El viernes 11/5, en la asamblea general realizada en puerta de fábrica, los obreros deciden suspender el paro a partir del día lunes, ya que por primera vez la comisión de representantes obreros se presentarían a negociar con la gerencia en el Ministerio de Trabajo. Esta comisión está compuesta por 2 compañeros por sector (10 en total), elegidos por los propios trabajadores en respuesta al gran desprestigio y desconfianza hacia el sindicato.

También este día, un importante sector de trabajadores se puso a organizar un fondo de lucha con el fin de fortalecer la lucha ante los descuentos de los días caídos. Recibieron el apoyo y solidaridad de comisiones internas, delegados obreros y centros de estudiantes, con quienes coordinaron acciones para difundir y recaudar fondos, logrando en sólo 2 días, juntar la suma de $2.760.

El día lunes nada se resolvió, pasando a cuarto intermedio hasta el día siguiente. Allí la empresa vuelve a ofrecer -como única y definitiva oferta-, una cifra que los trabajadores consideraban inaceptable. Propuso un aumento en cuotas, del 12% en abril, 6% en octubre, 2 en febrero y 2% en mayo del 2008, que en el mejor de los casos representaría una suma que daría por hora de $8,20 para la categoría inicial. Los sueldos vienen atrasado en FATE y los trabajadores quieren un verdadero aumento de inmediato.

Se discutió la propuesta de la empresa. En una masiva asamblea comenzó con la lectura del acta por Pedro Wasiejko, Secretario Gral. del SUTNA-CTA, y luego tomaron la palabra los representantes obreros quienes denunciaron la intransigencia de la patronal.

Las intervenciones de algunos portavoces del espíritu conciliador del sindicato, planteaban a toda costa que era preferible agarrar al menos lo que ofrecía la patronal, y a lo sumo continuar negociando para achicar los plazos. Los trabajadores plantearon que no era esto lo que querían y por lo que habían luchado.

A pesar de las múltiples maniobras de los dirigentes del SUTNA que pretendían distorsionar o tergiversar las mociones, los trabajadores volvieron a demostrar que confían en sus propias fuerzas, y votaron rechazar el acta y continuar la lucha con paros escalonados de tres horas por tiempo indeterminado. A la vez, la tarea de fortalecer el fondo de huelga sumando nuevos trabajadores.

Los trabajadores están fuertes ahora, pero hay que estar alertas y ver con qué se viene la empresa para tratar de quebrar esta enorme lucha obrera en el corazón del Gran Buenos Aires. Una lucha que pone en cuestión el techo de Kirchner y Moyano. Los próximos días serán decisivos y por eso tenemos que rodearlos de solidaridad a estos aguerridos trabajadores.

La lucha de los trabajadores de FATE, impulsando asambleas, cortes de calle, difundiendo el conflicto y poniendo en pie fondo de huelga, es un ejemplo para toda la clase ya que si FATE triunfa, triunfamos todos.