EN LOS MEDIOS: Liberation
21/10: Los sindicatos se orientan hacia un nuevo giro de las manifestaciones
21/10/2010
Alentados por una base muy motivada, las confederaciones siguen unidas.
El movimiento de oposición a la reforma des jubilaciones juega a prolongarse. Reunidas esta tarde en la sede de la CFDT, las organizaciones de asalariados deberán decidir una nueva jornada nacional de acción, quizás el martes o miércoles próximo, fechas probables de la votación definitiva de la Asamblea y del Senado sobre el proyecto de ley. Con el riesgo de una participación menor en las movilizaciones, ya que las vacaciones comienzan el viernes a la tarde.
Giro
Esta decisión, que puede parecer natural, constituye en realidad un giro de los sindicatos en relación a este fin de semana, en donde la tendencia era más bien a querer huir. Prueba de esto: inicialmente no estaba prevista ninguna rueda de prensa a la salida de la intersindical de hoy, antes que la CFDT, en donde se hizo la reunión, cambie de opinión el lunes. Después, dos hechos relanzaron la realización de manifestaciones, que algunos responsables confederales habrían preferido ver disminuir . El primero es el éxito de la jornada del martes, que ha sorprendido a más de un sindicalista. «Después de semejante movilización, es imposible no llamar a una nueva acción», confiaba así un dirigente reformista en la manifestación parisina. El segundo: el estiramiento del debate en el Senado. Primero programado para el miércoles, el voto de la Alta Asamblea sobre el texto, para la CFDT, debía marcar la entrada «en un nuevo contexto». Traducción: no se oponen a una ley adoptada por los representantes del pueblo de la misma manera que durante el debate parlamentario. Más forzosamente, en todo caso, por las grandes jornadas de manifestaciones. Salvo que los senadores arrastren a ello. El voto, desde ahora programado para esta tarde, incluso podría ser aplazado para mañana, incluso para el fin de semana. Y la adopción definitiva del texto, surgido de la comisión mixta paritaria, podría intervenir recién a mitad de la próxima semana. En resumen, tantas nuevas ocasiones para marchar antes de que la ley sea adoptada.
Por otra parte, el misterio sobre una nueva fecha de movilización fue develado a partir de ayer por la CGT, que reunía a sus uniones profesionales y departamentales. En un comunicado publicado luego de la reunión, llamó a «la organización de nuevas movilizaciones incluyendo huelgas y manifestaciones interprofesionales, unitarias, lo más rápidamente posible». Lo que, en lenguaje no cegetista, confirma la pista de una nueva fecha de manifestaciones a principios de la semana que viene. «La movilización se amplifica, no podemos detenernos aquí», confirmaba ayer a la tarde un dirigente del sindicato. La CFDT, que reunía también a su «parlamento», debería aprobar esto, tanto más cuanto que la base «está muy motivada», según una fuente interna. La dirección confederal, de todos modos, lo ha repetido varias veces: no es cuestión de parar sin la CGT.
El otro sindicato reformista, l’Unsa, que se habría contentado muy bien con reuniones simbólicas el día del voto de la ley, también tendría que seguir. Mientras advierte contra el riesgo de un estancamiento de la movilización en este período de vacaciones. «Es necesario no dar la imagen de un movimiento que se detiene por falta de combatientes», previene su secretario general adjunto, Jean Grosset. En cuanto a los más radicales, la prioridad es dar perspectivas a los militantes que, desde el 12 de octubre, sostienen la agitación social cotidianamente. «No se puede dejar al movimiento sin una nueva convocatoria, sostiene Annick Coupé, responsable de Solidaires (sindicatos SUD). Imposible esperar el fin de las vacaciones, o sea diez días, sin nueva jornada nacional.» Lo mismo en la FSU, que también está a favor de «una jornada de acción lo más rápidamente posible», según su dirigente, Bernadette Groison.
«Radicalización»
Queda el caso de la CGC (sindicato del personal jerárquico) que ya había anunciado que la jornada del 19 sería la última. «Vamos a debatir internamente, modera su presidente, Bernard Van Craeynest, que no está del todo seguro de querer dejar el tren de la intersindical. Pero la evolución del movimiento, por su radicalización, corre el riesgo de cortarnos del apoyo de la opinión.» Organizada durante las vacaciones, esta séptima jornada permitirá, sobre todo, testear la capacidad del movimiento de sobrevivir a las vacaciones. Y si sobrevive, entonces todo estará abierto…