Europa
El movimiento universitario en Francia
19/02/2009
El 2/2 fue votada en asamblea general la huelga indefinida de los profesores-investigadores en Francia. Los universitarios protestan contra un proyecto de decreto que reforma su estatuto (evaluación, criterios de “eficiencia” para las publicaciones bajo pena de verse afectados a más horas de curso, etc.). Este proyecto se inscribe en el marco de la ley relativa a la autonomía de las universidades (LRU), contra la cual los estudiantes salieron a la lucha el año pasado.
La adhesión de los estudiantes en solidaridad con los profesores fue inmediata. Es así que el 5/2 entre 30 mil y 50 mil personas desfilaron por toda Francia en defensa de la educación pública. Este dato resulta más significativo si tenemos en cuenta que las universidades de París se encontraban en vacaciones.
Ante la rápida reacción de los universitarios, la ministra de la Educación Superior, V. Pécresse, declaró el 9/2 que la discusión sobre la reforma se prolongaría durante dos meses. Este claro intento de “desactivar” el movimiento hasta abril-mayo (período de parciales en que los estudiantes difícilmente salen a la lucha) no obtuvo los resultados esperados: el 10/2 en otra jornada de movilización se contaron entre 40 mil y 80 mil manifestantes.
Un movimiento inesperado pero con un gran potencial
Luego de la derrota sufrida por el movimiento estudiantil contra la implementación de la LRU el año pasado, nada parecía indicar que los estudiantes saldrían a la lucha tan rápidamente. Sin embargo, la huelga de los profesores-investigadores y, sobre todo, la gran jornada de huelga y movilización del 29/1, reavivó los ánimos de lucha entre los estudiantes. En efecto, la reforma del estatuto de los profesores-investigadores se inscribe en el marco de la aplicación de la LRU y en medio de otras reformas relacionadas con la formación de los profesores de la primaria y del secundario, con supresiones de puestos, etc. Esto favoreció una cierta confluencia de reivindicaciones entre estudiantes, docentes y personal no docente.
No obstante, aunque la adhesión de los profesores a la protesta es un dato valioso, por el momento, el movimiento es mucho menos radical que el año pasado. La clave para que pegue un salto es que adopte un programa que unifique las demandas del conjunto de los sectores universitarios y de todo el sistema educativo. En ese sentido, son un avance las decisiones tomadas por la Coordinación Nacional de Estudiantes que se reunió el 14 y 15 de febrero en Rennes, reagrupando delegaciones de 63 universidades, y que en un comunicado llama a los estudiantes, docentes y personal no docente a unirse detrás de la consigna por la “abrogación de la LRU”; a pasar de una “movilización de solidaridad pasiva a una huelga mayoritaria, real y activa de los estudiantes” a través de la movilización, el bloqueo y la convergencia de las luchas; y, luego de la jornada del 29/1, al apoyo a todas la luchas en curso (“Appel de la coordination nationale étudiante réunie ã Rennes les 14 et 15 février”).
Efectivamente, para que esto sea posible es imprescindible que los profesores-investigadores adhieran a la consigna por la abrogación de la LRU y que no se limiten a la simple contestación del decreto que afecta a su estatuto. En efecto, no está descartada la posibilidad de que el gobierno, ante la progresión del movimiento, ceda a la demanda de los profesores-investigadores para que éstos levanten la huelga y que los estudiantes queden aislados nuevamente como el año pasado.
En definitiva, la jornada del 29/1 abrió una gran perspectiva para los trabajadores en Francia, pero los estudiantes no estuvieron presentes significativamente. Teniendo en cuenta la importancia de la juventud en las luchas más recientes, si se pone en pie un importante movimiento universitario, junto con las protestas en las colonias francesas y con la perspectiva de la próxima huelga general el 19/3, éste será un gran apoyo para la resistencia del proletariado contra los efectos de la crisis capitalista mundial.