México: Por una gran lucha nacional
Contra el régimen de la alternancia
13/09/2006 LTS
En medio de gran descontento con el fraude del Partido Acción Nacional (PAN), Fox y el IFE (Instituto Federal Electoral), y mientras la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y las masas oaxaqueñas mantienen en pie su heroica Comuna, López Obrador convocó a la Convención Nacional Democrática (CND) para el 16 de septiembre, con el fin de discutir “desconocer el cómputo oficial; rechazar la usurpación y desconocer a Calderón como presidente; (y decidir) si se constituye un gobierno de la República o una coordinación de la resistencia civil pacífica.”. Esto como parte de la lucha por “sentar las bases de una nueva republica” y “crear nuestras instituciones de acuerdo con lo establecido en el artículo 39 de la Constitución’’ (La Jornada, 28/8/06). Muchos trabajadores, campesinos y jóvenes consideran que esto representa una política radical y simpatizan con la “resistencia civil” y la ocupación de la tribuna del Congreso de la Unión por parte de los diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Es claro que esto muestra un importante enfrentamiento entre López Obrador y el gobierno federal. Pero la convocatoria a la CND plantea una discusión en torno a cómo luchar contra el fraude y qué alternativa frente a este régimen antidemocrático y sus instituciones.
Oaxaca marca el camino de la lucha contra el régimen
Aunque las movilizaciones multitudinarias del 16 y 30 de julio mostraron gran disposición de lucha, la dirección perredista no convocó a nuevas acciones de masas. Tampoco las direcciones sindicales como la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), afines al PRD, llamaron al paro nacional contra el fraude, que de hacerse hubiera puesto en aprietos al gobierno.
La causa de esto es que López Obrador y el PRD -por su pertenencia al mismo régimen burgués y sus vínculos con el sector patronal representado por el magnate de las telecomunicaciones Carlos Slim Helú-, no están a favor de una movilización que vaya contra el régimen anti-obrero y anti-popular, y no pueden ir más allá de una presión extrema sobre las instituciones, política que demostró ser impotente para derrotar al fraude.
La lucha de la APPO muestra que, si realmente queremos derrotar al régimen antidemocrático, no se debe limitar la lucha a un “movimiento pacífico” y “no violento” y en los marcos de la “legalidad” de la Constitución, como propuso el PRD respondiendo a los intereses de un sector patronal, y manteniendo una organización vertical y burocrática del movimiento, impidiendo que surjan organismos y mecanismos de democracia directa. Por eso, hay que retomar y desplegar el ejemplo de Oaxaca, con la movilización en las calles encabezada por la clase trabajadora, orientada contra las instituciones del régimen y construyendo organismos del conjunto de las masas en lucha.
Para avanzar en ese camino, las direcciones de los sindicatos que se dicen opositores deben abandonar su apoyo acrítico y subordinación a López Obrador, y adoptar una política de independencia de clase. De igual forma, organizaciones como El Militante, deben romper ya con el PRD, condición elemental para una política marxista.
Ante la convocatoria a la CND, desde la LTS-CC proponemos que las organizaciones de la APPO, los sindicatos (en particular el Sindicato Mexicano de Electricistas-SME), la Promotora contra el Neoliberalismo y las organizaciones de izquierda, levantemos un programa independiente y un plan de lucha contra el gobierno y el régimen de la alternancia. La primera tarea es proponer a los cientos de miles que estarán en la CND, que se pronuncien e impulsen un paro en solidaridad con Oaxaca. Son las organizaciones sindicales, y en particular el SME por su historia y tradición, quienes pueden realizar esta medida de lucha.
Hay que unificar el descontento contra el fraude con la rebelión obrera y popular encabezada por la APPO, con una gran movilización de los trabajadores, los campesinos y todos los sectores populares y golpeados por el ataque del gobierno, y preparando el camino para una verdadera Huelga General.
Reformar el régimen o luchar por su caída revolucionaria
Para terminar con la antidemocracia, hay que cuestionar las bases del régimen y luchar por su caída con la movilización revolucionaria de las masas. Lamentablemente, la propuesta de impulsar “nuevas instituciones” y la “refundación de la república” no cuestiona la constitución de 1917 que sostiene el régimen de los capitalistas y ampara el ataque sobre las conquistas sociales, laborales y democráticas. “Refundar la república” bajo esa perspectiva no es una real alternativa al “neoliberalismo” panista, y es parte de un programa orientado a la reforma y democratización del capitalismo.
Por eso, la movilización de los trabajadores, campesinos y el conjunto del pueblo debe apuntar a luchar contra el conjunto de las instituciones, defensoras de los intereses de los capitalistas y las transnacionales. Y es que conquistar las demandas obreras y campesinas, no será posible en los marcos de este régimen de la alternancia y de su Constitución burguesa.
La alternancia le mostró a millones que no puede garantizar las elecciones “democráticas” que consagra su propia legislación. Cualquier autorreforma (como la que proponen políticos pro-patronales como Castañeda), será una trampa para contener la lucha de las masas. Y esa película ya la vimos: este régimen, responsable de las muertes obreras de Sicartsa, de los presos de Atenco y del fraude, es producto de una “reforma democrática”.
Por eso, desde la LTS-CC decimos que no hay reforma que pueda resolver las demandas obreras y populares; la alternancia solo está al servicio de los capitalistas, los terratenientes y el imperialismo.
Llamamos a los millones que se movilizaron contra el fraude, y que acudirán a la CND, considerándola una alternativa, a que luchemos juntos por derribar este régimen con la movilización y la Huelga General, para imponer una Asamblea Constituyente Revolucionaria, donde los trabajadores y campesinos discutamos libremente nuestras reivindicaciones, comenzando por las demandas del magisterio y la APPO de Oaxaca.
En el camino de imponer esta Constituyente Revolucionaria, los trabajadores y el pueblo desarrollarán su autoorganización y sus métodos de lucha, así como la convicción de que, como apunta el ejemplo de Oaxaca, es necesario un gobierno de los trabajadores y el pueblo que acabe de una vez por todas con este sistema de explotación y miseria.