Las batallas del PTS en el escenario nacional
Construir una izquierda de los trabajadores
15/11/2012
Por: Jonatan Ros , Laura Lif
Como explicamos en el número anterior de La Verdad Obrera, existe una nueva situación para los trabajadores. Desde la asunción del segundo mandato del gobierno de CFK, la presidenta no hizo más que tirarse contra los gremios y los obreros, como se vio el lunes en Villa Constitución. La negativa a subir el mínimo no imponible, el efecto de la inflación sobre el salario, junto a otras medidas como la Ley de ART, está llevando a que cientos de miles de trabajadores en blanco comiencen a ver al gobierno como lo que es verdaderamente, un gobierno anti-obrero. La “disidencia” que constatamos en amplios sectores del pueblo trabajador empieza a llegar a una parte de los trabajadores sindicalizados que fueron durante estos años una parte muy importante de la base social y política del kirchnerismo. Ya no sólo se expresa el descontento entre los sectores precarios y los más explotados, perdedores del “modelo”, sino en parte de los trabajadores en blanco que ven cómo el gobierno “nacional y popular” desprecia sus reclamos. La ruptura de Moyano con los K y el paro del 20 no es más que una expresión, quizá la más evidente, de este fenómeno.
El “cacerolazo” de las clases medias acomodadas está desgastando al gobierno y fortaleciendo alternativas por derecha dentro y fuera del peronismo, pero al mismo tiempo genera un clima de amplia politización. Sin sentirse identificados con las clases medias “chetas”, parte de los trabajadores pueden percibir que es posible enfrentar al gobierno aunque desde otro ángulo. Ahí está la oportunidad de la izquierda obrera y socialista.
La burocracia sindical llega a esta situación en estado calamitoso. No se trata sólo de los “gordos” que son directamente impresentables o el propio Yasky que parece más un funcionario que un dirigente sindical, sino también los opositores de la CGT de Moyano que descubrieron que los K eran anti-obreros luego de casi 10 años de matrimonio. Ni hablar de Micheli que no es más que “la piel y los huesos”. Su capacidad de movilización es tan grande que dependen muchas veces...de la CCC, Barrios de Pie y el MST.
Condiciones para la escisión
Comienzan a generarse las condiciones para lo que Gramsci llama un “momento de escisión”, una separación política de una parte de los trabajadores con el gobierno que se da sin que la oposición patronal, logre atraer a los trabajadores y con una burocracia desprestigiada y debilitada. El tiempo que tarde en convertirse en lucha abierta y generalizada dependerá del desarrollo de la crisis económica o de los ataques de las patronales o del propio gobierno contra los trabajadores. Pero lo que no está asegurado, y por eso batallamos, es que este proceso de experiencia con el gobierno termine en una ruptura por izquierda, superadora de la confianza en la conciliación entre trabajadores y patrones (y en su momento también milicos) que es la esencia del peronismo.
Con esta perspectiva, se abre la posibilidad cierta de construir una verdadera Izquierda de los Trabajadores, fracciones de izquierda del movimiento obrero formada no sólo por los compañeros más combativos y democráticos sino también por los más conscientes políticamente. La idea de que la clase trabajadora puede no sólo luchar por sus demandas inmediatas por fábrica o por gremio sino también pesar en la vida nacional, enfrentar al gobierno y hacer una política de clase puede abrirse paso y hacerse carne en los sectores avanzados. Lo que comienza no es sólo una coyuntura sino una etapa marcada por la decadencia del kirchnerismo y su distanciamiento de sectores cada vez más amplios de los trabajadores. Esto tenderá a expresarse en múltiples hechos de aquí en más en los que deberemos intervenir con un programa independiente para organizar a los sectores avanzados de la clase obrera y la juventud.
Las agrupaciones obreras y el ejemplo de la Marrón Ceramista
Para responder adecuadamente a esta situación, tenemos el objetivo de seguir desarrollando las agrupaciones clasistas que construimos en común con trabajadores sin militancia partidaria en muchos sindicatos y fábricas, pero buscando que se involucren y se posicionen sobre los grandes problemas políticos del país, para que enfrenten no sólo a los empresarios y burócratas sino también al gobierno y la oposición patronal. Tomamos como ejemplo a la Agrupación Marrón de los ceramistas de Neuquén que organizaron Zanon, recuperaron el Sindicato, son solidarios con los trabajadores antiburocráticos de otros gremios como los docentes de ATEN (donde acaba de ganar la oposición antiburocrática) y participan de política abiertamente votando a sus candidatos para las listas del FIT y conquistando diputados obreros. Además en la Agrupación Marrón militan en común los compañeros del PTS junto con independientes, codo a codo y con un método de funcionamiento democrático. Aspiramos a que las agrupaciones que hoy existen en los demás gremios se den esta orientación.
El Frente de Izquierda y la Asamblea Nacional de Trabajadores
El FIT, actualizando su programa y clarificando las diferencias políticas que surgieron en la última etapa (en especial con Izquierda Socialista) puede transformarse en una herramienta táctica de gran importancia porque las mismas elecciones serán un momento de politización donde la izquierda podrá dar saltos si es que sabe orientarse adecuadamente. Para nosotros de lo que se trata es de fusionar a la izquierda revolucionaria con los sectores avanzados de la clase trabajadora y ayudar a que se organicen políticamente. Por eso nos damos el objetivo de que las agrupaciones obreras, el movimiento de mujeres y de la juventud tomen en sus manos la lucha política para no limitarnos a una agitación exterior y superficial sobre los trabajadores y la juventud para conseguir un apoyo electoral desligado de la construcción de una Izquierda de los Trabajadores.
Al mismo tiempo que desarrollamos las agrupaciones clasistas, esta nueva situación plantea la necesidad de construir ampliamente una alternativa a la burocracia sindical. Por eso, llamamos a todos los trabajadores, delegados e internas antiburocráticas a preparar una gran Asamblea Nacional de Trabajadores, un reagrupamiento de todos los sectores combativos, para constituir un polo alternativo a las CGTs y las CTAs. Para luchar por un programa independiente y que levante las demandas obreras y populares, impulsando la democracia de las asambleas y los plenarios de delegados con mandato contra la burocratización de los sindicatos (común a todas las “centrales”). Esto es necesario porque al frente de la enorme mayoría de las organizaciones obreras se encuentran burócratas cobardes que tienen como objetivo político apoyar a alguna variante patronal.
Partido de Trabajadores para derrotar a los capitalistas
El PTS ha logrado una relativa inserción en la clase trabajadora en estos años. Pero esto tiene que ser la base para dotarnos de nuevos y superiores objetivos claramente políticos. Sólo así podremos generar las condiciones para poner en pie el partido de trabajadores revolucionario que necesitamos para derrotar a los capitalistas cuando la crisis se abra plenamente. En la Conferencia de Ferro hemos planteado la necesidad de que las agrupaciones clasistas, los movimiento de mujeres y juveniles peleen junto con nosotros por “Sindicatos sin burócratas y un Partido de Trabajadores sin patrones” que es la forma transicional que adquiere en un país como el nuestro donde no hay tradición de independencia de clases la pelea por un partido en la vanguardia obrera y estudiantil que sólo podrá triunfar si adopta un programa y estrategia claramente revolucionaria.
14-11-2012