El sábado 4 de septiembre, más de un centenar de trabajadores y estudiantes colmaron del museo casa de León Trotsky en el barrio de Coyoacán de México para homenajear al revolucionario ruso, fundador del Ejército Rojo y la Tercera y Cuarta Internacional. El acto fue convocado por la Liga de Trabajadores por el Socialismo, organización hermana del PTS en México.

Este acto a 70 años del asesinato de Trotsky es una de las más importantes actividades hechas en México en este contexto, como muestra la nota del importante diario mexicano La Jornada del domingo 5 de septiembre.

Participaron del acto trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), de la empresa Mexicana de aviación (que enfrentan la quiebra de la empresa), trabajadores universitarios, normalistas egresados en lucha por su incorporación a planta, trabajadoras y trabajadores de la educación y otros centros de trabajo, jóvenes del barrio obrero Ecatepec, estudiantes de la UNAM y la Universidad Autónoma de Guerrero.

A su vez, se contó con la presencia de la delegación de la LTS, que estuvo presente en el principal acto internacionalista realizado en Latinoamérica con el mismo motivo que realizó la Fracción Trotskista Cuarta Internacional, organización de la cual forma parte la LTS, el pasado 22 de agosto en la ciudad de Buenos Aires.

En el evento realizado en la Casa Museo, se proyectaron fragmentos del video del acto de la FT-CI en Buenos Aires, junto a otros que mostraron la participación de la LTS en movilizaciones como el 1° de Mayo y la lucha electricista del SME. La primera intervención en este acto homenaje fue el discurso de Sandra Romero, dirigente de Pan y Rosas y la LTS, quien explicó la importancia del legado de León Trotsky en las luchas antiimperialistas de América Latina, y reivindicó la necesidad de levantar esta bandera ante la ofensiva del imperialismo norteamericano en la región, así como la necesidad de impulsar una campaña internacional por la defensa de las conquistas de la revolución cubana, y de luchar por una revolución política que expropie el poder político al régimen de la burocracia castrista, y a favor de las masas obreras y populares en Cuba. Esto, en el marco de la lucha por una Federación de Repúblicas Socialistas de América Latina.

Para dar paso al siguiente orador, contamos con saludos de la agrupación de mujeres Pan y Rosas, de la agrupación estudiantil Contracorriente, de los jóvenes trabajadores de Barricada de Ecatepec, la Corriente de Trabajadores Clasistas y los normalistas del movimiento de egresados. Andrés Aullet, abogado laboralista y dirigente nacional de la LTS, hizo un llamado a la reorganización de los trabajadores y del movimiento sindical, así como de fortalecer la lucha por una estrategia independiente para enfrentar los impactos de la crisis capitalista sobre las espaldas de los trabajadores.

Tras los saludos de las organizaciones que integran la FT-CI en distintos países de América Latina y Europa, tomó la palabra Sergio Moissens, dirigente de la LTS y delegado a la VII conferencia internacional de la FT-CI, quien por su parte desarrolló el análisis de la situación internacional y las tareas de los revolucionarios, y sostuvo que la actual crisis económica internacional está reactualizando las premisas que plantearon los revolucionarios de principios del siglo XX. En donde una fuerte crisis económica mundial, en detrimento del bienestar de la clase trabajadora, orilla a la movilización e insumisión de la clase trabajadora y los sectores populares. Y que esto permite, tras sacar las lecciones históricas y estratégicas fundamentales de las últimas décadas, además de la intervención en la lucha de clases, sentar las bases para dar pasos concretos en la reconstrucción de la Cuarta Internacional y en la construcción de partidos revolucionarios, nacionales e internacionalmente.

La LTS rindió así homenaje a uno de los grandes revolucionarios, junto con Lenin, de la clase obrera internacional. En una de las más importantes conclusiones en el discurso de cierre, se planteó que “La experiencia histórica muestra que la clase obrera no va a dejar pasar sin lucha los nuevos y renovados ataques del capital para hacer pagarle pagar los costos de la crisis. Pero también nos muestra que, si no cuentan con una dirección revolucionaria, con un verdadero estado mayor de la clase obrera, la energía de las masas se evapora si la dirección está en manos de quienes buscan la conciliación con el capital. Este es el sentido de la construcción del partido mundial de la revolución social por el que luchara Trotsky con la fundación de la IV Internacional”.