Argentina
A 25 años de la guerra de Malvinas
30/03/2007 La Verdad Obrera
El 2 de abril de 1982 la dictadura de Galtieri ocupó las islas Malvinas con el supuesto plan de recuperarlas para la "soberanía nacional". ¿De donde surgió tal idea ya que no había hasta ese momento ningún motivo para iniciar una guerra con Inglaterra?
La dictadura comenzaba a perder apoyo, la crisis económica afectaba ya a la clase media y comenzaban las luchas obreras.
La dictadura militar había basado su poder sobre la derrota del movimiento obrero y popular de los ‘70, aniquiló a su vanguardia y estableció el terrorismo de Estado. Mientras Martínez de Hoz instalaba un plan económico que favorecía la penetración imperialista y el ataque a las conquistas obreras. Así fue aumentando la desocupación, pues las fábricas cerraban y se importaba lo que producían. La llamada "bicicleta financiera" entró en crisis. Los banqueros comenzaron a cerrar sus casas para fugarse con el dinero. Desocupación, cierre de bancos y financieras, robo de los depósitos, inflación y aumento del precio de los alimentos, empezaron a quitarle base social a la dictadura. La deuda externa había crecido considerablemente y el país estaba más atado al imperialismo.
Habían comenzado algunas luchas obreras y la presión se acumulaba. Los metalmecánicos hicieron un paro general en junio de 1981 contra los cierres y las suspensiones en las automotrices. El 7 de noviembre de ese año, en San Cayetano, convocados por la CGT-Brasil dirigida por Saúl Ubaldini, se movilizaron cerca de 50 mil trabajadores y estudiantes desbordando el llamado pacífico de la burocracia sindical. Fue la primera expresión de masas contra la dictadura. El 30 de marzo de 1982 fue convocada una masiva Jornada Nacional de movilización en Capital y las principales ciudades del interior. La dictadura descargó una represión brutal y muchos trabajadores fueron presos antes de llegar a Plaza de Mayo.
La Junta Militar se vio acorralada y decidió lanzar una maniobra para sortear la situación. De ese modo ordenó el desembarco en Malvinas con el objeto de reconquistar el apoyo perdido apelando a la "unidad nacional".
Causa nacional y dirección militar
Galtieri no se proponía de ningún modo derrotar al imperialismo británico, sino utilizar el desembarco sobre Puerto Argentino para desviar la atención popular y abrir una negociación con Inglaterra a partir del auspicio de EE.UU., país considerado "aliado" de Argentina. Frente a esto, el imperialismo británico comandado por Margaret Thatcher lanzó el ataque sobre las islas para mantener su dominación colonial. (Dicho sea de paso Toni Blair acaba de declarar que el hubiese hacho lo mismo de estar en el lugar de la "Dama de Hierro").
Una vez estallada la guerra, los socialistas revolucionarios tomamos partido incondicionalmente por la trinchera militar argentina contra la Inglaterra imperialista, sin solidarizarnos ni por un instante con la política de la dictadura y levantando un programa obrero independiente para intervenir activamente en esa guerra antiimperialista. De la misma forma que apoyamos la lucha del pueblo iraquí contra el imperialismo norteamericano a pesar de la dirección reaccionaria encarnada en Saddam Hussein, los socialistas revolucionarios apoyamos a Argentina en tanto país semicolonial oprimido, así como nos ubicamos del lado de todos los países oprimidos contra la expoliación de las potencias imperialistas. En este sentido, León Trotsky señalaba que "en los países latinoamericanos los agentes del imperialismo ‘democrático’ son especialmente peligrosos, pues tienen más posibilidades de engañar... En Brasil reina actualmente un régimen semifascista al que cualquier revolucionario sólo puede considerar con odio. Supongamos, empero, que el día de mañana Inglaterra entra en un conflicto con Brasil. ¿De que lado se ubicará la clase obrera en este conflicto? En este caso yo personalmente estaría junto al Brasil fascista contra la democrática Gran Bretaña. ¿Por qué? Porque no se tratará de un conflicto entre democracia y el fascismo. Si Inglaterra ganara, pondría a otro fascista en Río de Janeiro y ataría al Brasil con dobles cadenas. Si por el contrario saliera triunfante Brasil, la conciencia nacional y democrática de este país cobraría un poderoso impulso que llevaría al derrocamiento de la dictadura de Vargas. Al mismo tiempo, la derrota de Inglaterra asestaría un buen golpe al imperialismo británico y daría un impulso al movimiento revolucionario del proletariado inglés " [1]. Muchos de los intelectuales "progresistas" que hoy forman parte del gobierno de Kirchner desacreditaban la legitimidad de la guerra de las Malvinas por estar conducida por una dictadura militar, al igual que en ese momento lo hizo el pro-imperialista Alfonsín con su famosa frase: "esta guerra es un carro atmosférico". De este modo, los "progresistas" acabaron objetivamente del lado imperialista, abjurando de Malvinas como causa nacional y participando activamente en las políticas de desmalvinización, cuyo resultado fue el consenso social para la políticas de entrega del patrimonio nacional que ejecutaron los gobiernos democráticos que sucedieron a la dictadura.
Durante estos 25 años impusieron un "sentido común" de que es un imposible enfrentar al imperialismo.
¿Se podía ganar la guerra?
Para ganar había que superar a la dirección militar, ya que apenas ésta se hizo conciente de la magnitud del hecho que había provocado hizo todo lo posible para retroceder sobre sus pasos. Incluso, pocos días antes del 2 de abril, las empresas británicas giraron a sus casas matrices más de 2.000 millones de dólares en concepto de remesas de ganancias y utilidades, actividad que siguieron desempeñando durante toda la guerra mediante transferencias bancarias, en tanto la dictadura seguía pagando puntualmente la deuda externa. Durante la guerra de Malvinas, Argentina contaba con apoyo internacional de los países de Europa del Este y sobre todo de la simpatía de los pueblos de Latinoamérica. En particular, Perú y Brasil quienes ofrecieron armamento y aviones. Además Margaret Thatcher y el Partido Conservador estaban con la popularidad muy baja por el nivel de desocupación, la recesión económica y las políticas de ajuste.
La expropiación de todos los bienes y activos financieros de los imperialistas, la nacionalización de la banca y el no pago de la deuda externa eran medidas políticas imprescindibles para afectar los intereses imperialistas. Por el contrario, la Junta Militar tomó especial recaudo en instruir a las tropas enviadas la orden de "no dañar la propiedad británica".
Estaba planteado romper los pactos con el imperialismo que como el TIAR se mostraron inútiles para la Argentina [2], y llamar a la solidaridad a todos los trabajadores y pueblos del mundo sobre todo al inglés para que impidan la agresión. Abrir el alistamiento de la población y que hombres y mujeres pudiéramos tener entrenamiento militar. Pero para que este entrenamiento militar fuera efectivo no podía dejarse en manos de los cobardes milicos argentinos. Había que llevarlo adelante desde los propios trabajadores y sus organizaciones, los únicos interesados en defender sus propias vidas y derrotar a los imperialistas.
Por supuesto, la dictadura no iba a tomar ninguna de estas medidas. Pero era el deber de toda vanguardia revolucionaria agitar estas tareas básicas para que en el proceso de la guerra, la instancia más aguda de la lucha de clases, la clase obrera y las masas pudieran disputar la dirección de la guerra misma, porque la burguesía "nacional" argentina nació atada de dependencia al imperialismo y es incapaz de ninguna lucha hasta el final con sus "socios mayores".
La rendición
Para evitar cualquier peligrosa dinámica de los acontecimientos el Vaticano envió al Papa Juan Pablo II el 12 de junio por la "Paz" o sea por la derrota de Argentina, ya que no puede haber paz igualitaria entre una nación imperialista opresora y otra semicolonial oprimida [3].
Dos días después, el Gral. Mario Benjamín Menéndez (Gobernador militar de las islas) se rinde cobardemente ante el Gral. Jeremy Moore (comandante inglés). En Buenos Aires se realizó una manifestación en rechazo a la rendición, se produjeron enfrentamientos y la policía reprimió. Miles en las calles gritaban: "los chicos murieron, los jefes los vendieron". La dictadura se desmoronaba, había perdido todo apoyo interno y externo.
Pero la Multipartidaria, integrada esencialmente por el PJ y la UCR, corrió en ayuda de los militares genocidas, a fin de evitar una caída revolucionaria de la dictadura militar: acordaron un llamado a elecciones ordenado, para recién el 30 de octubre de 1983.
La derrota no trajo ningún beneficio, muy por el contrario hizo que en nuestro país y en Latinoamérica se redoblaran las cadenas de la opresión imperialista. Abrió el camino al ataque de los gobiernos de Reagan y Thatcher no sólo contra las semicolonias sino contra su propia clase obrera, como fue el caso de la derrota de los mineros ingleses en la privatización de las minas.
Las conmemoraciones a 25 años de la guerra de Malvinas por parte del gobierno de Kirchner son un nuevo "gesto" verborrágico y oportunista ante el aniversario, más que una efectiva política antimperialista. El canciller Taiana canceló un acuerdo de cooperación firmado bajo el menemismo con los piratas para la exploración y explotación de hidrocarburos en el área de Malvinas, que no trae grandes cambios.
La necesidad del gobierno de mostrar un perfil antimperialista así como de uno progresista frente a los derechos humanos, demuestra que tanto la guerra de Malvinas como el genocidio son causas nacionales de los trabajadores y el pueblo argentino que ni la burguesía ni el imperialismo han podido cerrar.
NOTASADICIONALES
[1] Escritos Latinoamericanos - León Trotsky - compilación realizada por el CEIP León Trotsky de Argentina
[2] Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, por el que supuestamente los países latinoamericanos y EE.UU. debían solidarizarse si alguno era agredido. Obviamente EE.UU. apoyó a Inglaterra. El 20/4/82 se cumplía un hecho trascendente en la historia de este pacto. El Embajador argentino presentó el petitorio de convocatoria urgente del Consejo de la Organización de Estados Americanos: la primera vez que se convocaba al TIAR por una amenaza directa de un país extracontinental sobre territorio americano, tal como lo son las Islas. Obtenido en la OEA la aprobación del pedido, por 18 votos a favor, ninguna oposición y 3 abstenciones (EE.UU., Trinidad, y Colombia), se citó al Organo de Consulta para el día 26/4. Nada favorable se consiguió. (extraído de De doctrinas y tratados-Santiago Mario Tettamanzi - Revista "CUADERNOS ").
[3] A esta marcha reaccionaria concurrieron el PCR y el PO.