El 29 de mayo podría ser un día importante en la lucha de los trabajadores, pero si queda en manos de la CUT, no lo será. En la convocatoria unitaria del Día Nacional de Paros y Manifestaciones, además de los ejes de lucha contra los ataques, está también el eje “por democracia”.
El próxmio 29 de mayo podría ser un día importante en la lucha de los trabajadores, pero si queda en manos de la Central Única de Trabajadores (CUT), no lo será. En la convocatoria unitaria del Día Nacional de Paros y Manifestaciones, además de los ejes de lucha contra los ataques, está también el eje “por democracia”. Lejos de ser una consigna “desinteresada” y progresista, este eje es la manera del oficialismo de dejar marcada, en medio del paro nacional, la lucha contra el “golpismo” y la oposición de derecha. La operación que quieren hacer es intentar vincular los ataques y quitas de derechos a una supuesta oleada conservadora, cuando en realidad todos los ataques vienen del propio gobierno, con el apoyo, claro, de las bancadas más reaccionarias de la Cámara de Diputados.
La convocatoria común ya deja esa brecha para entender la maniobra de la burocracia sindical, que la mayoría de las organizaciones de izquierda ignora en nombre de la “unidad”, pero cuando vemos el video de Vagner Freitas, presidente de la CUT, no quedan dudas. Allí Vagner habla en forma descarada en defensa de Dilma: “El Día Nacional de Lucha y Manifestación de los Movimientos Sociales y Centrales Sindicales (...) Va en contra de esa política económica regresiva que Brasil ha tenido ultimamente y que no da la posibilidad de crecimiento y expansión del empleo. Va en contra de esa faceta conservadora que la derecha ha traído a la sociedad que es pautado en el Congreso Nacional la quita de derechos de los trabajadores, los derechos humanos y sociales siendo colocados en riesgo, necesitamos darle un corte a eso y dar condición para que la agenda victoriosa que fue la elección de la presidenta Dilma sea aplicada en Brasil”.
De un lado, la CUT y Central de Trabajadores Brasileros (CTB) con su programa de “defensa de la democracia” que, como vimos, es la “defensa de Dilma y del PT”, trabaja claramente para dividir a los trabajadores, porque muchos de ellos están correctamente en contra del gobierno de Dilma y del PT, por los ataques, mentiras, traiciones y ladronaje. Es decir, que para la CUT, ¿el día nacional de lucha es solo para los trabajadores que defienden a Dilma y el PT? Entonces no es un día de defensa de los intereses de los trabajadores, sino de los intereses de la burocracia de la CUT que es petista y dilmista.
Por otro lado, Força Sindical, UGT y otras centrales sindicales están cada vez más engajadas con la derecha burguesa y a los tucanos -partidarios del PSDB y el ex candidato Aécio Neves- así como a los reaccionarios pemedebistas –partidarios del PMDB, aliado del gobierno- como Renan Calheiros y Eduardo Cunha. De esta manera, dividen también a la clase obrera, impidiendo que las fuerzas de todos los mayores e importantes sindicatos pueden expresarse activamente el 29 de mayo para enfrentar asl gobierno de Dilma, los patrones y el Congreso Nacional. Esa división de los trabajadores es pura responsabilidad de esos burócratas sindicales que utilizan las centrales y los sindicatos para hacer negocios con grupos del gobierno y de los empresarios, abandonando a la clase trabajadora a su propia suerte.
Pero el nivel de ataque que los trabajadores están sufriendo en este segundo mandato de Dilma impone que las centrales sindicales oficialistas tengan que moverse un poco, sino sus bases lo harán solas. Por eso, las centrales sindicales intentan mezclar las necesarias banderas de lucha contra el Proyecto de Ley precarizador (PL4330), contra los decretos hechos ley por el Congreso (MP) y todos los ataques bajo la bandera de defensa de la “agenda victoriosa de la presidenta Dilma”. Esa es la forma como la burocracia quiere a la vez anular cualquier posibilidad de surgimiento de una alternativa independiente de los trabajadores.
Por eso, no es suficiente denunciar a los diputados del PT y del PcdoB, como en el último material del Ejecutivo Nacional de la Central Popular y Sindical (CSP-Conlutas), y mucho menos “felicitar” a la CUT por el paro del 15, como hizo Luciana Genro en una nota, sin ninguna delimitación. Frente a esto, la CSP-Conlutas debería encarar la preparación del paro del 29 organizando desde ahora reuniones, asambleas, panfletos y otras formas de agitación en fábricas y lugares de concentración obrera y popular, que llegue también a las bases de los sindicatos de las grandes centrales sindicales como la CUT, Força Sindical, CTB y UGT, alertando a los trabajadores de la criminal división que estas centrales hacen y llamando a todos a organizarse en las bases para imponer a las direcciones un verdadero día de lucha, con paros de producción, de los servicios y del comercio, en una gran demostración de fuerza de la clase trabajadora, a pesar y en contra de la burocracia sindical. Las figuras nacionales del PSOL y sus parlamentarios también podrían colocar sus fuerzas en esa perspectiva, exigiendo también que las centrales sindicales rompan con el gobierno de Dilma y se pongan del lado de la clase trabajadora.
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