Argentina |Editorial LVO N° 522
Cuando mueren los relatos
15/05/2013
Bolivia: los mineros al frente
Un nuevo episodio de las dificultades de los gobiernos llamados “progresistas” se juega en las calles de Bolivia. Los trabajadores, encabezados por los mineros, realizan paros, movilizaciones y piquetes, exigiendo una jubilación digna contra el sistema “neoliberal” de retiros que mantiene el gobierno. Evo Morales enfrenta a los obreros movilizados con discursos similares a los de Cristina: “privilegiados” les dice, porque se niegan a terminar su vida con una jubilación de miseria. Una nueva etapa de la lucha de clases se está abriendo en algunos países del continente, donde comienza a tallar el movimiento obrero con sus métodos de lucha, poniendo en crisis a los gobiernos “nacionales y populares” y desenmascarando sus discursos falsamente progresistas.
El “cepo” a las paritarias es oficial
En nuestro país, el gobierno acaba de oficializar el techo al salario, junto a sus burócratas sindicales adictos. El ministro de Trabajo rodeado de la plana mayor de los alcahuetes de su CGT salió a festejar los acuerdos logrados. Con Antonio Caló de la UOM a la cabeza, se busca imponer el 24% en cuotas que firmaron los metalúrgicos, bancarios, mercantiles y estatales de UPCN (23%), como “modelo” para todas las paritarias que restan negociar. Mientras tanto, con las leyes de “blanqueo” se perdonan impuestos a los tenedores de dólares (los más beneficiados son los empresarios o millonarios), mientras se mantienen el impuesto al salario, el tope a las asignaciones familiares, impuestos como el IVA, que afecta a sobre todo al consumo popular y los tarifazos. La inflación que avanza, pese al “congelamiento” de precios, completa el combo de una política de ajuste al bolsillo de los trabajadores y el pueblo. En estas condiciones, el 24% está muy lejos de una verdadera recomposición salarial.
Menemismo nacional y popular
Las denuncias de corrupción exponen ante millones la práctica “menemista” de la camarilla K. La “década ganada” fue, en primer lugar, para sus funcionarios, que compraron o se construyeron mansiones u hoteles en los centros turísticos más lujosos del país. O para los empresarios, que se hicieron millonarios con el dinero del Estado para obras infladas o subsidios, todo en tiempo récord. Que las denuncias vengan de un periodista “empleado del mes” de Clarín (Lanata), que juega para los intereses del grupo y apuesta a la oposición política patronal, no niega la realidad de la corrupción que afecta al kirchnerismo y a sus empresarios amigos. Y que contrasta con los millones de trabajadores precarios o en negro y con aquellos que pagan las consecuencias de crímenes sociales por falta de obras, como en las recientes inundaciones de La Plata. Las denuncias de una posible intervención gubernamental a Clarín son parte de la campaña política (y electoral) que “la Corpo” usa para defender sus privilegios; y hasta puede ser funcional al gobierno, para sostener el discurso de la “lucha contra las corporaciones”. La famosa Ley de Medios terminó en un nuevo monopolio, privado y estatal, que (des)informa descaradamente a favor del gobierno y la reforma de “democratización de la justicia” se reveló rápidamente como una simple maniobra electoral para cambiar el carácter de las elecciones de octubre, para asegurarse impunidad para el futuro, además de restringir derechos democráticos elementales como las medidas cautelares. La propuesta de “blanqueo” de dólares desmiente otros dos mitos del relato: la pesificación y el desendeudamiento. El gobierno convoca a los tenedores de dólares (entre ellos muchos lavadores) a prestarle divisas, lo que tanto se endeuda a tasas generosas y, además, oficializa la dolarización el mercado inmobiliario, para festejo de los especuladores. El gobierno se “menemiza” no sólo con la corrupción sino en sus políticas: cuando comienza a entrar en crisis el “modelo”, la propuesta es más beneficios a los empresarios y ajuste para los trabajadores. No es casualidad que todos los políticos y gobiernos patronales, sin distinción, hayan demostrado en estos días que no tienen problemas en reprimir a los trabajadores y a quienes salen a pelear por sus derechos. De la Sota y Binner mandaron a sus policías contra los “sin techo”. Antes la Metropolitana de Macri atacó salvajemente en el Hospital Borda. Los aliados o semi-aliados del gobierno no se quedan atrás; el gobernador kirchnerista Beder Herrera de la Rioja reprimió brutalmente a manifestantes contra la megaminería contaminante en Famatina, y en tierras de Scioli se produjo la escandalosa detención de los dirigentes de ATE, llevada adelante con personal de civil en un operativo ilegal, entrando a los golpes a un ministerio público.
Triunfo ejemplar de los obreros de Lear
Mientras los sindicatos oficiales pactan el “cepo” al salario, los gremios estatales ,enrolados en la CGT y CTA opositoras, llaman a un paro este viernes 17 y Pablo Micheli propuso un paro general para el 29 de este mes. La medida del 17, fue convocada de manera completamente burocrática y las mismas bases de los estatales se enteraron por la TV. Es una medida aislada (para responder a la bronca de los estatales que quedaron con salarios muy rezagados) porque Moyano está “Volcado casi por completo a la política y al armado de una alianza opositora al kirchnerismo, (…) ya habría descartado apostar a la huelga del 29’” (La Nación, 15/5). En la misma sintonía electoral y pro-patronal, Micheli se promueve como candidato del FAP de Binner en la provincia de Buenos Aires. Opuestos a estas burocracias pro-patronales, que subordinan la lucha y a nuestros sindicatos a la política de los empresarios, los obreros de la multinacional autopartista Lear, una fábrica proveedora de la Ford en la industrial zona norte del Gran Buenos Aires, mostraron otro camino. Los 900 trabajadores, con su Comisión Interna a la cabeza, obtuvieron un resonante triunfo arrancando a la patronal una recomposición salarial, la reincorporación de todos los despedidos y el pase a planta de los contratados. Un triunfo histórico en una empresa perteneciente a una rama estratégica de la industria (pág. centrales). El PTS y las agrupaciones que impulsamos en el burocrático gremio mecánico del SMATA junto a compañeros independientes, fueron parte de esta batalla ejemplar.
Una izquierda de los trabajadores
La izquierda tiene una doble tarea. Impulsar e incidir de los combates de estos nuevos sectores antiburocráticos y combativos del movimiento obrero (que se extienden a medida que crece el descontento con el gobierno y sus burocracias sindicales), y pelear por construir junto a ellos una alternativa política de los trabajadores y la izquierda. Una alternativa que plantee un programa de conjunto contra todas las variantes patronales. Para pelear contra el techo a las paritarias, por eliminar el impuesto al salario, aumentar y universalizar las asignaciones familiares, por la indexación salarial de acuerdo a la inflación, por el 82% a los jubilados y por un plan de lucha del conjunto de los trabajadores. Para repudiar las represiones contra los que salen a pelear. Por la reestatización de todo el sistema de transporte público y la nacionalización total del petróleo, el gas y la minería, bajo administración obrera. Por la nacionalización de la banca y el monopolio estatal del comercio exterior para terminar con los especuladores. Como propone Raúl Godoy de la banca del FIT en Neuquén (ahora de visita en Europa apoyando a los trabajadores que resisten la crisis y llevando la experiencia ceramista), que “todos los funcionarios y legisladores ganen lo mismo que una maestra” y que puedan ser revocados, una medida mínima para sacarse de encima esta casta de políticos enriquecidos y corruptos. La campaña del Frente de Izquierda y de los Trabajadores; debe estar puesta en función de levantar este programa y esta salida desde la primera fila de la lucha de los trabajadores y la juventud.
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