Reunión del progresismo neoliberal:
Al salvataje de los negocios de sus jefes los patrones y el imperialismo
28/03/2009
La sexta “cumbre de líderes progresistas” ha comenzado. Joseph Biden, vicepresidente de Estados Unidos; Gordon Brown, primer ministro británico; Zapatero, presidente del Gobierno Español; Jens Stenberg, primer ministro noruego; Tabaré Vázquez; Cristina Fernández; Lula y Michelle Bachelet; presidentes de Uruguay, Argentina, Brasil y Chile respectivamente; se han dado cita junto a intelectuales y dirigentes políticos de todo el mundo (como el actual candidato presidencial de la DC, Eduardo Frei), para proponer una “respuesta progresista a la crisis global”. Esta intención ha sido declarada en el seminario organizado por el “Instituto Igualdad”, dirigido por el senador del Partido Socialista, Ricardo Núñez y por el “think tank” británico Policy Network de Lord Giles Radice; que hace de preámbulo para la cumbre del sábado 28, en la ciudad de Viña del Mar.
La Nación, periódico adepto a la administración bacheletista, explica los objetivos de esta cumbre: “Promover un Estado con mejor capacidad de regulación, reorganizar y replantear prioridades y membresías del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, fortalecer las políticas públicas ligadas a la protección social, instalar la necesidad de mejorar las normas medioambientales a escalas nacional y mundial, proteger los empleos y el salario, mejorar la redistribución y avanzar hacia un real ’desarrollo sustentable’” (27 de marzo). Estos objetivos se proponen a partir de un diagnóstico compartido: el “fracaso del neoliberalismo”.
Los militantes de Clase contra Clase, sección chilena de la Fracción Trotskista – Cuarta Internacional, repudiamos enérgicamente esta reunión del progresismo imperialista y patronal. No hay que olvidar como actuaron y actúan estos señores en sus países y a nivel internacional. No han sido sólo los partidos “neoliberales” y “conservadores” de derecha los encargados de implementar la ofensiva neoliberal, sino también el “progresismo” patronal en diversas partes del mundo. Por estos días, todos estos gobiernos, partiendo por el de Obama, implementan medidas estatales para salvar las ganancias de los capitalistas, mientras millones de trabajadores son arrojados a la cesantía y a la miseria. Un ejemplo de esto es el “Plan Geithner” en Estados Unidos, que el gobierno intenta hacer pasar como un “plan de inversión público-privado”, inyectando 787.000 millones de dólares de los contribuyentes para los bancos, que serán los que administren los recursos. Son cientos de miles de millones de dólares que estos gobernantes vienen inyectando para salvar los negocios de las empresas y los bancos.
Los neoliberales conservadores, así como los progresistas neoliberales, representan dos métodos distintos, dos caminos diferentes, para servir a sus jefes: la clase patronal y el imperialismo. El camino del progresismo neoliberal se diferencia del neoliberal conservador, principalmente, en que cubre su puño de hierro con guantes de seda; en que cubren las privatizaciones y despidos, los salarios de hambre y los ataques antiobreros, las guerras contra los países dependientes y semicoloniales y la represión a los que luchan, con algo (no mucho) de “regulación estatal” o de “protección social”; con el fin de presentarse como falsos amigos del pueblo y así llevar detrás de sí las luchas y demandas de la clase trabajadora y todos los explotados y oprimidos.
Ante esta falsa disyuntiva, desde Clase contra Clase planteamos la necesidad de luchar por una alternativa de clase independiente de toda variante patronal, una alternativa obrera y socialista, es decir trotskista. Es necesario organizarnos para luchar por una salida obrera a la crisis, que entre otras medidas luche por la prohibición por ley de los despidos, por el reparto de las horas de trabajo sin rebaja de sueldo, por la nacionalización de la banca bajo administración obrera y por la estatización sin indemnización de toda empresa que quiebre o cierre, bajo control de los trabajadores. Para luchar por estas y otras políticas, peleamos por construir un partido de trabajadores revolucionario, y por reconstruir la IV Internacional, como partido mundial de la revolución socialista de los trabajadores.
Clase contra Clase, 27 de marzo de 2009