EL PAIS - 8-05-2011
Al menos 12 muertos y 186 heridos en enfrentamientos sectarios en El Cairo
09/05/2011
Un grupo de salafistas asalta una Iglesia en la que creían que se encontraba retenida una copta convertida al Islam
NURIA TESÓN - El Cairo - 08/05/2011
Al menos 12 personas han muerto y más de 180 han resultado heridas, 11 de ellas muy graves, en un nuevo enfrentamiento armado registrado anoche entre cristianos y musulmanes en Egipto. En el barrio de Imbaba, en El Cairo, la calma iba regresando despacio mientras los rescoldos del incendio de la Iglesia de Mar Mina aún humeaba después de que durante la pasada noche un grupo de musulmanes salafíes la atacaran al creer que los cristianos mantenían encerrada allí a una copta convertida al islam. También los ánimos seguían encendidos entre los vecinos que seguían acudiendo al lugar. Se ha producido igual número de víctimas de cada confesión, según Ali Abdel Rahman, gobernador de la provincia de Giza.
El primer ministro Essam Sharaf, se ha apresurado a convocar la reunión del Consejo de Ministros y ha aplazado un viaje al Golfo Pérsico que debía llevarle en su primera parada a Bahréin. En declaraciones a la televisión, el gobernador de Giza, que incluye amplios sectores del Gran Cairo y donde se encuentra Imbaba, dijo que el Ejército y la Policía habían logrado devolver la calma a ese barrio, sin embargo algunos vecinos protestaban esta mañana ante la indefensión que sienten y acusaban al Ejército de "dejar hacer" a los exaltados. No ha sido posible establecer quién empezó el enfrentamiento y de dónde procedían los disparos. También fueron lanzados cócteles molotov.
En un comunicado emitido a través de su página de Facebook, el Consejo Superior de las fuerzas Armadas que gobierna de facto del país afirmó que había 190 detenidos y que iban a ser trasladados a un tribunal militar superior y que se iba a "condenar y castigar de forma ejemplar a quién se le ocurra jugar con los valores de este país". La Junta militar piensa también crear un comité que evalúe los daños y que establezca compensaciones económicas para los afectados. El Consejo resalta en su comunicado "los peligros graves que rodean a Egipto en este periodo (...) y exige a todas las ramas del pueblo y a los jóvenes de la revolución y las fuerzas nacionales, así como a los líderes religiosos, tanto musulmanes como cristianos, que hagan un frente común contra el intento de romper el tejido de la nación".
El Consejo Superior de Las Fuerzas Armadas considera que "no se puede volver al pasado y que no hay otra meta que alcanzar que la estabilidad y la seguridad y la consecución de los objetivos de la revolución sin importar lo que haya que sacrificar".
Violencia en aumento
Los actos violentos entre miembros de ambas comunidades son habituales en los últimos meses. La pasada navidad, un atentado en la iglesia de los Dos Santos en Alejandría que dejó 24 muertos, encendió los ánimos entre los fieles y durante semanas se produjeron enfrentamientos que se localizaron principalmente en el sur del país, una de las más conservadoras y donde la comunidad cristiana tiene importantes raíces históricas. Sin embargo, la Fiscalía general ha abierto una investigación para determinar la implicación del ex ministro de Interior Habib El Adly en dicho atentado. Al parecer el objetivo del ataque habría sido culpar a los islamistas y encender los ánimos entre cristianos y musulmanes.
Poco después de la caída del presidente Hosni Mubarak, tras 18 días de protestas, se produjo otro grave enfrentamiento entre miembros de ambas confesiones que se saldó con nueve muertos. Durante una manifestación para protestar por la quema de una iglesia, un grupo de musulmanes irrumpieron en el barrio de Moqqatam, un suburbio de El Cairo de mayoría cristiana. Sin embargo con el paso de los días se asentó la idea de que la batalla fue provocada por matones del depuesto régimen que intentaban sembrar el desconcierto y el odio para demostrar que sin Mubarak Egipto se sumiría en el caos.
"Debemos acabar con la violencia, no debemos permitir que esas personas arruinen lo que hemos logrado en la revolución de enero", ha señalado Essam El Erian, portavoz de los Hermanos Musulmanes, en una entrevista televisiva. "El incidente de Imbaba muestra claramente que hay algunas personas que todavía están trabajando entre bastidores para inflamar la lucha sectaria en Egipto", explicó."Yo creo que esas personas pertenecen al Partido Nacional Democrático [de Hosni Mubarak] y todavía están decididos a desintegrar cualquier cosa adquirida en la revolución", concluyó.
Los musulmanes que han protagonizado el ataque de esta noche pertenecen a la corriente de los salafíes, una de las más rigurosas del islam y que cada día está ganando más terreno en Egipto. Después de mantener un perfil bajo durante el régimen de Mubarak, desde el 11 de febrero, los salafistas están ganando presencia en las calles egipcias. Esta semana protagonizaron una protesta en el centro de la capital por el asesinato del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, a manos estadounidenses, e intentaron llegar a la embajada del país norteamericano.
Los cristianos egipcios, mayoritariamente coptos, representan el 10 por ciento de la población del país, calculada en unos 75 millones de habitantes. Al Qaeda ha lanzado en varias ocasiones amenazas contra las poblaciones cristianas en Oriente Próximo.
La violencia sectaria amenaza con hacer descarrilar el proceso que se inició el 25 de enero y que durante 18 días tuvo al mundo pendiente del pulso que el pueblo egipcio mantenía en la plaza de Tahrir. Finalmente el régimen de Hosni Mubarak cayó y este, al igual que muchos de sus hombres fuertes, se encuentran detenidos y acusados de diversos delitos que van desde el blanqueo y la malversación hasta el asesinato deliberado de 846 manifestantes desarmados. El propio Mubarak podría enfrentarse a la pena capital por esta acusación.