FT-CI

Jornadas Marxismo 2008 en Argentina

Debates sobre la actualidad de Marx y la crisis capitalista

29/12/2008


Del 17 al 21 del pasado mes de noviembre desde el Instituto del Pensamiento Socialista (IPS) “Karl Marx”, centro de estudios del Partido de Trabajadores Socialistas (PTS), realizamos las jornadas Marxismo 2008, de las que participaron más de 1.700 personas, constituyéndose en el evento más importante de debate sobre teoría marxista de los últimos años en Argentina.

Fueron cinco días donde se pusieron en discusión las perspectivas desde el materialismo histórico y la teoría marxista; la lucha de clases y el movimiento obrero en América Latina hoy; la actualidad de El Capital de Karl Marx; la crisis capitalista y las perspectivas del marxismo; la concepción de Marx sobre la historia.

Estos debates contaron con la participación de un amplio espectro de intelectuales, entre ellos: Guillermo Almeyra, Paula Bach, Pablo Bonavena, Aldo Casas, Hernán Camarero, Juan Iñigo Carrera, Christian Castillo, Claudia Cinatti, Guillermo Gigliani, Eduardo Glavich, Raúl Godoy, Eduardo Grüner, Juan Hernández, Claudio Katz, Josefina Luzuriaga, Ariel Petruccelli, Pablo Pozzi, Pablo Rieznik, Eduardo Sartelli, Alejandro Schneider, Miguel Vedda.

Sin duda, el interés y la amplia participación que generó este evento, y que fue destacada por todos los invitados en los diferentes encuentros, demuestran un renovado interés por las ideas del marxismo motivado por la “conmoción” ideológica producto de la crisis capitalista que replantea la necesidad del estudio, la difusión y el debate marxista.

Con este mismo fin es que en marzo de 2005 fundamos desde el PTS el Instituto del Pensamiento Socialista “Karl Marx” como un espacio abierto a investigadores, docentes e intelectuales, que coincidan con este objetivo. En estos casi cuatro años hemos realizado un centenar de cursos sobre materialismo histórico, filosofía, historia de las revoluciones y del movimiento obrero, teoría política, economía marxista, género, ciencia y técnica, entre muchos otros temas, varios de ellos junto con investigadores y docentes que presentaron sus puntos de vista en cada terreno. Junto con esto organizamos debates con intelectuales de un amplio espectro ideológico. En los últimos meses pasaron por el Instituto, el economista marxista francés Gerard Dumenil para discutir sobre la crisis mundial, Tibor Szabó y Sandor Karikó de la Academia de Ciencias Húngara sobre la obra de Georgy Lukács, y David Harvey para discutir sobre la crisis capitalista y la situación del imperialismo.

Tanto las jornadas Marxismo como el Instituto del Pensamiento Socialista son parte de los esfuerzos dedicados por la Fracción Trotskista – Cuarta Internacional a la lucha ideológica, que consideramos un terreno fundamental de intervención en la batalla por la recreación del marxismo revolucionario, así como la edición de la revista Estrategia Internacional, el trabajo de investigación y difusión del pensamiento de León Trotsky que lleva a cabo el Centro de Investigaciones y Publicaciones (CEIP) “León Trotsky” desde hace más de un década, o las diferentes revistas nacionales como Lucha de Clases del PTS argentino, la revista Iskra de la LER-QI de Brasil, la Lucha de Clases de la LOR-CI de Bolivia, o la revista Contra la Corriente de la LTS-CC de México, entre otras iniciativas.

En estas líneas hacemos un repaso para los lectores de Estrategia Internacional de algunos de los debates que atravesaron las jornadas Marxismo 2008.

La crisis capitalista y las perspectivas del marxismo

Como no podía ser de otra manera, la crisis capitalista y las perspectivas del marxismo en la situación actual fue uno de los temas fundamentales que estuvieron presentes en gran parte de los debates. La discusión se desplegó de lleno en el panel donde estuvieron Claudio Katz miembro del colectivo Economistas de Izquierda (EDI); Christian Castillo, dirigente del Partido de Trabajadores Socialistas y director de la revista Lucha de Clases; Pablo Rieznik, dirigente del Partido Obrero; y; Eduardo Lucita, economista, también miembro del EDI y del colectivo “Otro Camino para enfrentar la crisis”.

Junto con el debate sobre la caracterización de la crisis y su profundidad, sobrevino la discusión sobre la dinámica del capitalismo y el método para abordar su análisis, donde la teoría de las ondas largas elaborada originalmente por Kondratieff, así como la teoría del ciclo vital esgrimida por Trotsky en sus análisis de la dinámica del capitalismo, fueron ejes del debate.

Claudio Katz, partiendo de definir la crisis como de sobrepropducción y sobreacumulación, planteó como necesidad “que hablemos de una crisis capitalista a secas sin tantos adjetivos, [de lo contrario] en general tendemos a sugerir que hay otro capitalismo distinto, no en descomposición, declinación, desmoronamiento”.

Frente a esto, Christian Castillo planteó que: “el concepto de ‘capitalismo en declinación’ nos permite pensar la historia del capitalismo en el siglo XX. Porque el capitalismo tiene historia y en ese sentido significa que sus contradicciones son mayores, más acumuladas, que cada momento de respiro que logra no le quita la historia pasada, no vuelve al momento anterior, y eso es lo que tenemos que tener en cuenta, al capital le resulta cada vez más difícil superar sus propias contradicciones, por eso el estallido de la crisis es mayor y ese es un elemento clave para pensar el capitalismo como un proceso histórico. Ahora si vemos eso, significa que la revolución proletaria fue infinitamente más actual en el siglo XX que en el XIX, eso es un dato de la realidad, aun en el momento de ascenso, de reequilibrio, de recuperación parcial en el ‘boom’ de la segunda postguerra, la periferia capitalista fue un reguero del proceso revolucionario, un reguero de revoluciones”.

Sobre este punto, Pablo Rieznik sostuvo que: “Marx dice hace 160 años que la ruina del capitalismo se produce con la fuerza de una ley natural”, y en relación con la época imperialista señaló que: “un teórico que discutió mucho con Lambert, Ernest Mandel, tuvo muchos desaciertos, pero tuvo un acierto: lo llamó el capitalismo senil”. Y aclaró: “cuando digo que el capitalismo se cae solo quiero decir que sin la base objetiva de la descomposición del capital la tarea es vana”.

Ligado a este debate, Castillo apuntó que con el boom de la posguerra, se dio una revalorización de una teoría que había sido fuertemente criticada por Trotsky y por los principales marxistas de la III internacional, antes de su stalinización, que era la teoría de los ciclos largos de Kondratieff, que Trotsky criticaba por pretender que existía un ciclo casi automático de la economía, y que la lucha de clases y las intervenciones de los Estados, eran un elemento secundario, aleatorio, al movimiento automático de la economía. “No es casual –señaló Castillo– que cuando se presenta el mundo de la posguerra, teóricos como los regulacionistas digan sólo que hubo un momento de crisis y después vino un ciclo de ascenso del capitalismo. Pero ¿qué pasó en el medio? Nada más y nada menos que el fascismo, la Guerra Civil Española, el proceso francés y la Segunda Guerra Mundial, como si el capitalismo mecánicamente, independiente de quien ganara la guerra, si la revolución ascendía en Italia o en Francia o era traicionada, hubiera tenido un nuevo ciclo de despegue.”

Luego agregó: “Impactado también por este crecimiento económico, el de la segunda posguerra, que planteó un problema complejo y difícil para los revolucionarios, Mandel sostenía una versión ‘light’ de la tesis de Kondratieff”, y que “contrariamente Lambert tuvo la tesis ‘estancacionista’, que negaba los hechos de la realidad para interpretar un fenómeno que contradecía parcialmente la parte con que comenzaba el Programa de Transición sobre que las fuerzas productivas habían cesado de crecer. La guerra terminó con un resultado muy complejo. Terminó, junto con la traición del stalinismo en Europa, con un tercio del mundo donde se había expropiado al capital, pero a la vez al asentarse la hegemonía norteamericana abrió un período de fuerte crecimiento capitalista”.

Otro de los ejes fue el debate de estrategias, donde Katz, en forma similar a lo planteado por Eduardo Lucita, sostuvo que “podemos avanzar en una construcción revolucionaria en el desarrollo de la conciencia socialista, en la movilización popular, si sabemos que necesitamos estrategias socialistas con mediaciones, con puentes, aprendiendo de lo que hicieron los revolucionarios que dirigieron grandes revoluciones socialistas. Aquí estoy pensando no sólo en Lenin o Trotsky, estoy pensando en los líderes de la Revolución China, de la revolución vietnamita, y por supuesto en Fidel y en el Che”.

A lo que Castillo respondió, que tal fue la situación luego a la salida de la Segunda Guerra Mundial, que aun direcciones que no quisieron hacer la revolución proletaria se vieron obligadas a expropiar a la burguesía, como en el caso de Fidel Castro y el movimiento 26 de Julio que no se proponían la expropiación de la burguesía, como tampoco Mao Tse Tung con su teoría del bloque de las cuatro clases y su acuerdo con Chan Kai Shek. Y luego agregó: “cuando estamos hablando de estrategia revolucionaria, la estrategia de Castro y de Mao fue, una vez que tomaron el poder, hacer regímenes stalinistas de partido único, no plantear el poder de los consejos obreros. El poder de los trabajadores por el que luchamos, es el poder de los consejos obreros, es el poder donde se respete la libertad de los partidos obreros que defienden la revolución, y el partido revolucionario plantea que esa es la estrategia proletaria”.

La actualidad de “El capital” de Marx y el debate sobre el imperialismo

Otro de los interesantes debates de las jornadas fue sobre la actualidad de El Capital de Karl Marx. Un debate sin duda indispensable en momentos donde la crisis hace tambalear muchas de las “verdades eternas” impuestas por el capitalismo durante las últimas décadas y plantea la búsqueda de una interpretación capaz de explicar la situación actual, lo cual ha llevado a un renovado interés en esta obra fundamental de Marx.

Del debate participaron Juan Iñigo Carrera, coordinador del “Taller de lectura crítica de El Capital de Carlos Marx” del Centro para la Investigación como Crítica práctica (CICP); el filósofo Eduardo Glavich animador desde hace varios años de grupos de estudio de El Capital; Guillermo Gigliani integrante del colectivo EDI; y Paula Bach, coordinadora del seminario de El Capital del IPS “Karl Marx”.

Paula Bach abrió el debate partiendo de la actualidad de la ley del valor y luego abordó el análisis de los diferentes planes esbozados por Marx para la escritura de El Capital señalando en relación a estos que hay tres libros que quedaron finalmente excluidos del plan definitivo: el libro del Estado, el libro sobre el comercio exterior y el libro sobre el mercado mundial y las crisis. A partir de esta consideración desarrolló la importancia de los análisis de Trotsky para completar este recorrido, especialmente de sus análisis del período de los de los años ’20 y ’30, planteando que en estos escritos puede hallarse un intento de continuar la obra de Marx en un terreno más concreto. Juan Iñigo Carrera abordó también la pregunta sobre la actualidad de El Capital planteando la necesidad de partir desde el análisis de Marx de la mercancía. Realizó un racconto de las teorías que no consideraba útiles para este abordaje, entre las que señaló los planteos de Isaac Rubin, el “marxismo abierto”, de Althusser, de Foley, para concluir que: “tampoco voy a ir a buscar la vigencia actual de la obra de Marx en la teoría del capital monopolista, porque ésta, tal como lo plantea Hilferding, y así es tomada por Lenin, sostiene que ya no existe más la determinación objetiva del precio de las mercancías, y que ahora éste depende de la voluntad de ciertos individuos”.

Estas consideraciones fueron el puntapié de otra de las interesantes polémicas que se dieron ligadas a la actualidad de la teoría del imperialismo, donde se planteó la importancia de poder rescatar a los distintos autores clásicos, en el marco de que se volvieron a expresar viejas lógicas en los últimos tiempos, donde teóricos del “imperio” plantearon que la globalización significaba un nuevo capitalismo que armónicamente había superado sus contradicciones, que el imperialismo como tal había sido superado.

Ante esto, Juan Iñigo, partiendo de reconocer la existencia de monopolios, sostuvo que “la teoría del imperialismo antepone la apariencia de las formas nacionales como si eso fuera el contenido de la unidad del proceso de la acumulación de capital”, señalando que desde su óptica “no hay países adelantados y países atrasados”. Y agregó: “lo que hay es una unidad general de la acumulación. Eso que se llama ‘países atrasados’ es la expresión del pleno desarrollo del modo de producción capitalista actual”.

Paula Bach se refirió a esta cuestión diciendo: “que a partir de la época imperialista hay una modificación fundamental en la definición de Marx, de las condiciones del desarrollo del capitalismo y de las condiciones de desarrollo de los países adelantados y países atrasados”, y que “Lenin tiene una posición distinta a la de Hilferding respecto del imperialismo, donde plantea que los monopolios llevan a que la competencia tienda a limitarse pero que, sin embargo, ese intento de limitación hace resurgir para él, a una escala mucho mayor, la competencia como competencia intermonopólica que, en última instancia, se termina desarrollando como monopolios con base nacional, que son el punto de partida del desarrollo de las guerras mundiales, en las cuales los grandes Estados e incluso las clases obreras de esos grandes Estados terminan interviniendo como la fuerza de choque de los monopolios de los distintos países imperialistas.”

La lucha de clases y el movimiento obrero en América Latina hoy

Otro de los debates más importantes de las jornadas estuvo centrado en las perspectivas de la lucha de clases y el movimiento obrero en América Latina, del que participaron Guillermo Almeyra, politólogo y actual director de la revista del Observatorio Social de América Latina; Eduardo Sartelli de la organización Razón y Revolución; Aldo Casas de la Revista Herramienta; y Raúl Godoy, trabajador de Zanon, dirigente nacional del PTS y secretario adjunto del Sindicato Ceramista de Neuquén.

Tres ejes principales atravesaron la polémica: la situación del movimiento de masas en general y el movimiento obrero en particular ante la crisis, cuál es el sujeto capaz de enfrentarla y con qué programa.

Almeyra, partiendo de la definición del momento actual como “fase de recuperación de fuerzas y de redefinición del campo popular”, sostuvo que, a pesar de ejemplos importantes como los maestros de Oaxaca, “en América Latina el peso del movimiento obrero se ha reducido enormemente”, y que las grandes movilizaciones de los últimos años estuvieron encabezadas generalmente por campesinos. Lo cual explicó señalando que: “no basta con trabajar de obrero, para ser obrero hay que tener conciencia” y que el problema que se plantea es “la unidad, la democracia y la desburocratización del movimiento obrero”, destacando como ejemplo a los ceramistas de Zanon.

Sobre este punto, Sartelli sostuvo que “no llamar obrero al que no se reconoce como obrero invierte una de las premisas del materialismo histórico”. También afirmó que: “no vamos a ver ninguna recomposición del movimiento obrero y de las instituciones tradicionales del movimiento revolucionario, porque es probable que el proceso revolucionario se les anticipe”, para luego plantear uno de los temas que sería el eje de su intervención: “la aparición de esas nuevas capas, caracterizadas por la desinstitucionalización, hace que estas se constituyan en un sujeto potencialmente revolucionario e interpelado por la izquierda revolucionaria”.

Por su parte, Aldo Casas, luego de definir la crisis actual como “crisis civilizatoria”, planteó que “el antagonismo social no es sólo con el obrero de la fábrica. Es el antagonismo con los desocupados, con las masas desposeídas, con las masas campesinas y hacinadas sin perspectiva de futuro”. “Es preciso –sostuvo– centrar una perspectiva de la revolución concebida en términos de ruptura con la propiedad privada y las formas estatales, pero también de lucha cultural e ideológica.”

En este debate, Godoy, partiendo de la gravedad que tuvo la ofensiva neoliberal del capitalismo sobre los trabajadores y el conjunto de la población, y el hecho de que también el marxismo fue golpeado duramente, destacó que “en los últimos años, la clase obrera ha tenido verdaderos hitos que es importante señalar”, y puso como ejemplos la Comuna de Oaxaca y la puesta en pie de la APPO, la irrupción en Bolivia de los mineros de Huanuni y la lucha de los trabajadores de Sidor en Venezuela. En Argentina destacó el ejemplo de Zanon, en cuanto a la unidad entre ocupados y desocupados, con la puesta en pie de la Coordinadora del Alto Valle. Y luego explicó: “¿Por qué los marxistas hicieron (y hacemos) tanto eje en la clase obrera ocupada en los grandes centros de producción? Porque opinamos que al Estado capitalista, al imperialismo, no sólo hay que derrotarlo, no sólo hay que destruirlo, sino que tenemos que construir una nueva sociedad basada en las necesidades y no en las ganancias de unos pocos. No es sólo porque es la clase más homogénea y no tiene nada que perder, más que sus cadenas, sino porque tenemos que reconstruir una sociedad nueva, sin explotación, y ponerla al servicio de la humanidad. Renunciar de antemano a la organización revolucionaria de la clase obrera es para nosotros renunciar a la revolución”.

La actualidad de la teoría de Marx y las perspectivas del materialismo histórico

Una parte importante de las jornadas estuvo dedicada a la discusión sobre la actualidad de múltiples aspectos del materialismo histórico desde diferentes ángulos como la teoría social, la filosofía, la teoría política, la historia. Entre los que debatieron sobre estos problemas estuvieron: el sociólogo y ensayista Eduardo Grüner; Miguel Vedda de la Revista Herramienta; el sociólogo Pablo Bonavena y Claudia Cinatti de la Revista Estrategia Internacional. También debatieron los historiadores y docentes Pablo Pozzi, Alejandro Schneider, Hernán Camarero, Juan Hernández, Ariel Petruccelli y Josefina Luzuriaga, directora de la Cátedra libre Karl Marx de Rosario.

Pablo Bonavena se refirió a la tensa relación entre Marx y la sociología, desde Augusto Compte, pasando por Durkheim y el estructural funcionalismo, para centrarse en un contrapunto entre la concepción de “lucha de clases” en Marx y las nuevas teorías sociológicas sobre el conflicto social que estudian los conflictos desligados de los análisis sobre el sistema social en su totalidad, ya sea “porque la sociedad no puede ser comprendida en su conjunto, o porque no tendría un conflicto central que haga inteligible su lógica de conjunto”.

Por su parte, Miguel Vedda abordó la relación entre Lukács y la estética de Marx a partir del análisis de las obras Estética y Ontología del ser social. Vedda sostuvo la existencia de una relación estrecha entre ambos sobre este punto, señaló que: “la Estética de Lukács, consecuentemente con la estética de Marx, parte de un doble fundamento: que hay que comprender la producción artística en relación con la vida cotidiana, porque el arte surge de la vida cotidiana, se diferencia de ella y vuelve a ella para satisfacer al ‘hombre íntegro’, que para Lukács es el hombre común y corriente; y que hay que entender la homología entre trabajo y producción artística. El trabajo es el modelo de toda producción, el núcleo de todas las actividades sociales”.

Otro de los expositores que participaron del debate, Eduardo Grüner, planteó la discusión sobre la vigencia del materialismo histórico en el contexto de la crisis. Ante la pregunta sobre qué nos legó Marx sostenía: “En primer lugar, Marx nos legó una teoría crítica. El Capital no es una obra sobre el capitalismo sino una crítica a la relación social que el capital supone, y tampoco es una ‘economía política alternativa’ sino la crítica de esa ideología capitalista. Tampoco el marxismo es un ‘economicismo’ reduccionista, sino al revés, es su crítica. La crítica al entramado ‘socio-metabólico’ (Istvan Metzaros) que va más allá de las relaciones de producción”.

También Claudia Cinatti abordó este tema a partir de la pregunta sobre ¿Cómo llegamos los marxistas y el marxismo a esta crisis? Partió de la enorme crisis ideológica del marxismo que acompañó la ofensiva neoliberal, señalando como uno de sus elementos fundamentales que “la imposición del neoliberalismo y la caída de la URSS justificó la idea de que no hay otra alternativa que mejorar la propia democracia liberal y de que cualquier pensamiento emancipatorio culmina en alguna forma de totalitarismo”. Luego continuó planteando cómo “las corrientes del pensamiento ‘post’, le dieron esa tonalidad crítica al proyecto emancipador del marxismo y una filosofía de resignación ante lo existente (...) buscando sus antecedentes en Althusser y sus escritos póstumos, donde teoriza la idea de que la filosofía de Marx debe inscribirse dentro de una tradición de ‘materialismo aleatorio’ o ‘materialismo del encuentro’ y plantea que el materialismo de Marx y Lenin pecó de idealista y teleológico”. También se detuvo en la crítica al posmarxismo de Ernesto Laclau: “Laclau discute contra un marxismo construido, como si Marx hubiera sido ‘esencialista’ de una clase obrera mítica que fuera antológicamente revolucionaria. No es así de ninguna manera, Marx plantea que hay una centralidad propia del modo de producción pero no define a las clases como entes preexistentes, ni como una colección de individuos, sino como relaciones sociales que son descritas teóricamente como determinaciones en categorías relacionales”.

También se pusieron a debate la relación entre estructura y sujeto, en torno a la obra de Thompson y la crítica de Perry Anderson; los debates planteados al marxismo por las teorías indianistas que surgieron en Latinoamérica; las relaciones entre la sociología histórica y el marxismo, la crítica a las teorías posmodernas de la historia; entre otros muchos interesantes debates que dejaron abiertos las jornadas. A su vez, como parte de las jornadas se realizó un homenaje al historiador marxista Alberto J. Plá del que participaron, Pablo Pozzi, Guillermo Almeyra, Alejandro Scheneider, y Josefina Luzuriaga.

Invitamos a todos los lectores de Estrategia Internacional a ver los videos completos con los todos debates que están disponibles en la página web del Instituto del Pensamiento Socialista “Karl Marx”: www.ips.org.ar.

Notas relacionadas

No hay comentarios a esta nota