Frente al aumento de combustibles
Protestas en Europa
13/06/2008
El alza en los precios del petróleo ha provocado en las últimas semanas una oleada de protestas a lo largo del viejo continente protagonizadas por sectores de pescadores, agricultores y transportistas.
En Francia, donde el combustible para barcos pesqueros aumentó de 0,45 a 0,70 euros en seis meses, fueron bloqueados todos los puertos durante dos semanas por los pescadores, que luego se extendió a otros puertos del Mediterráneo. Los agricultores a su vez llevan varias semanas de movilizaciones.
En España, Italia y Portugal, los pescadores también salieron a la huelga demandando a sus gobiernos que reduzcan el precio del crudo y que otorguen subsidios para costear la brecha entre un alto precio del crudo y el bajo precio de los pescados. En España, que posee la flota pesquera más grande de Europa, los sectores en conflicto convocaron a una protesta el 30 de mayo que reunió a 10.000 manifestantes donde regalaron 20.000 kilos de pescado para indicar que la pesca no les representa ninguna ganancia y denunciar que el gasoil supone más del 40% de los costes de explotación de un barco, que su precio ha crecido un 300% en los últimos cuatro años mientras la venta ha bajado.
En Gran Bretaña, también la semana pasada los camioneros realizaron una importante protesta y el 2 de junio les tocó el turno a los pescadores de Escocia, el noroeste de Inglaterra, Cornwall e Irlanda del Norte.
Muchas de estas protestas han sido convocadas por organizaciones patronales como la Confederación Española de Pesca (Cepesca), Fenadismar (transportistas), NFFO y SFF (pesca) que se ven apretados por el precio del combustible, la baja de la venta y las cuotas impuestas por la Unión Europea. Entre sus demandas, reclaman medidas de choque como el pago de los 30.000 euros de ayuda de minimis (que los Estados puede conceder sin autorización de Bruselas), refinanciación de las deudas, recortes en los pagos a la Seguridad Social, entre otras medidas.
Desde el lunes 9 la situación se agudizó en el Estado Español con el inicio de una huelga de los transportistas autónomos que hicieron colapsar la red vial y las rutas de acceso a las grandes ciudades de dicho país. Los transportistas han organizado piquetes en los mercados de mayoristas afectando la entrada de los productos a los puntos de venta, provocando el desabastecimiento de alimentos y productos sanitarios en las principales ciudades.
La falta de combustible ha obligado en algunas provincias a cerrar estaciones de servicio. Frente al desabastecimiento, el gobierno ha organizado un operativo militar para garantizar la distribución con camiones cisterna protegidos por la Policía Nacional y la guardia civil.
El impacto de la huelga se ha empezado ha sentir en algunas industrias, por ejemplo la fábrica SEAT ha dejado de fabricar 1.400 automóviles por la escasez de piezas, llegando algunas plantas a suprimir turnos de trabajo.
El martes 10 la huelga se ha cobrado la primera víctima española cuando un trabajador transportista falleció cuando trataba de impedir la circulación de una camioneta en Granada, y al cierre de esta edición la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de Mercancías (Fenadismer) y Confedetrans, las dos asociaciones convocantes abandonaron la negociación con el gobierno y continúan con las protestas.