EL PAIS - 24-10-2011
Berlusconi convoca a su Gobierno para aprobar nuevos ajustes
24/10/2011
La presión de sus socios europeos fuerza al Ejecutivo a tomar más medidas. -Los inversores también centran sus dudas en Italia
EL PAÍS | AGENCIAS 24/10/2011
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha tomado buena nota del toque de atención que recibió ayer de sus socios europeos, que le reprocharon por boca de la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, la falta de un compromiso creíble para reducir el déficit. Así, a modo de acuse de recibo, el jefe del Ejecutivo italiano ha convocado para esta tarde un Consejo de Ministros extraordinario con el objetivo de estudiar nuevas medidas de ajuste. La presión, además, no viene solo del plano político ya que en los mercados, los inversores están propinando un serio castigo a su deuda.
En una nota, Berlusconi ha explicado que en el consejo de ministros se estudiarán algunas medidas después del "Consejo Europeo de ayer y en previsión del Consejo Europeo del miércoles". Aunque no se precisan las medidas económicas, Berlusconi ya adelantó que entre ellas se estudiará el aumento de la edad de jubilación, hasta los 67 años. Una medida a la que siempre se han opuesto sus socios en el Gobierno la Liga Norte, y que ya obligaron a Berlusconi a eliminarla del último plan de ajuste presupuestario.
Debido a la convocatoria del consejo de ministros, Berlusconi no acudirá, como estaba previsto, a la audiencia en el Tribunal de Milán, por el caso Mills, en el que está acusado de corrupción de actos judiciales.
Angela Merkel y Nicolas Sarkozy reclamaron ayer a Roma "mayores sacrificios" para reducir su deuda. Italia ha desplazado a España de la diana de los mercados, que se han cobrado a lo largo de la crisis del euro tres víctimas (Grecia, Irlanda y Portugal) y están siempre en busca de la siguiente. Contra esa posibilidad, los líderes europeos exigen al Ejecutivo de Silvio Berlusconi reformas económicas (del mercado laboral y de pensiones) y medidas "creíbles y concretas" de austeridad, el mantra europeo que persigue domar la crisis fiscal y que resuena como un clavo sobre el ataúd de la recaída en la recesión, según informa Claudi Pérez.
Italia viene de un largo estancamiento que dura ya 10 años. Su déficit público no es elevado, pero la deuda alcanza el 120% del PIB (el doble que España), hasta rozar los dos billones de euros. La prima de riesgo ha ido creciendo hasta superar con creces el riesgo país español, que durante los últimos meses se ha beneficiado de un calendario de reformas más ambicioso.
Goldman Sachs prevé que Italia recaiga en la recesión el año que viene, y para colmo Moody’s acaba de recortar su nota de solvencia tres escalones de golpe por sus elevadas necesidades de liquidez y el riesgo de no poder atenderlas a corto plazo.
La presión sobre Roma llega por tierra, mar y aire: las patronales italianas llevan semanas presionando a Berlusconi, cada vez más debilitado por escándalos y luchas internas en la coalición de Gobierno. "Italia debe reaccionar para tranquilizar a los inversores y a otros Estados", afirmó el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en una frase que hace no mucho valió para Grecia, y después para Portugal e Irlanda, y que a punto estuvo de valer también para España.