La semana pasada nació el SitraSABSA (trabajadores aeronáuticos), como parte de un incipiente proceso de recomposición en sectores de la clase trabajadora, con tres particularidades importantes: surge en lucha contra una patronal imperialista, es parte de los servicios modernos más concentrados y su dirección democrática y combativa se propone alentar el proceso de reorganización obrera.
SABSA es la empresa que administra los servicios de rampa y pasajeros en los principales aeropuertos de Bolivia y cuenta en El Alto con unos 150 trabajadores. Como muchos otros centros de trabajo, no tenía sindicato. Sólo en El Alto hay más de 50.000 trabajadores fabriles y la mayoría de ellos no cuentan con organización sindical. Pero al calor de las recientes luchas populares hay síntomas de que “algo” empieza a cambiar.
Se han venido formando algunos nuevos sindicatos en fábricas y minas. A mediados de año, al calor de las Jornadas de Junio, se organizaron sindicalmente los petroleros (estatales) de la estratégica planta de Senkata, que distribuye gas y combustibles a toda La Paz.
¡Sindicato sí, despidos no!
SABSA se formó hace una década con capitales ingleses (TBI-PLC), cuando se privatizaron las empresas y servicios públicos bolivianos. Recientemente TBI fue adquirida por el pulpo español AENA (de capitales estatales) que maneja 73 aeropuertos en varios países. La empresa, acostumbrada a toda clase de atropellos -desde no pagar horas extra a los despidos arbitrarios- quiso imponer un plan de retiros “voluntarios”. Los trabajadores se negaron a aceptar los retiros y empezaron a discutir cómo organizarse para enfrentar al despotismo patronal.
Luego de dos intentos anteriores abortados porque la gerencia despidió a los activistas, esta vez, los trabajadores se prepararon desde abajo cuidadosamente, al mismo tiempo que cumplían todas las exigencias legales. Después de esta preparación clandestina, cuando ya se conformó el sindicato con un amplio apoyo entre la base y se presentó un pliego de reivindicaciones con las demandas más sentidas por los trabajadores, la empresa reaccionó: desconociendo al sindicato y despidiendo a tres de sus dirigentes.
Comenzó así la segunda fase, la lucha abierta con la consigna de “¡Sí al sindicato! ¡No a los despidos!” Los trabajadores fueron perdiendo el temor, pese a las intimidaciones de la empresa.
El “clima” del Aeropuerto cambió totalmente. Decenas de firmas se sumaron a las actas de conformación del sindicato. Se denunció la situación ante los medios, en la universidad, con comunicados de prensa y un boletín del sindicato: El Organizador Sindical, mientras se reclamaba ante el Ministerio de Trabajo.
La Casa Obrera y Juvenil de El Alto fue el “cuartel general” de la lucha, con el apoyo del Comité por una Juventud de la COB. Desde la LOR-CI pusimos nuestras modestas fuerzas al servicio de esta lucha. Se logró el respaldo de la COB y la COR alteña y la solidaridad nacional e internacional.
El miércoles 19 ¡por primera vez en una década! tuvo lugar una masiva asamblea en el Aeropuerto. Se aprobó por unanimidad el respaldo al sindicato y el rechazo a los despidos y convocar a un mitín en el hall del Aeropuerto para el viernes 21, así como preparar un plan de lucha hasta triunfar.
Ese día, mientras más de un centenar de trabajadores, junto a representantes de la COR, familiares y jóvenes se reunía con carteles y consignas de apoyo a la lucha, los representantes de la empresa debieron reconocer al sindicato y retroceder en los despidos.
Un primer gran paso
Se selló así un triunfo histórico de los trabajadores de SABSA, imponiendo su sindicato en base a la unidad y democracia obreras. La lucha recién comienza, por las demandas de los trabajadores y para consolidar y desarrollar la organización como herramienta de los trabajadores, empezando por el aeropuerto mismo. Como afirma el Secretario General, Edwin Gutiérrez, el propósito debe ser avanzar en la reorganización sindical y política independiente de la clase trabajadora, confiando sólo en sus propias fuerzas, para que ésta pueda jugar un papel decisivo y dirigente en las futuras luchas del pueblo boliviano.
Desde la LOR-CI, compartimos esta perspectiva y nos enorgullece ser una pequeña parte, aportando con nuestro “grano de arena”, a este triunfo de los trabajadores.
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