Estado Español
Declaración sobre la tregua permanente de ETA
09/04/2006
El miércoles 22/03/06 ETA envió una declaración de “alto al fuego permanente” que se haría efectivo a partir del viernes 24/03/06 con el propósito “de impulsar un proceso democrático en Euskal Herría”. Esta carta, dirigida a los mandatarios de Francia y el Estado español, ha tenido una buena acogida entre los dirigentes de los partidos políticos parlamentarios, aunque entre los dirigentes del PP ha sido muy fríamente recibido. Su política de acoso al gobierno no contaba con que a Zapatero se le abriese la posibilidad de acabar con ETA, veremos si finalmente se llega a un acuerdo entre los dos grandes partidos patronales o si el PP lleva su oposición dura hasta el final con intención de afianzar a su electorado más ultra. Más allá de las diferentes reacciones tanto a Rajoy, como a Zapatero, les une la convicción de un centralismo español, que no puede permitir siquiera hablar de cambiar la Constitución para discutir sobre la autodeterminación de las diferentes nacionalidades. Esto ya lo pudimos ver en la reunión del 28/03/06 Aunque conservan diferencias “tácticas” acuerdan en el fondo, imponer los criterios centralistas y españolistas sin reconocer las diferencias existente dentro del Estado y pisotear a ETA para fortalecer este Estado.
La patronal vasca está contenta porque de esta manera no tendrán inconvenientes políticos para desarrollar su actividad económica y su dominación sería más estable. El Gobierno vasco manifestó, en sintonía, su alegría por la declaración. Seguramente, están pensando en la vuelta de la actividad turística que tantos dividendos le pueden dar sin las acciones de ETA.
En las próximas semanas seguramente habrá más repercusiones políticas de esta tregua y afectará a todos los actores políticos más importantes. Sin duda alguna que esta declaración abrirá una nueva situación política en el Estado español.
Entre los trabajadores y el pueblo vasco y español ha tenido una buena recepción esta declaración. Entendemos a los trabajadores y las masas populares que ven con alivio esta declaración de tregua y que se acaben los atentados de ETA. Lo entendemos porque los atentados no ayudaban a la lucha de los trabajadores (tampoco a la autodeterminación de Euskadi) y porque esos atentados han afectado a familias obreras y populares, como el atentado del Hipercor en Barcelona. Pero debemos decirles a los trabajadores que no es este Estado fundado sobre el terrorismo de 40 años de franquismo quien tiene la moral para juzgar al Movimiento de Liberación Nacional Vasco.
Diálogo de paz reaccionario
Este “diálogo de paz” es una farsa completa. Los juicios contra los dirigentes de Batasuna, el encarcelamiento de los presos políticos de ETA, y el ahora de Otegi por la “violencia” y el “terror”. Sin embargo hay un doble rasero. Por el genocidio perpetrado por el Estado Español bajo el mando del dictador Franco no hay un solo juicio, enjuiciado, ni acusado, ni hablar de castigado. El Estado se ensaña con ETA, pero a quienes se cargaron la Revolución Española en los 30, matando a dirigentes y militantes obreros y campesinos, haciendo una caza de brujas que duró 40 años se los condecora, se les indemniza y se les deja en sus cargos. Esto es consecuencia de los Pactos firmados en La Moncloa para “dejar todo atado y bien atado”, para desviar la lucha obrera de clases y nuevamente para evitar la revolución constituyendo una Monarquía Constitucional. Tampoco debemos olvidar que bajo el Gobierno de Felipe González la lucha contra ETA se hizo con organismos paramilitares como las GAL. Y tampoco que como parte de su expansión imperialista el Estado Español ha enviado tropas a Irak, Afganistán, Kosovo y Haití para proteger sus negocios y sus gobiernos afines.
Por eso los compañeros de Clase contra Clase decimos que este Estado que gobierna para los patrones y tiene tropas armadas en muchos países semicoloniales no tiene ninguna moral para poder juzgar las acciones del MLNV. Estos dirigentes y éste Estado que premian o se callan del genocidio perpetrado en España pero persigue hasta el ensañamiento a los militantes de ETA, no puede decir ni una sola palabra al respecto, no tienen derecho a encarcelar a sus integrantes o a ilegalizar a Batasuna como hicieron con la súper anti-democrática “Ley de partidos”.
Con quienes hasta el día de hoy defienden o callan el genocidio de Franco nos oponemos a dialogar y es por ello que estamos en contra de éste mal llamado “diálogo de paz”. No hay que olvidar que los Pactos de la Moncloa fueron elaborados y firmados por PSOE y el PCE. Denunciamos la farsa que en el parlamento defienden como “un avance hacia la paz” que hacen el Presidente, las bancadas del PSOE, IU, ERC y el resto de los partidos, denunciamos el cinismo y la hipocresía de los dirigentes del PP que quieren pisotear a los violentos, sin decir una sola palabra del genocidio de Franco, al cual defienden en cuanta oportunidad tienen. Una muestra más de la deriva derechista de IU se ve en las mismas declaraciones de su Secretario General, Gaspar Llamazares, que ve como un avance hacia la paz éste diálogo reaccionario. Nos pronunciamos por la legalización inmediata de Batasuna y la libertad sin cargos de su líder Otegi, por la libertad incondicional de todos los presos de ETA sin cargo alguno, por la anulación de todos los procesos judiciales contra integrantes de la izquierda nacionalista (Ezquer Abertzale) y todas las medidas que éste Estado genocida y opresor está realizando contra la izquierda y los activistas que le enfrentan tanto en Euskadi como en el resto del Estado Español.
Armados o desarmados, la misma estrategia
Los integrantes de Clase contra Clase estamos contundentemente en contra del terrorismo, para impulsar la movilización de la juventud y los trabajadores vascos a través de los métodos tradicionales de la clase obrera, tratan de negociar con el gobierno español a través de los cauces de la democracia burguesa Aunque los defendemos frente a la represión del estado burgués, no compartimos la estrategia de ETA, basada en la conciliación de clases. En esta línea no podemos descartar que Batasuna busque una alianza con la burguesía vasca, PNV-EA, como ya lo hiciera en otros momentos de la reciente historia. La lucha por el derecho de autodeterminación del pueblo vasco no puede realizarse en alianza con la burguesía vasca, que sólo lo utiliza demagógicamente para negociar mejores condiciones con la burguesía centralista. Este diálogo por la paz permitirá al Gobierno español seguir privatizando en paz, avanzar en la flexibilización laboral en paz, recortar aún más los derechos democráticos en paz y un largo etcétera
La estrategia de ETA no ha cambiado. Antes querían negociar con el estado burgués a través de la acción armada y ahora lo quieren hacer a través del diálogo y el acuerdo. Negociar la independencia de Euskadi con el mismo Zapatero al que le da pánico reconocer la realidad de Catalunya ¡Qué ilusión! Al igual que en las negociaciones que han tenido lugar en Gran Bretaña, tampoco podemos esperar nada de la burguesía imperialista española. Por el contrario, lo más probable es que ETA se sume al juego de los partidos políticos parlamentarios dentro de la Constitución Española, de manera similar que el Sinn Fein lo hace en Irlanda.
Clase contra Clase no comparte los métodos utilizados por ETA para luchar por los derechos democráticos del pueblo vasco, especialmente el derecho de autodeterminación, el terrorismo individual ha demostrado a lo largo de la historia no ayudar al avance al desarrollo de las luchas y solo permite una coartada ante la sociedad para que el estado burgués endurezca sus medidas represivas contra los luchadores. Nos oponemos a la violencia individual, no porque seamos pacifistas, sino porque sólo con la lucha en las calles de la clase obrera y el pueblo español podemos defender los derechos democráticos y las conquistas sociales. Es este sistema que nos envía la policía en las manifestaciones o luchas, o en ocasiones al mismo ejército, el que nos obliga a defendernos y organizarnos.
Con ZP no es posible “impulsar un proceso democrático”
Debemos ser claros, los integrantes de Clase contra Clase, vemos imposible que se pueda “impulsar un proceso democrático en Euskal Herría” o en el Estado español con un gobierno como el de Zapatero (o el de Ibarretxe en Euskadi). ETA dirige esta petición a Rodríguez Zapatero y a Jacques Chirac. Eso sí que es una utopía.
Veamos, solo algunos datos del currículo que tienen estos demócratas:
Zapatero es corresponsable del asesinato de inmigrantes en Ceuta y Melilla y de la muerte de los miles que tratan de llegar en pateras. Tiene tropas en Afganistán y en Haití. Se encarga de que sus empresas multinacionales expolien a los países pobres, como demostró cuando estuvo Evo Morales de visita oficial. Ahora, prepara una nueva contra-reforma laboral. Y en la cuestión del conflicto vasco pertenece al partido de los GAL, y ha sido el presidente del gobierno durante la última oleada represiva contra la izquierda abertxale.
Chirac está en una batalla por precarizar aún más a los jóvenes que ingresan al mercado laboral y a los trabajadores más veteranos, y hace tres meses envió a la policía para reprimir a los jóvenes inmigrantes de “les banlieues”, llegando a declarar el estado de emergencia. Las tropas francesas han participado en innumerables acciones punitivas en el extranjero.
Como podemos ver de estos gobiernos no podemos esperar un impulso democrático, ni la autodeterminación, ni mejoras para los trabajadores.
Tanto es así que los recortes democráticos hechos por los gobiernos del PP y el PSOE han sido con el fin de proscribir a Batasuna y atentar contra los sectores de la extrema izquierda. La ley de partidos políticos, la ley antiterrorista, son las “reformas democráticas” de estos paladines de la justicia. Es decir, la salida policial y judicial en relación a la “cuestión vasca”. Los integrantes de Clase contra Clase no nos cegamos por las diferencias políticas y por supuesto estamos en la 1ª fila de la lucha por la legalización de Batasuna y por la anulación lisa y llana de estas leyes, elaboradas usando la excusa del terrorismo y que a fin de cuentas son utilizadas igualmente en casos en el que la burguesía se ve arrinconada, no olvidemos como se aplicó la ley antiterrorista a los trabajadores de astilleros años atrás, cuando estaban en lucha. Estamos en contra de la criminalización de la izquierda abertzale y en contra de una resolución militar, policial o judicial para el conflicto vasco.
Por el derecho a la autodeterminación
Las conquistas sociales y democráticas sólo las podremos obtener a través de la lucha, en las calles, con la fuerza organizada de los trabajadores y el pueblo arrancándosela de las manos a la burguesía. Tanto Zapatero, como Aznar o González son responsables del ataque a la diversidad nacional y sus derechos democráticos, así como, de la precarización de los contratos, de la pérdida salarial, del paro, de las ETT’s y el trabajo temporal, las contra-reformas laborales y un largo etcétera. No es con ellos con quienes podemos crear un buen lugar donde las diferentes nacionalidades puedan sentirse cómodas. En todos estos años de “democracia burguesa” han hecho lo imposible por aprisionar los derechos democráticos y mantener el centralismo opresor del Estado Español. La burguesía vasca y catalana usan ese sentimiento para mejorar su posición en la distribución de poder y dinero en el Estado español y para ganar votos. El reclamo por parte del PNV, CiU o ERC de los derechos nacionales no son más que pura demagogia utilizada para el regateo con el gobierno central. Así mientras ERC movilizó a más de 100.000 personas en Barcelona para que se definiera a Catalunya como nación, en las Cortes promete no oponerse al Estatut si en éste se incluyen las competencias aeroportuarias.
El proletariado español debe hacer suya la bandera por los derechos de las nacionalidades, el derecho a la autodeterminación y a la escisión si hubiera una mayoría, y que se puedan organizar como prefieran. Debe luchar contra el centralismo del PP y el PSOE. Estos representantes del más rancio españolismo tratan de dividirnos del resto de nuestros trabajadores hermanos de Catalunya y Euskadi. Hacen todo lo posible para mostrar a los catalanes y a los vascos como egoístas, por no sentirse bien dentro del Estado Español. Pero lo que buscan así es que los trabajadores de la diferentes regiones nos peleemos entre sí para de esa manera aplicarnos nuevas Reformas Laborales con más facilidad. Frente a esta situación, en las nacionalidades oprimidas no ayuda, la política de los sindicatos nacionalistas de Euskadi que por ejemplo en la última Huelga General 20-J del 2002 contra el Decretazo, convocaron el día 19 para diferenciarse de los sindicatos que ellos llaman españolistas, provocando una división no sólo entre los trabajadores de Euskadi y el Estado español sino también entre los propios trabajadores de Euskadi, así avanzan mas fácilmente en la precarización y el paro.
Por eso debemos pelear contra el centralismo burocrático al servicio de las multinacionales españolas, vascas, catalanas, etc. y pelear por la unidad del proletariado de toda la Península Ibérica. El proletariado de Madrid, Andalucía Aragón, Valencia y las otras autonomías debe pelear contra estos representantes burgueses y ganarse la confianza del proletariado vasco y catalán peleando por el derecho de autodeterminación y, hasta la escisión, si hubiera una mayoría que se pronunciase así.
Los trotskistas de Clase contra Clase luchamos por el derecho de autodeterminacion contra la burguesia y el Estado español que se lo niega. Sin embargo, no somos separatistas: por el contrario peleamos por la unidad de la clase obrera española y la formación de un partido revolucionario de todas las nacionalidades que conforman el Estado Español en la perspectiva de una voluntaria Federación Socialista de Repúblicas Hispánicas (o Ibérica si incluimos Portugal) como parte de la Federación Socialista de Europa.
Los revolucionarios trotskistas de Clase contra Clase sostenemos que la lucha democrática del pueblo vasco por su derecho a la autodeterminación está indisolublemente ligada con la revolución obrera y socialista en el Estado Español. Solo un Gobierno obrero y popular producto de una revolución que desplace a la burguesía del poder podrá acabar con toda la opresión nacional.