo de las inversiones. Los inversores pusieron el ojo sobre los estados de los países subdesarrollados como clientes preferidos. Gobiernos corruptos e ilegítimos fueron cómplices al endeudarse con los organismos internacionales y fondos de inversión, atando a pueblos enteros a la subordinación económica y política durante décadas. La historia de África durante esos años es comparable a la historia de América Latina.
La economía de Sierra Leona, Guinea y Liberia hoy
Observemos más de cerca a los 3 países africanos donde el ébola está haciendo estragos.
En Sierra Leona dos tercios de la población viven de la agricultura de subsistencia, sin margen de maniobra, y un 70 % de la población está por debajo de la línea de la pobreza.Sin embargo, esta actividad, vital para la supervivencia de la población, también está siendo amenazada.
Elisa da Vià cuenta queen 2008 la compañía suiza Addax&OryxGroupconsiguió un contrato para explotar 40 mil hectáreas en el área de Makeni, Sierra Leona. Los pobladores salieron de las chozas sin luz ni agua y firmaron el contrato con sus huellas digitales. La compañía se comprometió a generar 2 mil puestos de trabajo y a no perjudicar el riego de las plantaciones de arroz, indispensables para la supervivencia de la comunidad. Cinco años más tarde, solo se han creado 50 nuevos empleos, y la actividad de la empresa (producción de biodiesel) ha dejado sin agua a gran parte de las plantaciones.
Este caso no es una excepción. En los países de África (y en menor medida también Asia y Latinoamérica) existe un proceso de apropiación (“acumulación por desposesión”) de tierras de uso comunitario por parte de las compañías multinacionales. Hacia 2011 se calculaba que cerca de 50,7 millones de hectáreas habían sido apropiadas por compañías a través de contratos fraudulentos o simple apropiación.
La segunda actividad en importancia es la minería, una industria fuertemente dominada por capitales extranjeros. En los últimos años, un puñado de gigantes multinacionales de la minería se disputa la explotación de los recursos en la región de Africa Occidental como si fuera un botín: entre ellas BSG del multimillonario israelí BenySteinmetz, la brasileña Vale, y las británicas Río Tinto y BHP Billington. De estas inversiones millonarias, el pueblo africano solo recibe migajas, y el ciclo se perpetúa.
Los responsables
Todas estas actividades han sido posibilitadas e incentivadas por el FMI y el Banco Mundial. La liberalización de la economía permitió a las empresas hacer uso de la mano de obra más barata del planeta. Los efectos nocivos sobre la salud y el bienestar de las medidas de austeridad impuestas por el FMI han sido bien estudiados y documentados. Stuckler y Basuen su libroEl cuerpo económico: ¿Por qué la austeridad mata?echan luz sobre casos de relevancia internacional, como el aumento en un 200% en los casos de VIH-SIDA en Grecia a raíz de un recorte -obedeciendo los dictados de la Troika- a un programa de la OMS que proveía agujas a los drogadictos endovenosos.Otros trabajos han relacionado los préstamos del FMI con mayor incidencia de tuberculosis.
En fin, no es casualidad que la epidemia de ébola haya aparecido en África, simplemente porque de los 26 brotes de ébola que han ocurrido en la historia 24 se han originado en Africa y 2 en Filipinas. Las causas de su emergencia son las mismas que hacen que medio millón de personas mueran por malaria cada año y que la principal causa de muerte infantil sean las diarreas por falta de agua potable.
El FMI y el BM han dejado su huella en el continente africano y hoy se esfuerzan por ocultarla.
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