Contra los planes de austeridad
Nueva huelga general en Grecia
19/03/2010
El 11 de marzo los trabajadores griegos estuvieron nuevamente en el centro de la escena política europea al protagonizar su tercera huelga general contra un nuevo plan de austeridad anunciado la semana pasada por el gobierno socialdemócrata de George Papandreou, un nuevo ataque al trabajo, a las condiciones de empleo y al costo de vida de los trabajadores y sectores populares.
El PASOK de Papandreou quiere que los trabajadores paguen con enormes sacrificios la deuda del país, por eso el 5 de marzo votaron otro ajuste cuyas medidas incluyen un recorte del salario del sector público en un 10%, el congelamiento de las pensiones y el establecimiento de un impuesto regresivo al combustible, los cigarrillos y el alcohol. Estas medidas apuntan a reducir el déficit en 4.800 millones de euros a fin de satisfacer los requisitos de los países de la eurozona, que se quejaban porque el plan de austeridad inicial no era suficiente.
Como resultado de la medida de fuerza, acatada por el sector público y el privado, el país estuvo totalmente paralizado, no circuló ningún avión ni funcionó el transporte público. Los hospitales sólo brindaron servicios de emergencia y todos los servicios de noticias fueron suspendidos.
Una de las movilizaciones centrales tuvo lugar en la calle Panepistimiou, donde levantaron barricadas con los contenedores que habitualmente se ven en las calles atenienses. La bronca fue generalizada: “Queremos trabajos reales y mejores salarios”, “No más sacrificios” decían las pancartas. En las protestas participaban trabajadores del sector público, empresas privadas y de la aerolínea Olympic Air. Estos últimos ocupan las oficinas del ministerio de Finanzas desde hace más de dos semanas luego de que la empresa despidiera a 8.000 trabajadores a 6 meses de ser privatizada y volviendo a contratar sólo a un 15%. En el Athens Polytechnic, un tradicional centro de resistencia de la juventud, hubo enfrentamientos con la policía, que respondió lanzando gases lacrimógenos y reprimiendo a los manifestantes.
Nuevos recortes y aumentos de precios
La bronca de la población griega es muy fácil de entender. A la drástica reducción del gasto público se le suma un aumento del IVA entre 1 y 2%, según el producto, la eliminación del aguinaldo y el aumento del impuesto al combustible, medidas que tienen un efecto directo en los precios de los alimentos y transporte que golpean más severamente a los sectores más pobres de la población. Se aplicó un aumento del 9 al 10% para los productos alimenticios, restaurantes, cafés, energía y medicamentos y del 19 al 21% en la indumentaria, calzado, tarifas de telefonía celular, artículos de perfumería y limpieza y otros. ¡No sólo enfrentan despidos y recortes salariales sino que además se impone un incremento en el precio de los productos básicos!
No son tiempos calmos los que se avecinan, muchos sectores de trabajadores protagonizan luchas por fuera de las huelgas generales con iniciativas diferentes a las de sus direcciones, ocupaciones de algunos centros de empleo y una nueva convocatoria para el 23 de marzo. La disposición de los trabajadores a la lucha es buena pese al rol desmovilizador de las principales confederaciones sindicales ADEDY y GSEE que se niegan a llamar a acciones conjuntas. Las 3 huelgas generales y las luchas juveniles y estudiantiles que vienen dando en los últimos años ponen a Grecia a la vanguardia del movimiento obrero europeo. Apostamos a que el grado de bronca y movilización actual de paso a una alternativa que supere estas direcciones y marque el camino para derrotar los planes de ajuste en Grecia, y sirva de ejemplo a las luchas que podrían llegar a darse en los países que están en la “cuerda floja” como Irlanda, España y Portugal.