Informe de la LOR-CI del martes 14/5
Bolivia: el paro se extiende y masifica
15/05/2013
El martes 14/5 la COB (Central Obrera Boliviana) resolvió con la presión de Huanuni y en una asamblea de más de 3.000 mineros, que ocupó en pleno el segundo patio de la UMSA (Universidad Mayor de San Andrés), rodear junto al resto de los trabajadores la Plaza Murillo, de La Paz, (que está vallada por la policía hace dos días) para el día miércoles 15/5.
El secretario ejecutivo de la COB, Trujillo, tuvo que bajar a la asamblea minera y comprometerse a la acción ante los ánimos caldeados.
Hoy (martes 14/5) el gobierno entretuvo a los dirigentes de la COB en los pasillos de los ministerios de Trabajo y el de Minería, y estos mantuvieron en vigilia, sin marchar, a los mineros de Huanuni que siguen en la universidad de la Paz. Después de una primera asamblea que dio plazo al gobierno hasta las 18hs, la segunda asamblea se hizo con la presencia del propio Trujillo (que recibió críticas ante los trabajadores de parte de dirigentes de Huanuni y de la Federación minera).
Pero a pesar de haber contenido la acción de los mineros de Huanuni en La Paz, en el centro marcharon los maestros urbanos y una enorme columna de los maestros rurales que entraron a la capital, y el paro mostró mayor extensión nacional aún. Hubo bloqueos en Apacheta y en el Alto que estuvo paralizado (donde jugaron un rol importante los fabriles); se realizaron cuatro bloqueos en Santa Cruz y otros tantos en Beni; en Cochabamba salieron los salubristas, docentes y fabriles, mientras que en Oruro, Potosí y Santa Cruz hicieron lo propio los trabajadores de la minería privada. Es decir el paro ganó en extensión aunque evitaron los enfrentamientos en La Paz.
Para mañana (miércoles 15/5) se espera la llegada de delegaciones de trabajadores de distintos puntos de Bolivia hacia la (militarizada) Plaza Murillo de La Paz. Por su parte los dirigentes de los fabriles, Wilson Mamani y Victor Quispe, declararon que pararán “el aparato productivo”: esto sería cualitativo si ahora se da en La Paz (algo de eso ya anunciaron los paros de fábricas en Cochabamba la semana pasada) ya que tiene la mayor concentración de fábricas y hace años no se produce una paralización de este tipo (cuando la rebelión fabril del 2010 los obreros hacían bloqueos a contraturno pero no paraban la producción).
Si estos dos anuncios se verifican en los hechos sería un cambio cualitativo y en perspectiva podría abrir las puertas para el inicio de un proceso de ascenso obrero.
El gobierno, que no parece saber cómo manejar a los sindicatos en la oposición, se mantiene sin concesiones y exigiendo “que se levanten las medidas para que haya dialogo”. Lo cierto es que las medidas no solo no se levantan sino que se radicalizan, y diálogo sigue habiendo a cada hora: Trujillo va del ministerio al Comité Ejecutivo Nacional de la COB , de ahí a la multitudinaria asamblea de Huanuni, y otra vez al ministerio, pero no se resuelve nada: hay dialogo pero no hay negociación.
No hay grandes impedimentos económicos (como se sabe Bolivia nunca estuvo mejor de reservas fiscales a partir de la captura de una porción de la renta de hidrocarburos), sino más bien se trata de preservación de los “pactos políticos” con que ha construido hegemonía Evo Morales: con los militares (poniéndolos de Embajadores, como el que acaba de nombrar para Argentina, y pagándoles el 100% de jubilación como con la dictadura de Banzer) y con los empresarios (sin vuelta atrás de la ley neoliberal de jubilaciones que bajó aportes patronales). Tendría que pedirle a militares y al empresariado un gesto patriótico con “el proceso de cambio”.
Por otra parte, el gobierno del MAS, si es que quisiera ceder (aunque no lo parece), está condicionado en su principio de autoridad por haber comprometido la palabra presidencial en un discurso en cadena, diciendo que ya había dado “la última propuesta”.
Todo esto transforma a la actual situación en una pulseada política difícil. En el marco de que la crisis económica aun no golpea a Bolivia, la clase obrera todavía no pudo ganar a amplios sectores campesinos, que siguen apoyando al gobierno. Incluso no se puede descartar totalmente la movilización de los campesinos y cuentapropistas afines al MAS contra la COB. Los choferes (cuentapropistas base del MAS) ya quisieron impedir el bloqueo de los maestros en Pailon en Santa Cruz y hubo escaramuzas con los trabajadores (hasta ahora no habían pasado de las declaraciones, claramente antiobreras y hostiles a la huelga, y si siguen van a alimentar la autodefensa obrera).
El gobierno de Evo conserva fortaleza (a pesar de roces al interior de su partido por acelerar la re reelección, lo que provocó la renuncia de la diputada masista Rebeca Delgado), por lo que en esta etapa no se pueden esperar triunfos fáciles o categóricos para la clase obrera. Sin embargo, el MAS no tiene la misma base de apoyo después de la lucha por el TIPNIS y el desgajamientos de sectores indigenistas. Además de estar enfrentando a sectores de su propia base social, los gremiales (vendedores cuentapropistas) que resisten la aplicación de impuestos.
La huelga en defensa de las jubilaciones –una gran acción obrera independiente- así como el proceso de fundación del Partido de Trabajadores muestra que estamos a los inicios de un proceso nuevo. El elemento más importante es la reemergencia de la clase obrera en Bolivia.
14 de mayo de 2013