En el mismo lodo...

La campaña electoral volvió a destapar la podredumbre de los políticos de esta democracia para ricos. Vencido el plazo para la inscripción de alianzas, la novedad estridente fue la formación de un frente opositor en Ciudad de Buenos Aires integrado por personajes que no tienen vergüenza en decir hoy una cosa y al día siguiente todo lo contrario. En este “frentón” que busca polarizar con el derechista PRO y el kirchnerismo los candidatos van en tres listas a dirimir su interna en las primarias de agosto (PASO). De un lado está Victoria Donda, que supo militar cuando Libres del Sur era un aliado del kirchnerismo y ahora integra una alianza nacional con el sojero FAP de Binner. La acompañan el economista neoliberal amigo de los banqueros Prat Gay y el jurista conservador radical Ricardo Gil Lavedra. En otra lista va Pino Solanas de Proyecto Sur, un “nacional y popular”, junto a Carrió, una fanática clerical enamorada de la “democracia” norteamericana. Completa el cuadro el privatista Rodolfo Terragno (que estuvo con Alfonsín y la Alianza) y Martín Lousteau (ex ministro de Economía K). Un verdadero menjunje. Más allá del resultado de las PASO, lo cierto es que en un mismo frente están quienes militaron con los K en el conflicto contra las patronales agrarias (Donda y Lousteau, que redactó el proyecto de retenciones móviles), junto a enemigos a muerte de la 125 (Carrió, Terragno y Gil Lavedra). Imposible pedir coherencia.

No hay nada nuevo en esta operación. Basta recordar a la Alianza, cuando Chacho álvarez encumbró al gobierno neoliberal de De la Rúa y Cavallo. Hoy, “progres” como Solanas o Donda repiten la historia como farsa, rescatando a un radicalismo con figuras desgastadas y una crisis eterna. Algo similar sucede en la provincia de Buenos Aires. El FAP se unió a los radicales y la lista parece un desfile de candidatos de la UCR con Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín.
Los grandes derrotados son Claudio Lozano y Víctor De Gennaro (Unidad Popular) que terminaron rompiendo en Capital y provincia de Buenos Aires con Proyecto Sur y el FAP respectivamente. Otro perdedor es el MST, que engordó durante años las filas del partido de Solanas para que éste terminara yéndose con la inefable Lilita. Ahora en la Ciudad de Buenos Aires, el anti K Lozano hizo un acuerdo electoral con los semi K de Marea Popular. Otra bolsa de gatos.

…todos manoseaos

El agitado debate también se tensa en el Frente Para la Victoria y el peronismo. El intendente de Tigre, Sergio Massa, inscribió su partido, el Frente Renovador, aunque no decidió si se postulará como antagonista del kirchnerismo en la Provincia de Buenos Aires. Que la oposición peronista dependa de un neoliberal que militó con Cavallo y gobierna a favor de los countries y los negociados privados habla por sí solo. Hace poco, en Tigre, volvieron a inundarse los vecinos de Las Tunas, un barrio lindero al country Nordelta, donde los enriquecidos funcionarios o gerentes de empresas como Kraft gozan de grandes lujos y no tienen problemas en abrir las compuertas para que las aguas arrasen a sus vecinos pobres. Cuando éstos protestaron, la Policía los amenazó y persiguió.
Detrás de Massa espera ansioso Hugo Moyano, al que se le pasó la hora de la confrontación en la calle y cerró un acuerdo con peronistas de derecha. Como De Narváez y el gobernador cordobés De la Sota, golpeado por escándalos de corrupción que poco tienen que envidiarle a los funcionarios kirchneristas y empresarios como Lázaro Báez.

Es que el peronismo disidente no es muy distinto al FPV. Basta ver la Provincia de Buenos Aires donde los intendentes K tienen las mismas prácticas clientelares y mafiosas que los del peronismo disidente. ¿Qué diferencia a Mario Ischi o a Otahece, que militan con CFK, de cualquier barón del conurbano que apoya a Massa o al peronismo amigo de De Narváez?

La batalla electoral entre el gobierno y la oposición también se juega en el terreno judicial. Se ha abierto una nueva crisis. La jueza Servini de Cubría declaró inconstitucional la reforma al Consejo de la Magistratura que los K votaron en el Congreso y suspendió las elecciones a consejeros previstas en la ley de reforma judicial. El gobierno apeló al “per saltum” (lo que obliga a expedirse a la Corte Suprema y a actuar como árbitro en medio del conflicto) y mantiene los comicios. La oposición se opone a la reforma por derecha y se han unido –escandalosamente- desde Libres del Sur, pasando por Carrió, Solanas, Lozano, De Narváez, Moyano y hasta Macri, para eventualmente presentar lista al Consejo de la Magistratura. Todo su objetivo es defender a la casta vitalicia de jueces y sus privilegios. Por el contrario, desde el PTS planteamos que los jueces deben ser elegidos por voto universal y ser revocables. Denunciamos, además, que esa reforma es para arrasar con libertades democráticas como la posibilidad de presentar cautelares ante cualquier ataque proveniente del Estado o las patronales.

Con el FIT contra el piso proscriptivo de las PASO

La única novedad capaz de entusiasmar a cientos de miles de trabajadores y jóvenes es que el FIT acaba de acordar candidaturas para presentarse en 19 distritos electorales. A diferencia de los rejuntes opositores el FIT se mantiene unido alrededor de un programa obrero y socialista para luchar por el gobierno de los trabajadores y viene con fuerza, con una gran campaña para pelear en las PASO y vencer el piso proscriptivo.

Una de las demandas centrales del Frente es que todos los diputados y funcionarios ganen lo mismo que un docente, y que éstos sean revocables por sus electores. Esto se plasmó en un proyecto de ley propuesto por nuestro diputado por el FIT de Neuquén, el obrero de Zanon Raúl Godoy, que empalmó con la simpatía de miles de trabajadores y jóvenes y sobre todo con los maestros que protagonizaban un duro conflicto. Esta demanda será llevada al Congreso para que la escuche todo el país. Queremos destacar, además, consignas de lucha como el salario mínimo igual a la canasta familiar indexado periódicamente según inflación real, la derogación del impuesto al salario, el 82% móvil y sobre todo la pelea por acabar con la tercerización laboral, el trabajo en negro y precario y todas las leyes de flexibilización.

Al cierre de esta edición se producía un nuevo crimen social en el Ferrocarril Sarmiento, con al menos tres muertos y más de cien heridos. Es parte de nuestro programa que paguen los responsables de estas masacres anunciadas. Contra la política del Gobierno, de una desidia criminal, contra los empresarios corruptos que embolsan millones, luchamos por un sistema único de transporte seguro y eficiente bajo control de trabajadores y usuarios.
Medidas como éstas no serán impulsadas por los políticos de esta democracia para ricos justamente porque atentarían contra lo que ellos mismos son: una casta al servicio de los capitalistas. Son los grandes patrones quienes los necesitan como sus empleados bien pagos y alejados de cualquier control de la mayoría popular. Sólo los luchadores de la izquierda y los trabajadores, los que participan de las elecciones para ponerse al servicio de los explotados, para pelear contra los capitalistas y por la independencia de clase, son capaces de llevar la misma vida que los trabajadores y el pueblo pobre y ponerse al frente de sus luchas y reivindicaciones.