Estado español
Frente a las elecciones catalanas y las Candidaturas de Unidad Popular (CUP)
29/11/2012
por Lluís Ros, Clase contra Clase, Estado Español, Barcelona
En las elecciones del 25N, los militantes de Clase contra Clase hemos debatido [1] con un fenómeno que impactó en la izquierda de Catalunya: la presentación de las Candidatiures d’Unitat Popular (CUP). Un fenómeno que se enmarca en el ascenso de otras formaciones “anticapitalistas”, anti-neoliberales o reformistas de izquierda en otros lugares, como BILDU en Euskadi, AGE en Galicia, el Front de Gauche en Francia o Syriza en Grecia; de la cual algunos representantes han presenciado actos de las CUP. Nuestra polémica no pretende negar que las CUP han despertado la simpatía de miles de jóvenes y activistas de los movimientos sociales. Pero humildemente creemos que la tarea de los revolucionarios es precisamente advertir y combatir las ilusiones en proyectos electoralistas y con programas reformistas que lejos están de una perspectiva de clase independiente y revolucionaria.
Las CUP, un proyecto con una estrategia de policlasista y de reforma del capitalismo
En primer lugar, es necesario precisar cuál es la estrategia de las CUP. La misma parte del concepto de la “unidad popular”, es decir de la unión de la clase trabajadora y otros sectores sociales como los pequeños productores agrarios, autónomos y pequeños empresarios, cooperativistas y otras clases medias urbanas. Esta es la base de su composición social, bastante alejada de la clase obrera, y tiene el objetivo de organizar sus “Candidaturas” para su estrategia parlamentaria con base en los barrios y municipios. Este es uno de los principales problemas. Las CUP, en sus principales candidaturas no han tenido un sólo representante de la clase trabajadora catalana.
Esta es una de las principales razones por las cuales en Catalunya no apoyamos esta candidatura. Como hemos puesto en debate, creemos que es totalmente oportunista la política de las organizaciones llamadas “anticapitalistas” del Estado español, como Revolta Global (mandelista), En Lucha (cliffista) o Lucha Internacionalista (en discusión con la UIT-CI), que hicieron una campaña unitaria en favor de las CUP, rebautizada como CUP-Alternativa de Esquerras (CUP-AE). También Corriente Roja (LIT-CI) llamó a votar críticamente.
El programa de las CUP aboga por un modelo que respeta en lo fundamental la gran propiedad de los medios de producción, limitándose a la nacionalización de algunos sectores estratégicos y de una parte del sistema financiero. Se centra en adoptar medidas fiscales, de control y dar más peso al sector público. Y sobre todo en otorgar prioridad y facilidades a los sectores más “débiles” del mercado, respondiendo a los intereses y reivindicaciones de un sector de pequeños productores con mucho peso en Catalunya, el ligado al mundo cooperativo. Es decir, se trata de un modelo que apunta a reestructurar al capitalismo, para beneficiar al pez más débil en la guerra de la competencia. Respecto al Régimen político plantean “la evolución de toda sociedad democrática es el Socialismo” [2] . Una visión evolutiva que no apunta a derribar al Régimen, sino a mejorarlo por medio de un “proceso democratizador y constituyente”. Esto queda reflejado de manera cruda en su postura sobre las instituciones represivas. Sólo se pide “la disolución de los cuerpos de la Policía Nacional española y de la Guardia civil en el territorio de los Països Catalans”. Pero en ningún momento menciona explícitamente al principal cuerpo represivo de Catalunya, los Mossos d´Escuadra, Sólo habla de “cuerpos de seguridad” para los que plantea “depuración” y “la creación de un órgano institucional-popular de control de los cuerpos de seguridad, de la Escuela de Policía y de las diligencias judiciales”.
Las CUP plantean la unidad territorial de los Països Catalans y la independencia del Estado español y francés, y vincula la conquista de la independencia con la “consecución de la emancipación social”. Sin embargo, la cuestión de si será con o sin la burguesía catalana, o con algún sector de ésta, no queda respondida [3] . El independentismo se encuentra dividido sobre estas cuestiones y las CUP han optado por posponer esta discusión. Por ejemplo, su cabeza de lista por Barcelona, Daniel Fernández, planteaba que la vía catalana sería “democrática, pacífica y civil” [4] . Además existe todo un sector que es partidario de una política abiertamente de colaboración de clases. Esto ya se expresó en la colaboración de parte de las CUP con CiU y ERC en el movimiento de las consultas o en la proximidad a la línea de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) o a posibles acuerdos con ERC [5].
Optar por una estrategia de “unidad popular” es el mayor obstáculo para que la lucha por el derecho de auto-determinación no sea capitalizada, desviada y traicionada por la burguesía catalana. Hoy es más urgente que nunca levantar una alternativa de clase, revolucionaria e internacionalista, que conciba la lucha por el derecho de autodeterminación de Catalunya -incluida la independencia si una mayoría así lo decide- como parte de la pelea por la unión fraternal de todos los trabajadores del Estado, en una Federación de Repúblicas Socialistas Ibéricas, en la perspectiva de derribar la UE y conquistar una unión voluntaria de todos los países en los Estados Unidos Socialistas de Europa. No basta con sólo nombrar a los trabajadores como un sector más, sino que sólo una estrategia de clase puede llevar hasta el final la lucha contra los capitalistas, el Régimen del 78 y todos sus agentes. Por estas diferencias cruciales no apoyamos a las CUP-AE el 25N.
noviembre de 2012
NOTASADICIONALES
[1] Para profundizar sobre la crítica al conjunto de su programa, ver “Elecciones 25N: Un debat des del marxisme revolucionari amb el projecte CUP-AE”, (http://www.clasecontraclase.org/Un-debate-desde-el-marxismo-revolucionario-con-el-proyecto-CUP-AE
[2] Punto 10 de su programa: “Per un espai comunicatiu dels Països Catalans”, p. 4.
[3] “La independencia dels Països Catalans”, periódico electoral gratuito, pp. 6-7
[4] “El éxito de la CUP no se explica sin el ciclo combinado en la calle de soberanismo e indignación”. Entrevista a David Fernández en sinpermiso.info
[5] Las CUP ya han tenido un acuerdo electoral con Reagrupament, escisión por derecha de ERC, en las elecciones de mayo de 2011. El no resolver estas incógnitas hace que, a pesar de los enunciados generales sobre independencia y socialismo, las CUP no pueden empezar a constituir una alternativa de peso a la estrategia de la ANC, CIU y ERC. Ver debate con las CUP, Elecciones municipales. La izquierda en Barcelona, por Guillermo Fernández, (http://www.clasecontraclase.org/La-izquierda-en-Barcelona)