EL PAIS - 09-09-2011
Bernanke dice que la Reserva Federal está lista para actuar
09/09/2011
El presidente del banco central de EE UU califica la situación general de "crecimiento modesto", pocas horas antes de que Barack Obama desvele su plan de estímulos para crear empleo
SANDRO POZZI | Nueva York 08/09/2011
Ben Bernanke ha tenido otra oportunidad para precisar lo que tiene en mente para revitalizar la economía y estimular la creación de empleo. Sin embargo, el presidente de la Reserva Federal ha evitado ponerse al frente del debate y se ha ceñido al guión, pocas horas antes de que Barack Obama desvele su plan de estímulos y en la víspera de la reunión de ministros de finanzas del G7.
El paciente sigue débil y necesita protección para evitar la recaída. El libro beige de la Reserva Federal, en el que se recoge la actividad económica en las diferentes regiones del país, ya puso en evidencia que la recuperación no gana tracción y en algunos distritos incluso se debilitó. Bernanke ha calificado la situación general como de "crecimiento modesto".
Pero antes de decidir la medicina se le debe administrar para reanimarla, necesita recomponer el consenso interno en la Fed. En la reunión de agosto quedó claro que hay división sobre el curso a seguir. Ahí se decidió que los tipos seguirán excepcionalmente bajos hasta al menos mediados de 2013. Así que lo importante no era qué iba a decir, sino cómo iba a decirlo.
Una vez más, atribuyó a "factores temporales" la explicación en parte de la desaceleración vivida en el arranque del año, a los que le suma la debilidad del consumo por el paro y la degradación en la vivienda. Así que de momento la Fed concentra cualquier posible decisión en la reunión del 20 y 21 de septiembre próximo, donde se discutirán los méritos y los costes de cualquier medida.
Para el presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, las condiciones económicas actuales "no son muy diferentes" a las de la pasada recesión. Por eso es partidario de una acción decidida, aunque considera que en el análisis hay que tener en cuenta la inflación a medio plazo. La presión del lado de los precios es ahora a la baja, según el libro beige.
La inflación definirá la estrategia futura. Pero sobre todo el paro, que sigue por encima del 9% dos años después de la salida oficial de la recesión. Y las proyecciones de la Casa Blanca ya anticipan que no bajará del 8% hasta entrado 2013. Como dijo John Williams, presidente de la Fed de San Francisco, la persistencia del paro es la mayor amenaza real a la economía.
Evans evitó decir si está a favor de reactivar la máquina de hacer dinero para comprar bonos. Bernanke también pasó por alto sobre la cuestión hace dos semanas en el simposio de banqueros centrales en Jackson Hole y se limitó a decir de nuevo que la Fed está lista para movilizar su armamento a conveniencia. Tampoco mostró aún sus cartas la vicepresidenta Janet Yellen.
Así que la opción más plausible, según Goldman Sachs, es que la Fed se limite a reinvertir en bonos a largo plazo el principal de la deuda que va venciendo. De esta manera mantendrá intacto el balance y prolonga la perspectiva de bajos tipos de interés. Eso le permitiría ganar tiempo y dejaría abierta la posibilidad de una acción más ambiciosa en el futuro.
La ironía de la rebaja de tipos por la vía cuantitativa -o no convencional- es que es difícil cuantificar su impacto. Y un reciente informe del Fondo Monetario Internacional revela además que la expectativa de la intervención es más efectiva en los mercados que su aplicación. De hecho, la modulación del mensaje es la otra arma que tiene la Fed a disposición.
La tercera opción pasaría por rebajar o eliminar el interés que la Fed paga a los bancos que ponen dinero en sus reservas, que está ahora fijado en el 0,25%. La lógica detrás de esta medida es incentivar a los bancos a que aceleren los préstamos al consumo y las pequeñas empresas, en lugar de acumular efectivo.
Aunque la Casa Blanca y la Reserva Federal son optimistas y descartan una contracción (el dato de balanza comercial de julio lo corrobora), lo que sí está haciendo la autoridad monetaria es pedir a los grandes bancos de EE UU, como Bank of America y Citigroup, que revisen sus balances por si necesitaran más liquidez para capear un eventual escenario adverso.