El Govern catalán de CiU y su Conseller de Interior Felip Puig sufrieron ayer una derrota política y en las calles de Barcelona. La derecha catalana -adelantándose al PSOE de Rubalcaba que sería el responsable de desalojar las acampadas en el resto del Estado- desplegó todo un operativo policial en las primeras horas del día. Cientos de Mossos de Escuadra y Guardias Urbanos sacaron a los acampados y los retuvieron ilegalmente en el centro de la plaza. Mientras operarios de BCNeta fueron obligados a desmantelar el campamento.

Durante los primeros minutos todo marchaba según lo “previsto” por el Conseller. Esperaban un desalojo rápido y quizá realizar alguna carga contra grupos reducidos. Sin embargo con lo que no contaban estos políticos de la gran banca y patronal catalana es con que el movimiento de los indignados es mucho más que los compañeros que habían pasado la noche en la plaza. La noticia del desalojo se fue extendiendo por internet y cientos de sms. Desde las 8h miles de jóvenes y no tan jóvenes fuimos llenando los alrededores de la plaza, resistiendo cargas, porrazos y muchos pelotazos. Tratamos de evitar que salieran los camiones cargados con todo el material de la acampada y sitiamos el cordón policial. En muchas facultades los estudiantes paraban las clases y se venían a la plaza, o como en el Campus de la UB-Diagonal, cortaban vías de comunicación en solidaridad con la acampada.

Poco antes de las 13h la policía trató de desmantelar las últimas carpas, las centrales, los compañeros retenidos las defendieron y forcejearon con los anti-disturbios. Esta nueva agresión envalentonó a todos los presentes y comenzaron producirse los primeros desbordes del cordón policial. Las decenas de disparos de pelotas y los porrazos indiscriminados no nos pararon. Al final fueron los mismos policías los que fueron desalojados de la Plaza. En desbandada, huyendo como ratas, fueron retrocediendo hasta tener que salir literalmente corriendo. Pasadas las 13h la Plaza Catalunya fue reconquistada por los indignados y se comenzó a levantar de nuevo el campamento.

Fue un combate ganado pero no salió gratis, terminó con un detenido y más de 130 heridos, uno de ellos grave. El Régimen, a través de la Generalitat, mostraba su verdadera cara, que sólo puede ofrecernos paro, precariedad y si nos quejamos palos, pelotazos y represión. Nosotros por nuestra parte le mostramos que la determinación de lucha contra esta democracia para ricos y completamente represiva es mayor de lo que pensaban. Desde Clase contra Clase nos sumamos a la denuncia de esta represión, a la exigencia de dimisión de Felpi Puig, exigimos la libertad sin cargos del compañero detenido y la creación de una comisión de investigación formada por “indignados”, reprimidos y organizaciones de derechos humanos, para poder exigir el juicio y castigo de todos los policías, mandos y políticos responsables de la actuación.

De hecho la indignación no ha hecho más que crecer en las últimas horas. Por la tarde la Plaza Catalunya se llenó como no lo había hecho durante todo el movimiento. Y también se produjeron multitudinarias protestas en Sol y el resto de las acampadas del país. Nuevos sectores se han sumado con fuerza en las últimas horas, como los sanitarios catalanes que acabaron su manifestación de ayer en la Plaza, los estudiantes y profesores universitarios en lucha contra los recortes, o trabajadores de diferentes fábricas en la acampada de Zaragoza (CAF, TUDOR, Vestas Eólica).

La derrota del intento de desalojo constituye un importante triunfo para el movimiento, que nos insufla moral y amplía el apoyo social del que disfrutamos. Además hemos demostrado que podemos derrotar hasta a los Mossos, uno de los peores cuerpos represivos de todo el Estado. Por todo ello desde Clase contra Clase creemos que debemos aprovechar esta coyuntura para redoblar los esfuerzos por extender la lucha y confluir con todos los sectores en lucha, especialmente con los trabajadores, para que se sumen a este combate con sus propios métodos y organizaciones. Los jóvenes de la plaza hemos demostrado que se puede luchar y derrotar al Gobierno, una todavía modesta victoria -la defensa de la acampada- que debemos transformar en un arma subversiva, que nos sirva para inspirara a estudiantes y trabajadores para emprender el camino de la lucha y la organización en todos los centros de estudio y trabajo hasta imponer una huelga general indefinida que ponga en jaque al Régimen y el sistema capitalista.

Clase contra Clase 28-5-2011