Argentina
2009: Crisis, guerras y lucha de clases
08/01/2009
Desde arriba intentan imponer la danza de candidatos y ensayos de alianzas patronales que se postulan para las legislativas de octubre, incluso para el 2011 como Reutemann. Todos dicen pensar en “el largo plazo” y en el “pos-kirchnerismo, cuando, en realidad, ningún sector de la clase dominante puede asegurar algún futuro para el país en el marco de la crisis mundial.
A las perspectivas de aguda recesión, se agrega la guerra genocida contra el pueblo palestino que tensa el escenario internacional. Los acuerdos comerciales que los socios latinoamericanos del Mercosur firmaron con el Estado de Israel desenmascaran hasta dónde llega el progresismo y la defensa de los derechos humanos de los gobiernos de Lula y Kirchner. Y ha puesto en evidencia al mismo Obama que justificó su silencio ante la masacre de Gaza “para no dar la imagen de que hay dos gobiernos” en EE.UU. Es decir, que así como se mostró parte de la misma oligarquía financiera apoyando el megasalvataje a la gran banca hoy convalida -al igual que Bush- el accionar del Estado gendarme y aliado estratégico de la clase imperialista norteamericana en Medio Oriente.
Mientras los Kirchner pretenden dar una imagen de tener un plan para enfrentar la crisis, la Argentina capitalista semicolonial es completamente dependiente de procesos internacionales que no controla, especialmente la caída en los precios de las materias primas y la fuga de capitales que ocurre tanto aquí como en México, Brasil o Rusia. El desempleo de masas es también una tendencia internacional: el propio Barack Obama habla de un plan para sostener 3 millones de puestos de trabajo cuando sólo en el mes de diciembre se acaban de perder 700 mil empleos en EE.UU. Las perspectivas son de deterioro de todas las condiciones que llevaron a la consolidación del kirchnerismo y horadan la malla de contención que el peronismo construyó desde el 2002 en adelante.
Asamblea Nacional de Trabajadores
En tanto los medios difunden el comienzo del plan oficial para la compra del 0 km que busca mantener el consumo de las clases medias, el ministro De Vido anunció un tarifazo al transporte popular -entre el 15 y el 25% de aumento para trenes, subtes y colectivos a partir de febrero- y los obreros que producen los autos sufren despidos o son suspendidos con rebaja de salarios con la complicidad de los dirigentes burocráticos del SMATA o la UOM.
En las fábricas de la industria automotriz de Córdoba como Iveco, Gestamp y Volkswagen, en la General Motors de Santa Fe, en las metalúrgicas como Paraná Metal de Villa Constitución, en las ocupaciones de empresas medianas y pequeñas de Capital y Gran Buenos Aires como la gráfica Indugraf o la curtiembre Curt Impres, en la lucha por poner en pie nuevas organizaciones como la de los explotados ajeros de Mendoza o la del ejemplar cuerpo de delegados del Subte Metrovías (ver contratapa), se está gestando el verdadero “plan anticrisis”. Apoyar estas y todas las luchas de resistencia, desarrollar ese proceso, extenderlo y masificarlo es la primer tarea para enfrentar la crisis que las patronales empiezan a descargar sobre los trabajadores. Hacemos un llamado unitario a todos los sindicatos combativos, comisiones internas y delegados antiburocráticos, a la solidaridad militante de los centros estudiantiles de izquierda y los organismos de derechos humanos independientes, para convocar un Congreso o Asamblea Nacional de Trabajadores que luche por imponer a los sindicatos una lucha nacional unificada. Un polo de reagrupamiento que reúna miles de los nuevos activistas y delegados combativos para coordinar los procesos de lucha de resistencia y alentar la formación de cuerpos de delegados para la lucha en cada lugar de trabajo uniendo efectivos y contratados, en la pelea por conquistar la dirección de los sindicatos y el movimiento obrero.
Independencia política de la clase trabajadora
Ante el escenario de agravamiento de la crisis, los opositores patronales al gobierno han encontrado en “los pobres” un caballito de batalla para disputar electoralmente el bastión bonaerense dominado por el aparato de intendentes afines al gobierno. Hasta Elisa Carrió ha tentado al “anti-electoralista” PCR, a una alianza con la CCC de Juan Carlos Alderete en La Matanza y sectores del movimiento piquetero para entrar en la disputa electoral del conurbano.
“En los encuentros no hemos hablado de candidaturas, si no de cómo debe ser la distribución de la riqueza, cómo acabar con el hambre, de cómo debe ser un presupuesto federal y en esos puntos coincidimos plenamente”, dijo Alderete a un diario zonal sobre sus conversaciones con la Coalición Cívica. ¿Se refiere la CCC-PCR a la “distribución de la riqueza” que defiende Carrió apoyando a las Administradoras de Fondos de Pensión Privados contra la estatización o al reclamo que compartieron de eliminar las retenciones a la soja?
De la misma manera, Eduardo Buzzi de la Federación Agraria ha coincidido con el planteo que el ex -presidente Duhalde hizo desde una columna del oligarca diario La Nación: “el involucramiento directo de los hombres y mujeres del campo en el Congreso puede significar la constitución de un fuerte bloque legislativo, que tome a su cargo la defensa de las economías regionales y el impulso del federalismo. Claro que cada uno de los que finalmente se decidan lo hará desde sus propias convicciones, enriqueciendo así la participación del sector con una vasta diversidad de identidades partidarias”. Refiriéndose a su posible candidatura en Santa Fé, Buzzi señaló “Yo no descarto por supuesto, pero creo que primero hay que buscar contenidos, el para qué, como dice mi amigo Víctor De Gennaro”.
¿Y cual es el contenido del nuevo frente de centroizquierda que alienta De Gennaro y reúne a Solanas y Lozano con los hasta ayer funcionarios de Libres del Sur? Desde hace más de un año en la ciudad de Neuquén, el partido provincial impulsado por la CTA local (UNE) y Libres del Sur participa con funcionarios en el gobierno de la “concertación” transversal de radicales “K” y el kirchnerismo. Cuando meses atrás los vecinos tomaron el barrio de Confluencia ante la desesperante carencia de viviendas, el gobierno municipal los denunció penalmente y solicitó el desalojo ordenando que las topadoras pasasen por encima de sus viviendas precarias. Los funcionarios de la CTA en el gobierno se llamaron a silencio, a cambio de mantener sus puestos. Ese es la contenido último de la colaboración de clases con los partidos patronales en momentos de crisis. Y en este tipo de frentes busca un lugar la dirección del MST de Vilma Ripoll.
Por el contrario, desde el PTS orientamos todos los esfuerzos en combatir las variantes de colaboración de clases, un nuevo engaño que adormece y desmoviliza a los trabajadores y que si llegan al gobierno siempre acaban gobernando contra los trabajadores y el pueblo pobre.
Llamamos al Partido Obrero y a todos los que luchan por la independencia de clase a construir una izquierda de los trabajadores, que luche por un gobierno y un programa obrero y socialista ante la crisis capitalista.