Un texto que polemiza fundamentalmente con los presupuestos estructurales y conceptuales de las corrientes llamadas decoloniales y pos coloniales, que son las que dan fundamento a las políticas interculturales impulsadas desde el gobierno de Evo Morales. La grave situación de opresión nacional que viven decenas de pueblos originarios en Bolivia y en Latinoamérica ha dado lugar al surgimiento de diversas corrientes indianistas e indigenistas que buscan salidas a esta situación en los marcos de sistema capitalista. El texto intenta poner en relieve que solo con los instrumentos conceptuales del marxismo y la ley de desarrollo desigual y combinado formulada por Trotsky, no solo se pueden entender los intrincados problemas sociales donde se combinan formas productivas precapitalistas y formaciones culturales diversas bajo el manto de la homogeneizante del capitalismo, sino forjar los instrumentos políticos capaces de contribuir a la liberación de estos pueblos y nacionalidades oprimidas.