Estado español - Contra la reforma de la reaccionaria Constitución de 1978 y los planes de ajuste
Huelga General y plan de lucha
19/09/2011
Huelga General y plan de lucha
hasta derrotar al Gobierno y el Régimen del 78
Impongamos una Asamblea Constituyente Revolucionaria
Rescates mil-millonarios a la banca y grandes empresas, los peores planes de ajuste contra los trabajadores y los servicios públicos desde la Dictadura, casi cinco millones de parados, 300 mil familias desahuciadas... ¿alguien duda de para quién gobierna Zapatero ?, ¿qué intereses defiende el reaccionario régimen de la Constitución del 78 ?. Por si no quedaba claro el PSOE y el PP han querido hacer una última demostración antes de acabar la legislatura aprobando por vía urgente una reforma constitucional para regular el déficit, que viene a recoger las exigencias de Alemania y los mercados.
Se trata de una nueva medida antiobrera y anti-popular. Si no hay dinero para salud o educación, simplemente no se hace, primero la deuda y lo que quede para el resto. Una “invitación” a apuntarse en mutuas y en colegios privados, para tratar de obtener servicios sociales mejores, para quien pueda pagarlo y un atentado a los ingresos de los trabajadores. Es un claro empeoramiento de la calidad de vida para la mayoría que no puede pagarlo. Esto se aprueba cuando ya estamos viendo fortísimos recortes de las comunidades autónomas en educación y sanidad, y al mismo tiempo que se saca otra reforma laboral anti-juvenil, que condena a la precariedad y a contratos de formación hasta los 30 años. Y todo esto en el marco de un grave deterioro de la crisis capitalista mundial, con las tendencias recesivas llamando a la puerta de EEUU y la UE, y las posibilidades de un nuevo salto en la crisis de la deuda creciendo (bien por la posible quiebra de Grecia, las amenazas de rescate sobre Italia o el Estado español, u otro escenario similar). El Gobierno no da tregua en los ataques mientras las perspectivas de futuro para los trabajadores y sectores populares del mundo se hacen cada vez más calamitosas.
La burocracia sindical convoca tibias movilizaciones
Este “decretazo constitucional” desnuda todavía más el carácter de esta democracia para ricos contra la que miles de jóvenes y trabajadores que se están movilizando en las calles desde el 15M bajo el cántico “que no, que no, que no nos representan”. La primera reforma de calado a la reaccionaria Constitución de 1978 se efectúa con nocturnidad y alevosía. En pleno verano, el Gobierno y la oposición han suspendido sus vacaciones, han celebrado reuniones y sesiones parlamentarias durante agosto... todo para hacerla pasar en apenas un mes con el menor debate y control posible incluso de sus propias instituciones. El 15M primero, y los sindicatos después, ya han convocado las primeras movilizaciones. El domingo 28 de agosto se realizaron las primeras manifestaciones en muchas ciudades, y el pasado 6 de septiembre las direcciones de CCOO y UGT convocaron otras. La escasa preparación de estas últimas, nula si hablamos de los centros de trabajo donde no hubo ni una sola asamblea, dan cuenta de que la oposición de Toxo y Méndez no pasa de un saludo a la galería. Al mismo tiempo sectores como la educación madrileña y de otras comunidades están anunciando huelgas y movilizaciones para el arranque del curso. Las direcciones sindicales que hasta ahora miraban para otro lado ante la ofensiva contra los servicio públicos y sus trabajadores están por el momento a la cabeza. Pero la experiencia de la lucha de la sanidad catalana, llevada al desgaste, mantenida aislada del resto de sectores públicos catalanes y del Estado... debe servir de alerta para las luchas de este otoño.
Contra los recortes ¡¡Extendamos el ejemplo de los profesores madrileños !!
Contra los recortes en sanidad y educación hay que decir, ¡¡basta de luchar divididos !!, ¡¡hagamos en todos los lugares como los profesores de Madrid !!, ¡¡Por la huelga del sector público !!. Si aún no han concretado ataques en algunas comunidades es para evitar que confluyan todos los trabajadores públicos. Antes o después en Aragón, Andalucía, Valencia... se va a meter la tijera en forma de despidos y eliminación de servicios. En Catalunya, Galicia, Navarra o Castilla y la Mancha ya se está haciendo. Hay que exigir, y si es necesario imponer desde abajo, a los sindicatos de la sanidad, la educación y la función pública un plan estatal de movilizaciones con huelgas y manifestaciones, en unidad con los estudiantes y los usuarios, hasta parar todos los recortes. Pero para imponer una hoja de ruta de este tipo será necesario reforzar la auto-organización, levantar asambleas decisorias en todos los centros educativos y sanitarios, así como otras dependencias públicas, coordinarlas y establecer así una verdadera democracia obrera para esta lucha, que evite que aún con un discurso anti-recortes los burócratas sindicales de siempre terminen llevándonos a un callejón sin salida o a acuerdos de la vergüenza. Deben ser los trabajadores públicos quienes decidan los pasos a seguir hasta alcanzar una victoria sobre los gobiernos autonómicos y el central. En esta tarea los sectores combativos de CCOO y UGT y la izquierda sindical (como los STES o la CGT) pueden y deben jugar un rol, construyendo una alternativa de lucha a las previsibles estrategias de desgaste y traición a los que nos tienen acostumbrados los dirigentes de las federaciones de servicios públicos de CCOO, UGT y CSIF.
Recuperemos los sindicatos desde abajo ¡Impongamos un plan de lucha y la huelga general hasta derrotar los ataques !!
Pero la política de las direcciones sindicales es aún más perversa en la lucha contra los últimos ataques del Gobierno y la oposición. Como ya hicieran con la liquidación de la negociación colectiva, la nueva reforma laboral sólo ha merecido para ellos un rechazo en rueda de prensa. No han movido ni un dedo, ni en las empresas ni en la calle, para echar atrás un varapalo fortísimo contra los derechos adquiridos de los trabajadores, y especialmente de la juventud trabajadora. La reforma constitucional ha merecido una respuesta algo mayor, pero totalmente encuadrada en el marco de movilización simbólica. Para derrotar al PP y al PSOE, a los planes de ajuste que uno y otro quieren seguir aplicando después de las elecciones, no bastará con anifestaciones “ciudadanas” mal convocadas, que es lo máximo que ofrecen de momento Toxo y Méndez. Debemos poner en pie asambleas en las empresas y polígonos, que se vayan coordinando entre sí y donde discutamos y votemos un verdadero plan de lucha y una huelga general para imponérsela a los dirigentes traidores de CCOO y UGT, que hasta ahora está manteniendo una política de colaboración con el Gobierno -como con el pensionazo- o de movilizaciones simbólicas para descomprimir. Hace falta una lucha hasta el final, hasta derrotar los planes del Gobierno e imponer una verdadera salida obrera a la crisis. Las luchas del sector público y la izquierda sindical pueden actuar de punta de lanza. Los movimientos y reuniones que se están produciendo entre distintas fuerzas del sindicalismo opuesto a las direcciones de CCOO y UGT (como las reuniones de CGT, CNT, SO y CSC del pasado día 2, o el encuentro sindical del próximo 17 en Madrid), así como iniciativas como el III Encuentro de trabajadores que impulsa la Comisión de Trabajadores Indignados hacia la Huelga general del 15 M en Barcelona, pueden convertirse en puntos de partida desde el que imponer este cambio de rumbo.
Ni reforma constitucional, ni Constitución del 78
La reforma constitucional según muchos analistas burgueses ha tenido una importante “contrapartida” para el Régimen, está agrietando aún más la unidad de todas las alas de la burguesía en torno a la reaccionaria Constitución de 1978. Y es que la reforma, además de tratar de imponer una doctrina económica anti-déficit (en lo que hay bastante acuerdo, tan sólo algunos partidos del Régimen, como IU, ERC, BNG o CHA, son partidarios de fórmulas más neokeinesianas), viene a limitar la autonomía financiera de las comunidades. La burguesía catalana y vasca (que ve amenazado su régimen fiscal propio) temen que esta sea la primera de una serie de reformas centralizadoras que liquiden el estado de las autonomías, tal y como piden los “mercados” e instituciones internacionales. Esta crisis “por arriba”, se combina con el creciente cuestionamiento “por abajo” a esta democracia. El “decretazo constitucional” lo agrava, ya que abre la posibilidad que las demandas democráticas de movimientos como el 15M puedan empezar a cuestionar la misma Constitución del 78, desde unos parámetros muy distintos a los del PP, el PSOE o CiU y el PNV. Contra esta perspectiva las direcciones sindicales y los sectores más reformistas del 15M han empezado a levantar la consigna de referéndum sobre la enmienda, e incluso haciendo una defensa explícita del consenso que dio lugar a la Constitución del 78 y a esta misma Carta Magna, como se leyó en el cierre de la manifestación de Madrid del pasado día 6. Limitar el descontento canalizándolo a querer decir sí o no a su enmienda, sin en ningún caso poner en cuestión una Constitución que fue el desvío reaccionario contra las luchas obreras y estudiantiles contra la Dictadura, que se impuso entre la traición del PCE y el PSOE (y por ellos de las direcciones de CCOO y UGT) y la amenaza golpista, que impuso la Monarquía, negó el derecho de autodeterminación a las nacionalidades, que terminó de consolidarse gracias al 23F … Si la burguesía vasca y catalana ya está dando por amortizada la Constitución porque ve en peligro sus márgenes de buen negocio, ¿Cómo no vamos los trabajadores a empezar a luchar contra un Régimen y su Constitución que han sido la garantía de que los trabajadores y el pueblo fuésemos quienes pagásemos la crisis ?. Debemos transformar la lucha contra esta enmienda anti-obrera en una lucha contra la misma Constitución del 78, pero no en la línea de los sectores burgueses que la empiezan a cuestionar, si no de manera independiente, peleando porque sobre sus ruinas podamos empezar a resolver el conjunto de nuestros problemas.
Por una Asamblea Constituyente Revolucionaria que imponga una salida obrera y popular a la crisis
Frente a este callejón los trabajadores y la juventud debemos decir que queremos votar y decidir, pero para discutirlo todo, para cambiar al actual Estado español de raíz y no para que nada cambie y sigamos siendo nosotros los que paguemos la crisis. La rotura del talón de Aquiles del Rey en estos días es todo un símbolo de la salud del Régimen que construyó como herencia de Franco, su antecesor en la Jefatura del Estado. Si el barco empieza a hacer aguas, los trabajadores tenemos que empezar a pelear por una política y una estrategia independiente y revolucionaria para que no nos impongan otra reaccionaria “Transición”.
Sobre qué debemos debatir en una Asamblea Constituyente Revolucionaria
Contra la enmienda constitucional debemos oponer ¡¡Abajo la reaccionaria Constitución de 1978 !!, impongamos una verdadera Asamblea Constituyente Revolucionaria, donde los millones de trabajadores y el pueblo podamos hacer pesar qué somos la amplia mayoría. Una Asamblea así no será convocada ni por el PSOE, ni el PP, ni muchos menos por el Rey. Por ello esta convocatoria la debemos imponer, en las calles, luchando los trabajadores, los jóvenes del 15M y los sectores populares golpeados por la crisis.
Para resolver todas las demandas democráticas que este Régimen niega Sólo así los representantes de los trabajadores, la juventud y el conjunto de los sectores populares, podremos debatir nuestras demandas democráticas como :
• El derecho de las nacionalidades a la autodeterminación, el fin de la Monarquía y el juicio y castigo a todos los criminales -policías, jueces, empresarios de la dictadura y la “democracia” de Juan Carlos I. • Por el fin de los subsidios a la Iglesia y el control de ésta de la mitad de la educación. • Contra la Ley de Partidos, la Audiencia Nacional y el Senado, instituciones reaccionarias y de excepción. • Por la expropiación de las tierras en manos de grandes latifundistas, muchos de ellos todavía aristócratas. • Luchemos contra el imperialismo español y sus multinacionales : un pueblo que oprime a otro pueblo nunca podrá ser libre. Por la retirada de las tropas en el extranjero, por la devolución de los enclaves coloniales de Ceuta y Melilla. Por el fin de apoyo y sostén de regímenes reaccionarios como los del mundo árabe, por la entrega de las posesiones de las multinacionales españolas expoliadoras a los diferentes países donde operan. Por un programa obrero ante la crisis, contra los grandes problemas de paro, vivienda, precariedad. • Prohibición inmediata de los despidos. Rechazo contundente de todos los ERE’s. • Y ante el drama del paro de millones de trabajadores : distribución de las horas de trabajo entre todas las manos hasta acabar con el desempleo, sin reducción salarial. Nacionalización sin indemnización de toda empresa que cierre o despida, bajo control de los trabajadores. Ningún plan industrial o de futuro hecho por la patronal puede resolver los graves problemas de los trabajadores. Aumento urgente del Salario Mínimo a 1200€ para preservar una capacidad adquisitiva mínima en las familias obreras y los pensionistas, ¿Quién puede vivir con 600€ ? • Contra la precariedad laboral y la división de las y los trabajadores : Basta de precariedad laboral, los falsos autónomos, los becarios y contratos de obra y servicios, las subcontratas y contratas que nos impone la patronal y el Gobierno. Todos a la plantilla fija y con los mismos derechos. Por la prohibición de los contratos temporales y las ETTs. • Papeles para todos. Contra la división del gobierno entre trabajadores nativos o extranjeros. Abajo la Ley de Extranjería y los CIES !. • Ante el problema de la vivienda y los desahucios : No a los desahucios. Ante la asfixia de las hipotecas carísimas : expropiación sin indemnización de la banca bajo control de los trabajadores. Crear una entidad de crédito estatal única que respete a los pequeños ahorristas y quite los intereses usureros que les cobran a las familias con hipotecas, dejando letras que no supongan más del 25% de los ingresos. Expropiación sin pago de las grandes constructoras e inmobiliarias bajo control obrero y todas sus viviendas vacías, incluidas las de la Iglesia. De ésta forma se puede crear un parqué de alquiler social de viviendas cuyo precio no sea superior al 15% de los ingresos. Utilizar las empresas expropiadas para crear obras públicas de los equipamientos necesarios para la población. Basta de que las obras públicas sean dinero del Estado para los grandes empresarios, despilfarrados en grandes proyectos urbanísticos ajenos a nuestras necesidades.
Por la nacionalización de la banca y las grandes empresas bajo control de los trabajadores
Como planteaba León Trotsky : “Para crear un sistema único de inversión y de crédito según un plan racional que corresponda a los intereses de toda la nación, es necesario unificar todos los bancos en una institución nacional única. Sólo la expropiación de los bancos privados y la concentración de todo el sistema de crédito en manos del Estado pondrá en las manos de éste los medios necesarios, reales, es decir materiales, y no solamente ficticios y burocráticos, para la planificación económica”. Igualmente, la expropiación de los bancos no implica la expropiación de los pequeños depósitos y ahorros. Contrariamente, para los pequeños ahorristas, una banca estatal única podrá crear condiciones más favorables que los bancos privados y establecer créditos baratos para los pequeños comerciantes y productores. Esta nacionalización debe venir acompañada de otras sobre las principales empresas del país, para ponerlas bajo el control de los trabajadores, y de grandes impuestos confiscatorios sobre las grandes fortunas. A la vez que toda la economía, en primer lugar la industria pesada y los transportes, “dirigida por un Estado mayor financiero único, sirva a los intereses vitales de los obreros y de todos los otros trabajadores”. Por último, es necesario aclarar que la estatización de los bancos sólo podrá dar resultados favorables “si el poder estatal mismo pasa de manos de los explotadores a manos de los trabajadores.” Esta Asamblea no será convocada por este Régimen ni ninguno de sus partidos, para conseguirla es preciso un combate revolucionario. Los ataques históricos que se nos plantean nos obligan a pelear por transformar estas luchas en verdaderos combates por acabar con el Régimen del 78 y su Gobierno, pelear por una Huelga general política, que abra el camino para imponer sobre sus ruinas un Gobierno de los trabajadores y el pueblo, una República Obrera.
19-09-2011