México
Contra Corriente en el movimiento “Yo soy 132”
07/06/2012
En las últimas semanas, el movimiento “yosoy132” mostró la emergencia de un amplio movimiento democrático en la juventud estudiantil mexicana, que cuestiona aspectos claves del régimen político antidemocrático. El 30 de mayo, se realizó una masiva asamblea en Ciudad Universitaria, con más de 6.000 participantes, donde se incorporaron demandas tales como la solidaridad con la lucha del magisterio democrático, la desmilitarización del país, entre otras. El lunes se realizó la primera asamblea general interuniversitaria, con delegados (“voceros”) de 98 escuelas, facultades y universidades, que ratificó algunos de los principios del movimiento, tales como su carácter independiente respecto a los partidos políticos. Esto es muy importante ya que al interior del movimiento actúan corrientes vinculadas al PRD y su candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, y es fundamental preservar la independencia política del “yosoy132”. Asimismo, la asamblea general resolvió funcionar mediante el método de representantes revocables, rotativos y con mandato elegidos desde las asambleas de base; otro aspecto importante porque hasta ahora, si bien en la UNAM funcionaba –de acuerdo a su tradición histórica proveniente de los movimientos de 1968 y 1999- con ese método, existía una “coordinadora interuniversitaria” que era presentada como la dirección del movimiento por los medios de comunicación. De esta forma, la Asamblea de representantes es el máximo órgano de decisión, y las demás instancias tienen un carácter “logístico”. Se resolvió también que las reuniones de la Asamblea General son abiertas, que todo participante tiene derecho a voz, y los delegados a voz y voto; cuestión importante ya que esta primera reunión fue a puertas cerradas (trasmitida por parlantes para que estaban fuera del auditorio), cuestión que fue fuertemente cuestionada por la agrupación estudiantil Contracorriente, integrada por la LTS y estudiantes sin militancia partidaria, junto a otros colectivos universitarios. En esta asamblea, desde Contracorriente planteamos una postura tendiente a profundizar el carácter democrático y la independencia política del movimiento, congruente con nuestro posicionamiento desde el inicio del “yosoy132”.
El que sigue es un reportaje del periódico Estrategia Obrera de nuestra organización hermana la LTS-CC, realizado a militantes de la agrupación estudiantil Contra Corriente que están interviniendo en más de 20 escuelas de la UNAM, UAM y preparatorias.
EO: ¿Qué cambió en las universidades con este movimiento?
María (Filosofía y Letras - UNAM): Desde el surgimiento del movimiento “Yo Soy 132”, hemos visto cómo la juventud ha salido a las calles a expresar su descontento haciéndose parte de importantes jornadas de movilización, pero también abriendo importantes discusiones dentro de las universidades publicas y privadas, con la conformación de asambleas por facultades y escuelas y, que en el caso de la UNAM ha venido a rememorar una serie de reivindicaciones y demandas históricas.
EO: ¿Qué métodos de funcionamiento se propusieron en la asamblea de Filosofía y Letras?
María: Desde ContraCorriente hemos saludado que hoy, cientos de estudiantes nutran estos espacios asamblearios que se constituyen como órgano máximo de representación bajo mecanismos democráticos. Reinvindicamos en particular los métodos de organización y discusión del Consejo General de Huelga de 1999-2000, de la UNAM. Parte de estas posiciones fueron vertidas en la Asamblea General del 30 de mayo en CU, junto a la importancia de ratificar que el movimiento tiene como objetivo ir más allá de las elecciones.
EO: Ustedes lanzaron la convocatoria a un Encuentro Nacional de Estudiantes. ¿Puedes contarnos sobre esta propuesta?
María: Como ContraCorriente nos pronunciamos e hicimos el llamado junto con otras organizaciones y colectivos, sobre la necesidad de extender el movimiento, mediante la unidad con los trabajadores y sectores que se encuentran en lucha, como la CNTE, en la perspectiva de poner en pie, mediante la autoorganización y de manera independiente un Encuentro Nacional Estudiantil, con delegados votados en asambleas, que sean rotativos, revocables y bajo mandato de base. Así mismo, pensamos que la creación de este espacio nos tiene que servir para convocar de manera amplia a sectores en resistencia como Atenco, Guardería ABC, SME, etc., para discutir y votar un gran plan de lucha ante próximos escenarios.
EO: ¿Cómo se organiza el movimiento “Yo soy 132” en la UAM?
Paco (Sociología – UAM): Después de casi trece años que el movimiento estudiantil no salía a luchar, el movimiento “Yo soy 132” llega levantando los ánimos de los estudiantes. A pesar de que no nos conocíamos, algunos no nos habíamos visto nunca, otros sólo de pasada, los estudiantes de la UAM-A estamos muy entusiasmados. Hacemos periódicos murales volanteamos, saloneamos, boteamos. Se ha organizado una comisión de información, de logística, de finanzas y se propuso que se hicieran relatorias. Todos los lunes y jueves hay asambleas y los martes, miércoles y viernes hay juntas. Hay de fondo un cuestionamiento a los métodos antidemocráticos del régimen y en particular del candidato que los medios de comunicación, sobre todo Televisa y Tv Azteca. El movimiento estudiantil ha impactado a un sector de los académicos que apoyan la lucha estudiantil. A pesar de que en un principio éramos muy pocos compañeros, el ánimo de los estudiantes se ha levantado y no dudo que este movimiento trascienda las elecciones.
EO: ¿Cómo es el movimiento “Yo soy 132” en la Facultad de Ciencias?
Aaron (Facultad de Ciencias): Desde la agrupación ContraCorriente hemos participado de las asambleas realizadas en los pasados días en diversas escuelas y facultades. En nuestra facultad, la asamblea contó con la participación de unos 200 estudiantes. Allí se levantaron varias demandas, entre ellas la de democratizar los medios de comunicación, el acceso gratuito a Internet para toda la población, exigir la expulsión del Elba Esther del SNTE, la lucha por educación pública y gratuita así como denunciar la manipulación mediática y la anti democracia del régimen frente al proceso electoral. Asimismo, se planteó la necesidad de ampliar el movimiento a todos los sectores de la población.
EO: ¿Qué medidas se propusieron para extender el movimiento más allá de la universidad?
Con este objetivo se discutió la necesidad de realizar brigadeos a distintos sectores de la ciudad y del interior del país. Los compañeros que integramos ContraCorriente participamos en la asamblea planteando la necesidad de sumar a esta lucha a la clase trabajadora. Nuestra propuesta fue llevar brigadas de información a las zonas fabriles y a los sindicatos. Esto porque consideramos que la democratización y apertura de los medios de comunicación no se conseguirá con la participación de más consorcios de telecomunicaciones cuyo interés no es el de dar voz a amplios sectores de la sociedad ni ofrecer contenidos de calidad pues se manejan bajo la lógica de la persecución de ganancias. Por ello una auténtica democratización y apertura de los medios de comunicación va de la mano de sumar a esta lucha a los trabajadores de las comunicaciones (como los telefonistas o el SME) para luchar por la expropiación de estas empresas bajo control de ellos mismos. Asimismo, planteamos la necesidad de ir a sindicatos como el de trabajadores de la educación para luchar por la defensa de la educación pública así como por la democratización y recuperación de sus organizaciones mediante la expulsión de los líderes charros.
EO: En tu facultad se plantearon discusiones sobre los métodos de funcionamiento del movimiento “Yo soy 132”. ¿Cómo fue el debate?
Yara (Facultad de Ciencias Políticas y Sociales): Desde ContraCorriente hemos planteado por un lado la necesidad de que la Coordinadora InterUniversitaria (CI), órgano central del “Yo soy 132”, rediscuta y modifique su funcionamiento organizativo, promoviendo las asambleas al interior de las escuelas y democratizando la toma de decisiones al incorporarlas, así como a los movimientos y agrupaciones sociales que retomen los ejes y acuerdos de las asambleas del “Yo soy 132”. Y que en particular dentro de la UNAM, deberíamos pelear un funcionamiento tipo Consejo General donde las asambleas de facultades, bachillerato y académicos tengan voceros rotativos y revocables, con mandato de base; además de que las sesiones deberían ser abiertas.
Por otro lado, hemos hecho mucho énfasis en la necesidad de la independencia política y organizativa del movimiento estudiantil. Desconfiamos de los partidos del régimen que tienen responsabilidad clara en el incremento de la militarización, la violencia y crímenes de odio y la precariedad en la vida de la mayoría de la población; partidos que se subordinan al imperialismo norteamericano y al capital privado nacional y extranjero. El carácter apartidista del movimiento responde a una coyuntura en donde los partidos políticos buscan capitalizar el voto de la juventud, intentando que la crítica al monopolio mediático no cuestione el régimen de conjunto como lo vienen haciendo los jóvenes en Québec, el Estado español o Chile. Mantenernos independientes de los partidos del régimen pasa también por no confiar en su democracia y no legitimar este sistema electoral fraudulento (no yendo a votar o anulando el voto). Ningún partido nos representa ni ofrece una alternativa a la criminalización de la juventud y al futuro de explotación y salarios miserables al que nos arroja la crisis. Depositar esperanzas en la izquierda del régimen -el PRD- plagada de corrupción, impunidad y avaricia es olvidar que fueron los mismos perredistas los que en la heróica Huelga del 86 en la UNAM vendieron al movimiento por un Congreso que negoció con gobernación, y que en el 99 planteaban levantar la huelga y dialogar con presos, expulsados políticos y sin echar abajo el Reglamento general de pagos.
Para que este movimiento logre sobrevivir a las elecciones, tenemos que dejar de pensarnos dentro de la lógica electoralista de los partidos del congreso que busca transformar la lucha callejera en la de tachar una boleta y meterla en una urna. La independencia política de la organización de los y las jóvenes es fundamental para fortalecer y democratizar al movimiento.
06-06-2012