Las pasadas elecciones pusieron en evidencia lo que ya veníamos afirmando reiteradamente en diversos artículos, que el MAS, con Evo Morales y García Linera a la cabeza, ha contribuido estos años al restablecimiento del orden de dominio al servicio de la burguesía, terratenientes y trasnacionales.
Hoy en forma creciente las clases dominantes se encuentran cada vez más seguras de sí y retornan paulatinamente a la administración estatal gracias a la labor de reconstrucción del andamiaje institucional llevado adelante con la Asamblea Constituyente y con la pasivización del movimiento de masas sobre la base de una favorable coyuntura económica que aceitó todos los mecanismos de cooptación estatal de las organizaciones sindicales y sociales.
Las pasadas elecciones pusieron en evidencia el importante retroceso electoral sufrido por los candidatos y candidatas del MAS en algunas alcaldías y departamentos estratégicos, como La Paz, El Alto y/o Cochabamba. No mencionamos lugares que son coto cerrado de caza de la derecha regional como Santa Cruz o Beni, ya que no es ahí donde se observan los cambios sino precisamente en los lugares y regiones donde el MAS ya venía administrando gobernaciones o municipios. Sin embargo, estos resultados que expresan un relativo malestar de los votantes con los administradores del partido de gobierno, hoy se ha expresado en un voto por las expresiones políticas de la vieja derecha, no existiendo elementos que indiquen que esto expresa una evolución a izquierda o de ruptura política con el partido de gobierno en un sentido independiente, más allá de las necesidades subjetivas u objetivas de la carenciada población alteña.
La tendencia a la estabilización del régimen llamado “Estado Plurinacional”
Como parte de la campaña para sacar al movimiento de masas el gobierno estos años hizo gala de un despliegue publicitario sin precedentes afirmando que con la nueva constitución se ponía en marcha un nuevo tipo de Estado, un Estado inclusivo y democrático. Con la ayuda de algunas representaciones políticas burguesas en la Asamblea Constituyente y con la ventaja de una favorable situación económica que permitió lidiar con los apetitos de burócratas sindicales e indígenas se logró que la gran política dejara de estar en la calle, como había sucedido desde la Guerra del Agua en Cochabamba hasta el 2005 que cae Carlos Mesa. A partir de ese momento las clases dominantes con la fundamental colaboración del MAS y diversas burocracias sindicales empezaron a montar un nuevo orden de dominio burgués: una nueva institucionalidad Estatal que permitiera que la burguesía y las trasnacionales pudieran llevar adelante importantes negocios sin los sobresaltos de toda la primera mitad de la década pasada, que superara el régimen de la democracia pactada del ciclo neoliberal y el “régimen partido” del 2006- 2008. El capital, ahora sí, podía “reproducirse” de una manera más normal y con seguridad.
Las elecciones del pasado 29 de marzo ponen en evidencia que la labor desplegada por el MAS, al principio en soledad y hoy con el concurso de diversas fuerzas burguesas ha sido un éxito. Hoy se evidencia como ese proceso de poner en pie un nuevo orden de dominio que cuente con el consenso de franjas de clases medias acompañado de la pasividad de la clase obrera sea una realidad. Que pierda el MAS pero que la institucionalidad puesta en pie estos años se fortalezca es una muestra de lo conquistado por la burguesía.
La debilidad de la clase obrera como factor independiente
En estas elecciones además se pudieron evidenciar claramente los lugares donde el MAS ha sido derrotado, formaciones políticas de derecha, encabezadas por patrones y empresarios del viejo ciclo neoliberal se hacían con el timón de mando.
Lamentablemente la clase obrera no pudo presentar una alternativa independiente que educara y peleara por una posición obrera y socialista en estas elecciones. El Partido de los Trabajadores (PT), mandato del XV congreso de la Central Obrera Boliviana (COB) no tenía la fuerza para presentarse luego de la defección de los dirigentes de las organizaciones más importantes y de la persecución política lanzada contra la izquierda obrera que defendió la necesidad del PT.
Recuperar los sindicatos con democracia obrera e independencia política de los trabajadores
En este nuevo escenario en que se evidencia un profundo divorcio entre el “jefe” Evo Morales y el resto de su partido, en momentos en que el desgaste de tres gestiones de gobierno se empieza a sentir, y en momentos en que se agota la bonanza económica con el inicio de la caída del precio de las materias primas, corresponde redoblar esfuerzos para reagrupar a los y las trabajadores avanzados para expulsar a los burócratas sindicales que se han enriquecido estos años con las prebendas y viajes financiados por palacio. Urge preparar la defensa de nuestras fuentes laborales, del salario y de todas las conquistas de los trabajadores que el MAS intentará arrebatar para defender a los empresarios cuando la crisis llegue.
La necesidad de pelear por una orientación que permita avanzar hacia una conciencia independiente del gobierno y los empresarios es vital para el próximo periodo. Palabra Obrera (www.lorci.org), se pone en primera línea de esta labor e invitamos a contribuir activamente en esta pelea contra la burocracia sindical, el gobierno y los empresarios, latifundistas y terratenientes.
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