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Sandra Romero: “Nuestra lucha anti imperialista”

27/08/2010

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México fue el último exilio de Trotsky, donde hace 70 años era asesinado. Su estudio de la revolución mexicana y América Latina nos ayudó a reflexionar cómo ser continuadores de la obra de Emiliano Zapata y llevarla hasta el final, junto a la lucha por la liberación de América Latina, por una Federación de Repúblicas Socialistas de América Latina.

Hoy la LTS en México, junto a su nieto Esteban Volkov, rinden homenaje al revolucionario ruso. Estamos satisfechos de ser parte de la campaña internacional por el mantenimiento histórico y político del legado de Trotsky y, como publica hoy el diario La Jornada, anunciamos el lanzamiento del CEIP México presentando la nueva publicación del CEIP Argentina El caso León Trotsky.

Este acto en homenaje a Trotsky, se da en medio de una situación continental contradictoria. Mientras Sudamérica atraviesa cierta estabilidad económica y política, México, Centroamérica y los países del Caribe, muestran la dureza de la política norteamericana, que fortalece su intervención militar y la aplicación de los planes contra la clase trabajadora.

Esta embestida se muestra en la política del gobierno mexicano que lanzó un duro ataque privatizador de la energía eléctrica. El decreto de extinción de Luz y Fuerza arrasó con una empresa estatal de 44 mil trabajadores electricistas y liquidó su sindicato. La lucha del Sindicato Mexicano de Electricistas fue derrotada por la política de la burocracia, pero estamos orgullosos de haber acompañado a los trabajadores en todo momento.

El imperialismo norteamericano lanza la Ley Arizona, que criminaliza a los trabajadores inmigrantes, anula los derechos civiles y laborales para miles de indocumentados, al mismo tiempo que fortalece la represión, las redadas, detenciones y la militarización de la frontera. Pero esa fuerza de trabajo migrante e ilegal es la que logra las millonarias ganancias de las empresas norteamericanas.

¡Esta es la verdadera cara del imperialismo!

El golpe en Honduras, avalado y financiado por EEUU, fue la máxima expresión de su intervención militar y política.

Zelaya, no era nuestro gobierno, era un gobierno capitalista pero nosotros, desde el inicio, pusimos nuestras fuerzas al servicio de la lucha hondureña, convencidos de que era posible ¡tirar abajo el golpe, con la huelga general activa en las calles y preparando la organización de la autodefensa para frenar la represión y derrotar a los golpistas!

Orgullosamente, fui parte de una delegación de nuestra corriente, de Costa Rica y Argentina, que viajamos a Honduras para difundir la lucha y las voces de la resistencia. Junto a las compañeras de Pan y Rosas, impulsamos una fuerte campaña internacional por la caída de los golpistas, denunciando los asesinatos del ejército y la represión y por el triunfo de la resistencia. Por eso, también en este acto, saludamos a las combativas compañeras de Pan y Rosas que están hoy acá y las que nos están mirando en otros países.

Aunque la mayoría de los gobiernos de América Latina se pronunciaron contra el golpe… se limitaron a buscar que Obama fuera la presión diplomática que lo echara atrás. No sólo los Lula, los Kirchner, también gobiernos amigos de Zelaya, como Chávez en Venezuela y Correa en Ecuador, no hicieron más que declaraciones, ¡negándose a impulsar un movimiento de masas en América Latina para derrotar a los golpistas! Luego, con la legitimación del golpe por las elecciones, se consolidó en otros países más intromisión imperialista, ¡con 7 bases militares en Colombia, la entrada de marines en Haití con el pretexto del terremoto y la presencia de tropas en Costa Rica! Ofensiva que fortalece las presiones para imponer la restauración capitalista en Cuba.

Ante el ataque imperialista y las estrategias de gobiernos como Zelaya, Chávez y Morales, planteamos la necesidad de construir una alternativa política revolucionaria en nuestros países, que representen una alternativa real para las luchas en todo el continente, que muestren a los trabajadores que las luchas por venir pueden empujar a grandes triunfos, basados en la confianza en las propias fuerzas y la organización independiente de los trabajadores.

Nuestra lucha, es antiimperialista.

¡Fuera las bases militares de Colombia!

¡Abajo el bloqueo imperialista y los planes de restauración capitalista en Cuba!

¡Fuera tropas de Haití, Panamá y Costa Rica!

¡Fuera el imperialismo de América Latina!

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