En los medios (RT)
Egipto tropieza en la misma revolución. El gobierno dimite
21/11/2011
El Gobierno egipcio se despidió tras los violentos enfrentamientos populares que ha vivido la capital del país. Más de 30.000 manifestantes ocupan en este momento la plaza Tahrir en El Cairo protestando contra la falta de cambios. Se informa de que la solicitud de los ministros ha sido aprobada por la Junta Militar que gobierna el país. Los manifestantes de Tahrir aplauden la dimisión.
En medio de los cruentos enfrentamientos que sacuden por cuarto día consecutivo la capital egipcia, varios analistas políticos se están cuestionando los resultados de la ’Primavera árabe’ en Egipto.
El analista político Mark Glenn dijo a RT que a pesar del triunfo de la revolución egipcia en abril de este año, mismo que fue respaldado por la diplomacia estadounidense, muchos egipcios no creen que las elecciones parlamentarias que se realizarán en una semana aporten cambios a su situación.
“En general, el régimen seguirá siendo el mismo. La política exterior estadounidense seguirá siendo la misma; la política exterior de Israel también seguirá siendo la misma”, dice Glenn, quien considera que el hecho de que el primer acto de los nuevos gobernantes haya sido solicitar la ayuda económica de los países occidentales es prueba consistente de ello. “En el momento de hacerlo [el nuevo gobierno de Egipto] se rindió automáticamente y sacrificó sus ideales a los intereses occidentales”, explicó.
Según el analista, al momento de sublevarse los pueblos involucrados en la ’Primavera árabe’ no tenían ideas claras sobre lo qué querían lograr.
“Todos ellos se daban cuenta de que no estaban satisfechos con la situación de aquel entonces. Pero cuando se pusieron a pensar y formular un plan para llevar a cabo algunos cambios se enredaron”, dijo.
“Y lamentablemente el perdedor principal en todo ello será el propio pueblo, que literalmente pagó con su sangre esta revolución”, concluyó.
Los cerebros de la violencia
Según aclaró a RT Mark Almond, de la Universidad de Bilkent (Turquía), “en los enfrentamientos participan tanto grupos no religiosos como los Hermanos Musulmanes, aunque también hay agrupaciones islámicas más radicales que consideran que los Hermanos Musulmanes son demasiado ‘suaves’”.
“El hecho de que la violencia haya surgido no sólo en El Cairo, sino en otras ciudades quiere decir que posiblemente la situación en el país se desboca”, recalcó el politólogo.
Según Almond, la población no confía en el carácter democrático de las elecciones y espera una pronta dimisión de la Junta Militar.
“El proceso electoral durará meses [están previstas tres etapas de votación, los días 28 de noviembre, 14 de diciembre y 3 de enero, cada una con su segunda ronda electoral, RT] con lo que la gente que se presente a votar el lunes podrá cambiar de opinión al final del proceso electoral”, explica Almond, al que también le preocupan los posibles fraudes electorales. “Partiendo de los resultados del escrutinio en la primera etapa electoral, los militares podrán influir en votaciones posteriores”, denuncia.
Según el analista, algunos egipcios piensan que “los generales mismos quieren crear una situación de inestabilidad en el país para que la gente diga: “quédense en el poder, pues necesitamos seguridad”.
“Otra posible versión es que detrás de los disturbios se encuentran determinados grupos que quieren sacar provecho del caos diciendo: ‘no necesitamos elecciones con su largo proceso de reformas sino que hace falta un cambio radical”, añadió Almond en declaraciones a RT.
Los enfrentamientos en El Cairo dejan más muertos
Mientras tanto, la cantidad de muertos en las batallas de la plaza Tahrir, en El Cairo, el otrora centro de resistencia contra el régimen de Hosni Mubarak, ha superado ya los 30 y su número sigue creciendo.
En varias ciudades de Egipto, entre ellas Alejandría, Suez, Al Minya, El Arish o Asiut se están celebrando protestas callejeras en apoyo a los manifestantes de Tahrir y en demanda de que la Junta Militar gobernante ponga una fecha para su retirada del poder.
La escalada de violencia se produce en medio de los preparativos para las elecciones legislativas, en las que podría salir ganador el partido islamista Hermanos Musulmanes. Los comicios se celebrarán el próximo 28 de noviembre.