Por una campaña democrática contra la represión y criminalización de los "indignados"

Por la libertad y absolución de todos los detenidos

Las jornadas de movilización de los “indigandos” en Barcelona los pasados 14 y 15 fueron toda una muestra de lucha y determinación de miles de jóvenes y trabajadores que decidimos plantar cara al Govern de CiU y la “cueva de ladrones” del Parlament de Catalunya.

Ese día entraban a trámite los Presupuestos de la Generalitat, uno de los mayores ataques contra los sectores populares desde la Dictadura franquista. Con el fin de poder seguir pagando la deuda a los mismos bancos que se rescataron con dinero público, de poder seguir subvencionando y perdonando impuestos a las grandes empresas y fortunas, de seguir descargando todo el peso de la crisis sobre nuestras espaldas... se pretende -entre otras medidas- liquidar la educación y la sanidad pública, dos de las mayores conquistas arrancadas por la lucha de los trabajadores en el Siglo XX. Un programa de ajuste que ningún partido llevaba en su programa en las últimas elecciones de noviembre (tampoco en las recientes municipales de mayo), que demostraron a todas luces cómo se maneja esta falsa democracia al servicio de los ricos. 15 días de mentiras, una competición entre distintos aparatos que se disputaban la gestión de los negocios de la burguesía catalana, para después disfrutar de cuatro años de impunidad para aplicar la política que les dé la gana. Una gran mentira que cada día se creen menos, lo que queda expresado en el popular cántico de “que no, que no, que no nos representan”. Todas las excusas del tipo “no éramos conscientes de la gravedad de la situación financiera” que plantea Mas son más falsedades, y sino ¿porqué se niega en rotundo a someter a referéndum su plan de ajuste plasmado en sus presupuestos y la Ley Ómnibus como demanda el movimiento 15M? Está claro, el Govern y el Parlament no son los representantes de la soberanía popular sino de la soberanía de las grandes empresas y bancos de Catalunya.

Los jóvenes “indignados” ya no nos creemos su falsa democracia.

Contra esta realidad el movimiento 15M optó por internar “aturar (cerrar) el Parlament”. El 14 desde las 15:00 decenas de columnas empezaron a cortar el tráfico en los barrios y las proximidades a las facultades, y a manifestarse hacia el Parque de la Ciudadella. Por la noche se celebró una multitudinaria asamblea a las puertas de esta antigua fortaleza militar con más de 5000 personas. Los Mossos y la Guardia Urbana ya tenían todos los accesos cerrados y el recinto militarizado. Durante la noche cientos de jóvenes empezaron a levantar barricadas en todas las entradas para evitar que los diputados pudieran acceder. A las 6:30 todos los participantes estaban preparados para intentar evitar que se produjese un atentado histórico contra los trabajadores y sectores populares, que entre otras cosas iba a condenar a muerte a miles de usuarios de la sanidad pública por el alargamiento de las listas de espera y la reducción de pruebas y tratamientos.

Los Mossos de Puig entraron fieles a su “estilo” pocos minutos más tarde por el Paseo Pujades, desalojando a los compañeros que habían dormido en esa puerta. Nuevamente porrazos, patadas, tirones de pelo... decenas de robocops contra jóvenes desarmados, y por supuesto ocultando sus números de placa. Lograron abrir un pasillo por el que fueron entrando algunos diputados y el personal laboral del Parlament (éstos en coches de Policia por lo que no sufrieron ni insultos ni agresiones como han relatado los medios). Eso sí, no sin tener que escuchar abucheos y muestras de la indignación y la rabia que la “generación sin futuro” del FMI a la que ellos han condenado. Al final muchos de ellos tuvieron que optar por entrar en "tocineras" de los Mossos. La comitiva de coches oficiales donde viajaba el Govern y la mesa del Parlament no pudo tampoco acceder en condiciones de seguridad por lo que tuvieron que entrar humillantemente en helicóptero.

A pesar de no haber logrado el objetivo de evitar la sesión de esta “cueva de ladrones” los jóvenes “indignados” dejaron en evidencia que no se tragan su falsa legitimidad y están dispuestos a luchar hasta el final para derrotar sus planes y ajustes. Para lograrlo muchos sectores también están empezando a comprender la necesidad de confluir con la clase trabajadora. El mismo día 15 en Grecia la juventud de las plazas confluyó con el movimiento obrero en una jornada de Huelga General que está poniendo en serios aprietos a la UE y Papandreu para poder pasar su brutal ajuste.

En ese sentido en el Estado español para las próximas movilizaciones debemos exigir a los sindicatos de trabajadores, empezando por la izquierda sindical, que se sumen con sus propios métodos. En el caso catalán la lucha contra los recortes ha estado muy protagonizada por los trabajadores sanitarios, es urgente levantar la exigencia de la huelga general de todos los servicios públicos para que la juventud y la clase trabajadora podamos tirar abajo los planes de Mas.

El régimen y sus medios reaccionan, preparando la “caza de brujas”

El fuerte cuestionamiento de su falsa democracia no ha sido dejado pasar por el Régimen, sus instituciones y sus “órganos de expresión”, los grandes medios de comunicación públicos y privados. El mismo día 15 todos los grupos parlamentarios -desde el PP hasta los “eco-socialistas” de ICV-EUiA- realizaron una declaración unánime de condena contra los “indignados”. Los que dicen oponerse a los recortes -aunque allí donde gobiernan son quienes los aplican- no dudaron en abrazarse con quienes los proponen. Todas las televisiones, radios y periódicos comenzaron una fortísima campaña tachándonos de “golpistas”, “fascistas”, comparándonos con Tejero... una histeria reaccionaria que trata así de allanar una ofensiva represiva brutal contra el movimiento 15M y todo sector que decida luchar enérgicamente contra el Régimen y los ajustes.

Mientras los tachaban de violentos ellos seguían realizando cargas indiscriminadas en las entradas y deteniendo hasta a siete compañeros arbitrariamente. Y Puig y Mas iban más lejos, anunciando que se procesaría por intento de bloquear el Parlament a compañeros que han sido identificados en videos y fotos, pidiendo penas de cárcel de hasta 5 años. Además en los días siguientes han llovido amenazas y noticias muy preocupantes, como las de cargar y detener a todo aquel que ocupe la vía pública sin autorización o la posibilidad de ampliar el arsenal represivo de los Mossos con caballería, tanquetas de agua y gases. Rubalcaba, desde el Ministerio de Interior, se solidarizó con el Govern -como el conjunto de los partidos del Régimen- y le mostró todo su apoyo para su ofensiva represiva, incluida la colaboración de la Guardia Civil.

Por el momento los siete detenidos han quedado en libertad con cargos de desobediencia y resistencia activa -después de agotar el máximo de 48 horas de detención para delitos no terroristas-. Pero es probable que en los próximos días las identificaciones se traduzcan en detenciones e imputaciones más graves. El Régimen y sus partidos se preparan así para enfrentar con mano dura las movilizaciones que se están produciendo y las que vendrán.

Por una gran campaña democrática contra la ofensiva represiva

Ante esta brutal ofensiva que se prepara hay que oponer una ofensiva general en defensa de los derechos democráticos fundamentales, incluido el que ya fue bandera en la Revolución francesa, el derecho de rebelión popular contra el mal Gobierno1.

Esto no tiene nada que ver con la deriva en la que se han embarcado sectores del movimiento y algunos grupos políticos de la extrema izquierda. No hay que justificar defensivamente la protesta del pasado día 15 diciendo que no se buscaba bloquear la sesión parlamentaria, y que se trataba solamente de “parar” simbólicamente el Parlament” -como dice Revolta Global por voz de sus dirigentes Josep Maria Antentas y Esther Vivas2- o de realizar un “acto simbólico de bloqueo” -como dice En Lucha3- . Primero porque es falso, ese era el objetivo que se había discutido y votado en las multitudinarias asambleas de la Plaza Catalunya, evitar que sus “indignas” señorías pudiera acceder para evitar que los Presupuestos pasaran. Y segundo porque significa un intento de retroceder, de no querer reivindicar el éxito logrado al dejar en evidencia la imagen de un Parlament completamente alienado con el pueblo al que dice representar, donde sus miembros tienen que acceder escoltados hasta los dientes. Tampoco podemos caer en el “desmarque” y la “condena” a los manifestantes violentos como demandan los medios y todos los partidos del Régimen, como han hecho los portavoces “autoelegidos” del 15M de muchas ciudades, incluida Barcelona (con una declaración que no fue discutida en ninguna asamblea4) donde incluso se habla de la necesidad de “deshacerse de los grupúsculos que han coqueteado con la violencia o con la justificación de esta” .5 Esta política los ubica siendo parte de la criminalización de los luchadores, que somos los que recibimos los palos de los Mossos y la violencia cotidiana que sus políticas y ajustes imprimen a los oprimidos. Es ésa la única violencia que debemos condenar y combatir. Y por último es inaceptable que se deje de lado una cuestión de principios, la defensa incondicional de todos los compañeros detenidos, exigiendo su libertad sin cargos y el fin de todas las detenciones y la cacería anunciada por Puig y Mas. Tanto el comunicado leído a los medios de comunicación por los “autoelegidos” portavoces del 15M en Barcelona, como en el que ha publicado En Lucha, esta reivindicación brilla por su ausencia, algo realmente inaceptable. Revolta Global mantiene una posición ambigua, en su comunicado oficial sí lo plantea, pero en las declaraciones y artículos de sus principales figuras públicas no aparece nunca y el movimiento es parte de los "autoelegidos" portavoces y su política.

Esta nefasta política es fruto de la adaptación a décadas de retroceso de las luchas, de extensión de prejuicios pacifistas, respetuosos con las reglas de su falsa democracia para ricos, de auge del individualismo... que llevan a pensar más en contentar a los editoriales de El Pais o La Vanguardia, que a levantar una política sin complejos, ofensiva y que no deje a un lado cuestiones de principios, como la defensa de los presos.

Aún así en el mismo movimiento hay sectores -en los que nos encuadramos los compañeros de CcC- que no hemos cedido a la presión de la “opinión publicada” -que no pública- y hemos dado la batalla para organizar manifestaciones y concentraciones en la comisaria y los juzgados y porque el movimiento hiciera suya la reivindicación de “libertad sin cargos”. Partiendo de ésto es imprescindible poner en pie una gran campaña democrática contra la represión a la que sumemos el mayor número de fuerzas y sectores sociales posibles, llamar a las organizaciones obreras, sociales, de izquierda, de derechos humanos, a los intelectuales progresitas... a hacerla suya, a pelear contra las detenciones, por al absolución de todos los acusados, contra los cuerpos represivos y por los derechos fundamentales como el de manifestación. Si no defendemos con uñas y dientes nuestra lucha, será muy difícil poder seguir desarrollándola y extendiéndola.

Barcelona, 18 de junio de 2011

Clase contra Clase

1Articulo 35 de la Constitución francesa aprobada por los jacobinos en 1793. "Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección, es para el pueblo y para cada una de sus partes, el más sagrado de sus derechos y el más indispensable de sus deberes".

2http://revoltaglobal.cat/article3733.html

3http://enlucha.org/site/?q=node/16168

4http://acampadabcn.wordpress.com/2011/06/17/roda-de-premsa-dacampadabcn-del-17062010/#more-1277

5“Los indidnados cierran filas contra la violencia para recuperar apoyo social” El Periódico de Catalunya. 18/06/2011