Especial desde Oaxaca - México
Defendamos la Comuna de Oaxaca
28/09/2006
En Oaxaca el pueblo y los trabajadores están en pie de lucha. Las radiodifusoras en poder de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) reciben las llamadas de los padres de familia exhortando a los maestros a no levantar el paro. Las barricadas y el plantón se encuentran respaldados por trabajadores, colonos y padres de familia que apoyan al magisterio para que no levanten el plantón.
Día a día, más trabajadores prestan su apoyo; como los de la Comisión Federal de Electricidad que -sin que lo haya votado su sindicato- se niegan a retirar el servicio eléctrico a la APPO y las estaciones de radio. O como los operadores de los camiones de la Coca Cola, que acercan los mismos para utilizarlos en las barricadas.
Que hay un doble poder en Oaxaca lo demuestra que los medios masivos de comunicación coordinan la lucha, extienden la solidaridad y expresan el descontento de los oprimidos. Este es un hecho clave ya que, por primera vez, la voz de los trabajadores y el pueblo en lucha llega a los oídos de quienes por igual son oprimidos y explotados.
Es de mucha importancia el papel de la Comisión de Mujeres de Oaxaca (COMO) en esta lucha, pues refleja que la emancipación de género pasa por tomar en sus manos su propio destino y hacerse parte de la lucha y llevarla hasta el final: quiénes mejor que las mujeres trabajadoras y del pueblo saben defender lo conquistado.
En su imaginario, el pueblo de Oaxaca comienza a ver a la APPO como un verdadero gobierno erigido sobre bases populares y por ello el apoyo se ha masificado.
A la par, la Caravana-Marcha hacia el DF de las bases magisteriales y la APPO continúa su recorrido. En cada lugar se levanta el apoyo y la solidaridad, a la vez de que las comunidades ponen en pie sus asambleas locales y saludan a su paso la marcha, ofreciendo agua y comida al grito de: ¡Fuera Ulises! Esto demuestra que en el estado se gesta un verdadero levantamiento popular contra el gobierno de Ulises Ruiz Ortiz (URO), que puede despertar la simpatía de trabajadores, indígenas y sectores populares no sólo en Oaxaca, sino en Puebla, Estado de México o en el Distrito Federal, y acicatear el descontento con el gobierno y el régimen en todo el país.
Las trampas del gobierno contra el movimiento
Las instituciones reaccionarias, la patronal y los medios de comunicación claman por una salida “enérgica” que devuelva el orden y la tranquilidad a la clase gobernante (ver LVO N° 205). Mientras se incrementan estas provocaciones, la represión es todavía una decisión difícil para el gobierno y las instituciones, no porque tenga contemplación alguna en reprimir esta heroica lucha, sino porque sabe que enfrentaría su resistencia, y que la “legitimidad” del régimen caería aún más, fortaleciendo el movimiento antifraude contra el gobierno ilegítimo de Calderón y el PAN.
La discusión en la APPO
La trampa del gobierno con sus propuestas de “distensión”, abrió una importante discusión en la APPO, como se vio en su asamblea del 19 de septiembre (ver LVO N° 205) De igual forma, el intento de frenar la partida de la Caravana-Marcha, y la consulta para volver a clases impulsada por la dirección de la sección 22 de la CNTE (sindicato de maestros), fue rechazada por las bases en lucha.
Y es que, ceder a la presión y a los chantajes del gobierno (como lamentablemente está haciendo un sector de la dirección) puede llevar a la derrota y la frustración del movimiento y sus demandas. Ante las amenazas de represión, es fundamental impulsar la extensión de los “topiles”, generalizando la formación de comités de autodefensa que constituyan una verdadera guardia armada de los trabajadores y el pueblo pobre, para asegurar la integridad física de los miembros del movimiento, y desbaratar las provocaciones montadas por el gobierno y la reacción. El mejor camino para fortalecer la lucha y frenar cualquier ataque policíaco-militar, es que la APPO y la sección 22 llamen a la más amplia solidaridad de los trabajadores y el pueblo de todo Oaxaca y de México. El gran descontento que existe muestra que hay condiciones para una gran movilización nacional, como se vio en los millones que se manifestaron contra el fraude en la ciudad de México. De igual forma, las organizaciones sindicales (como el SME (electricistas), la UNT (Unión Nacional de Trabajadores) y la CNTE), así como las fuerzas que conforman “La Otra Campaña”, tienen la responsabilidad ineludible de llamar urgentemente a un gran paro nacional de solidaridad y a una coordinación nacional en apoyo a Oaxaca, multiplicando iniciativas como la Asamblea de Solidaridad en el DF. Un triunfo así, fortalecería la lucha contra el ilegítimo gobierno de Calderón.
Desde la LTS apoyamos la demanda de “Fuera Ulises Ruiz”, mientras que alertamos contra cualquier salida que imponga a otro político del régimen (sea del PRI, del PAN o del PRD) con el objetivo de preservar las reaccionarias instituciones del Estado. La búsqueda de una “reforma profunda de las instituciones”, mantendrá lo esencial del actual régimen sin resolver las reivindicaciones del pueblo de Oaxaca y, de concretarse, sería un desvío de la lucha que garantizaría que continúe la explotación, la opresión y la miseria para las grandes mayorías de los explotados y oprimidos que hoy se movilizan.
Y es que esta heroica lucha pone en discusión la toma misma del poder y cómo resolver integralmente las demandas de las grandes mayorías. Por eso que hay que luchar porque caiga URO y se conforme un gobierno provisional de la APPO y las demás organizaciones obreras, campesinas y populares del estado de Oaxaca. Este gobierno debería convocar a una Asamblea Constituyente Revolucionaria sobre las ruinas del actual régimen, para discutir e impulsar las reivindicaciones del pueblo del estado, como parte de una lucha nacional contra el régimen de la alternancia.
Para avanzar en este camino, es fundamental ampliar y coordinar la lucha en todo el estado, los pueblos y comunidades, a la vez que incorporar al conjunto de los trabajadores, como es el caso de los trabajadores de las refinerías y de la electricidad, preparando una huelga general indefinida de todo el estado, hasta que se vaya Ulises Ruiz.
Para eso, la APPO puede retomar las demandas de los explotados y oprimidos, como es una reforma agraria radical que expropie a los terratenientes y entregue la tierra a los campesinos pobres, el derecho a la autonomía de los pueblos indígenas, las demandas salariales y laborales de los trabajadores de todo el estado, impulsando además la lucha por el control obrero en sus centros de trabajo.
De igual forma, fortalecería mucho la lucha de la APPO si la misma llama a integrarse a delegados electos en centros de trabajo, comunidades de todo el estado y pequeños comerciantes, que concurran con mandato de sus representados. En los lugares donde hay más control priísta, podemos convocar a formar Comités promotores de la APPO.
Para impulsar esta perspectiva, es fundamental poner en pie un partido de trabajadores revolucionario, integrado por los sectores más combativos que impulsen que la APPO y las organizaciones obreras y populares mantengan su poder territorial y lo extiendan al conjunto del estado, avanzando hacia un gobierno de los trabajadores, campesinos y pueblos originarios del estado de Oaxaca, como la salida más real y efectiva a sus demandas. Que, visto ante los ojos de millones de trabajadores, oprimidos y explotados de todo el país, puede ser un enorme ejemplo para luchar por la caída revolucionaria de este régimen de la alternancia que sólo tiene para ellos más hambre, miseria y represión.
¡Viva la Comuna de Oaxaca!