Argentina: la extrema izquierda luego de su avance electoral de 2013
Entrevista a Christian Castillo en la revista "Convergences révolutionnaires", publicada por la fracción L’Etincelle
14/03/2014
Convergences révolutionnaires, revista publicada por la fracción L' Etincelle Numéro 92, mars 2014
Argentina: la extrema izquierda luego de su avance electoral de 2013
En las elecciones legislativas de octubre de 2013 en Argentina, un frente de extrema izquierda, el FIT (Frente de Izquierda y de los Trabajadores), obtuvo más de un millón de votos, tres diputados en la Cámara Nacional y numerosos diputados provinciales [1] Entrevistamos a Christian Castillo, militante del Partido de Trabajadores Socialistas (PTS), una de las tres organizaciones trotskistas que componen el FIT, elegido como diputado por la provincia de Bs. As.
Convergencia Revolucionaria (CR): Estos últimos años, la prensa burguesa en Francia ha hecho alabanzas sobre la economía argentina. La situación parece menos brillante para la población, más ahora con la brutal devaluación en curso… ¿Podrías describirnos las condiciones de vida de los trabajadores en Argentina hoy? ¿Qué luchas obreras se han dado estos últimos años?
Christian Castillo (CH): Argentina vive un fin de ciclo político, de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. A esta etapa la presidenta la califica como “década ganada”, la realidad es muy distinta del “relato” oficial. 35 % de los trabajadores están en negro, sin ninguna cobertura legal. Más del 50 % de la clase obrera no llega más que a la mitad de la canasta básica. Tres millones de familias no tienen acceso a una vivienda digna. El estado de los trenes de pasajeros, que utilizan gran parte del pueblo trabajador para ir de la periferia a la ciudad de Bs. As., es desastroso. El 80 % de los jubilados tocan el mínimo o apenas un poco más, que representa sólo un 25 % de la canasta básica familiar. La inflación podría superar el 30 % este año. El gobierno está en vías de aplicar el “ajuste” que reclaman los liberales: devaluación brutal del peso, el alza de las tasas de interés a un 32 %, rechazar las reivindicaciones salariales. Con este plan, ellos buscan “enfriar” la economía y frenar la caída de las reservas en dólares del Banco Central, que pasaron de 50 a 27 millones en apenas dos años. Es un plan que beneficia al conjunto de la clase capitalista, sobre todo a los exportadores, agrarios o industriales. Ellos buscan hacer pagar el costo de la crisis a los trabajadores, como fue el caso de la devaluación del año 2002, cuando el salario real había caído un 40 %.
Entre las principales luchas donde nuestro partido, el PTS, ha tenido una intervención notable, podemos contar la de Kraft, de la alimentación, en 2009. Y también la lucha de los subcontratados de los ferrocarriles en 2010, que terminó con el pase al convenio colectivo ferroviario de más de tres mil trabajadores. En esta huelga, un grupo de choque de la burocracia sindical asesinó a Mariano Ferreyra, militante del Partido Obrero [2] Recientemente hubo una importante huelga general, el 20 de noviembre de 2012, a la que asistieron aquellos que un año antes habían votado por la re elección de Cristina Fernández. Luego, los dirigentes de los sindicatos burocráticos se concentraron en las internas dentro del peronismo, y no hubo nuevas luchas masivas, pero sí un buen número de conflictos puntuales.
Frente al gobierno, hay mucho descontento de trabajadores y de la juventud. Es un fenómeno que pudimos, en parte, experimentar electoralmente con el FIT.
C.R.: Vos fuiste elegido en la lista del FIT. ¿Con qué programa se presentó ese Frente? ¿Cuáles fueron los puntos sobre los que ustedes insistieron en su campaña? ¿Qué eco tuvieron en la clase obrera en el transcurso de esta campaña?
CH.: El FIT se presentó sobre la base de un programa de 27 puntos, que incluyen reivindicaciones inmediatas de los trabajadores, medidas de transición y la lucha por un gobierno de los trabajadores basado en la movilización de la clase obrera y en la unión de los explotados. Entre las principales reivindicaciones en las que nosotros avanzamos en la campaña electoral, están: un salario mínimo igual a la canasta familiar básica; el fin de todas las formas de trabajo precario; la jubilación calculada sobre la base del “82 % móvil” [3] ; el fin del impuesto al salario; la exigencia de que todos los funcionarios políticos (diputados, senadores, ministros, jueces, etc.) ganen lo mismo que un maestro; la nacionalización del petróleo, el gas y de los recursos estratégicos de la economía bajo gestión de los trabajadores; el derecho al aborto legal, seguro y gratuito; la lucha por la democratización de los sindicatos contra la burocracia sindical. Cada una de estas reivindicaciones fue tomada en un spot electoral específico, articulado con la afirmación que buscamos diputados para reforzar la lucha de los trabajadores y la juventud, por una alternativa política defendida por los trabajadores. Nosotros también explicamos que votar por la extrema izquierda es una forma de prepararse para enfrentar el ajuste que vendría luego de las elecciones, que efectivamente tuvo lugar con la devaluación del peso y la inflación.
Muchos de nuestros principales candidatos fueron delegados de fábrica, figuras del sindicalismo antiburocrático: delegados de Kraft, del subte, de Zanon, maestros, trabajadores del sector público. El apoyo en la clase obrera fue muy importante. En algunas de las grandes fábricas, entre el 20 y el 40 % de los trabajadores votaron al FIT. Muchos trabajadores que se organizaban sólo sindicalmente tomaron en sus propias manos la campaña del FIT. Es un hecho significativo.
C.R.: ¿Los buenos resultados electorales que tuvieron se tradujeron en ganar militantes para las fuerzas del FIT? ¿En qué medida la audiencia de los comunistas revolucionarios se reforzó en el movimiento obrero?
CH.: Mi partido, el PTS, vió un crecimiento muy importante de sus filas militantes, con la incorporación al partido de cientos de nuevos miembros que habían participado en la campaña del FIT, muchos de ellos obreros de la industria. Constituimos entonces reagrupamientos político – sindicales por fábrica o ramas sindicales con camaradas que sostienen el FIT sin ser plenamente militantes revolucionarios. De igual forma en la juventud. No se en qué medida otras fuerzas del FIT se reforzaron, pero lo que es seguro, es que hay más simpatía por la extrema izquierda anticapitalista sobre todo entre los trabajadores y la juventud.
C.R.: Ahora hay tres diputados trotskistas en el Parlamento Nacional Argentino, y otros elegidos para los parlamentos provinciales. ¿Cómo se desarrollaron estas primeras semanas de participación parlamentaria? ¿Cómo esperan utilizarlo?
CH.: ¡Apenas caímos en la cuenta que habían comenzado las vacaciones de verano! Pero ya pudimos marcar nuestra diferencia. Tomamos posesión de nuestras bancas prestando juramento por la clase obrera internacional y el socialismo, por todos los caídos en los combates contra el capitalismo y el imperialismo. Apoyamos activamente numerosos conflictos obreros. Explicamos que vamos a percibir un salario igual a la canasta básica y que el resto será destinado a un fondo para sostener las luchas obreras. Comenzamos a aplicar este principio que viene de la Comuna de Paris.
Esto tuvo una importante repercusión pública. De esta manera, nosotros denunciamos a la casta de políticos profesionales que ganan de 20 a 30 veces más que un trabajador medio y que gobiernan para los capitalistas. Nuestro compañero Nicolás Del Caño, militante del PTS fue elegido por la provincia de Mendoza con un 14 % de los votos, fue entrevistado en los principales programas de televisión y de radio, por la prensa escrita, y recibió un importante apoyo popular en esta cuestión.
Ahora presentamos un proyecto con medidas de urgencia en defensa del salario y de las jubilaciones frente al ataque en curso, y otro para terminar con los procesos judiciales contra más de 5 mil militantes hoy metidos en causas por su participación en huelgas y movilizaciones. Yo mismo vengo de ser convocado por la justicia para una audiencia, con tres delegados sindicales que son también miembros del PTS, por haber participado en un piquete de huelga de sectores del sindicalismo combativo durante la jornada de huelga general del 20 de noviembre de 2012.
C.R.: ¿Podrás hablarnos de la condena a prisión perpetua a los obreros petroleros de Las Heras por una manifestación donde murió un policía?
CH.: Es un hecho escandaloso, donde cuatro obreros petroleros fueron condenados a perpetua y otros a penas menores, sin tener ninguna prueba de la muerte del policía. Esto nos recuerda a procesos del pasado, como fueron los mártires de Chicago o Sacco y Vanzetti. Los hechos se desarrollaron en un levantamiento popular, donde los manifestantes venían de liberar a un dirigente de la lucha, dirigida a su vez contra lo que en Argentina llamamos “el impuesto al salario” y contra el trabajo precario. Es un juicio hecho a la medida de las multinacionales petroleras, basado en declaraciones obtenidas bajo tortura. La campaña por la absolución se desarrolla, nacional e internacionalmente, con una toma de posición a su favor de tres de las cuatro centrales sindicales del país.
NOTASADICIONALES
[1] Ver nuestros artículos en “Convergencias Revolucionarias” n° 89 y 90..
[2] El Partido Obrero (PO) es uno de los tres integrantes del FIT..
[3] Es decir, una jubilación a la altura del 82 % del salario indexada sobre la evolución de los salarios, que es una reivindicación del movimiento obrero argentino frente a las sucesivas reformas jubilatorias.