EN LOS MEDIOS: Les Echos
Los sindicatos reformistas no saben cómo salir del conflicto
18/10/2010
Escrito por Derek Perrotte
Periodista
¿Y ahora? Mientras que la CGT y los sindicatos combativos parecen querer prolongar el movimiento contra la reforma de las jubilaciones más allá del voto del Senado, previsto para este miércoles; las centrales reformistas están en un aprieto. Sólo la CFTC hizo lo que hace de costumbre. “Que voten una ley no quiere decir que nosotros tengamos que parar. Acordémonos del CPE, resume Jacques Voisin, su presidente. No nos vamos a detener.”
Pero para la CGC y la UNSA, la tentación de aprovechar la votación en el Senado para salir del conflicto por arriba es muy grande. “Habremos llevado nuestra oposición hasta fue posible, siempre manteniendo la responsabilidad”. La llegada de las vacaciones de la Toussaint, desde el próximo viernes, hace imposible la organización de una jornada de acción antes de tres semanas. Y las dos centrales son bastante escépticas a la idea de apoyarse desde ahora y hasta ese momento sólo en las huelgas o movimientos diversos (bloqueo de carreteras por ejemplo) de las que temen las consecuencias sobre la economía… y sobre la imagen de los sindicatos.
La CFDT ya no esconde que está en aprietos. Impulsar todavía más el movimiento, es correr el riesgo de alimentar una radicalización y de perder totalmente el control de la situación. “No dejamos de pensar que una fuerte radicalización puede volverse en contra de los sindicatos”, explicaba. Pero frenarlo, es darles el pie para que nos acusen de ceder y de soltarle la mano a los trabajadores… Ahora bien, para la CFDT, “imposible revivir el 2003”.
“Ir viendo día a día”
En este contexto, la central de Francois Chereque se repliega por el momento en una espera prudente. “Hay que ver cómo evoluciona esta semana. Si el movimiento continúa haciéndose más fuerte, habrá que continuar. Si se desmorona y tiende a reducirse a conflictos muy duras en algunos sectores aislados, no podremos avalarlos eternamente”, analiza. La central también mantiene la esperanza de encontrar un punto medio sin quebrar la unidad con la CGT: “La situación es compleja para nosotros pero también lo es para la CGT. Bernard Thibault la impulsa pero tampoco puede contener demasiado a su base más combativa, que lo cuestiona internamente”.
Es finalmente FO quien mejor resume la situación: “Es confuso. Nadie puede anticipar lo que pueda suceder esta semana. A partir de ahora, hay que ver día a día con los trabajadores hasta donde están dispuestos a llegar”.